'El calentamiento global es una oportunidad para una revolución': Nicholas Stern

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/ 29 septiembre 2015

Stern es reconocido mundialmente por haber presentado en el año 2006 un detallado reporte sobre los efectos económicos provocados por el cambio climático

PUERTO AYORA, Galápagos. Lo que Nicholas Stern observó durante el trayecto entre Quito y Guayaquil, en un vuelo comercial cuyo destino final era Galápagos, le causó preocupación. Sin embargo, fue para él una evidencia que sostiene la teoría que promueve y que le ha dado reconocimiento mundial: el cambio climático causa alarmantes efectos económicos.

El panorama de la Costa ecuatoriana desde lo alto de un avión le dejó ver a este economista británico sembríos, viviendas y caminos bajo el agua, una consecuencia "innegable" de las alteraciones climáticas por el calentamiento global. Una situación que han experimentado y sufrido otros sectores del planeta, cada vez con más frecuencia.

Stern es reconocido mundialmente por haber presentado en el año 2006 un detallado reporte sobre los efectos económicos provocados por el cambio climático, en el cual identificó que al menos el 5% del Producto Interno Bruto del planeta se reduciría anualmente por esta causa, si no se toman medidas efectivas para enfrentarlo. Por tanto, es un problema que debe interesar no solo a ambientalistas, sino a las empresas y los ministerios de Finanzas de los países del globo, recalca.

La parte más importante del informe que lleva su nombre, se refiere a las políticas que los países, sobre todo los industrializados, deben implementar para que se logre una reducción de emisiones de gases de carbono, en el marco de un proceso en el cual debe intervenir el sector público. "No necesariamente ejecutar los cambios, pero sí intervenir", dijo el martes, durante una conferencia en este cantón del archipiélago.

Llegó al país invitado por la Embajada británica para participar en Galápagos y Quito en varias conferencias que se realizaron desde el sábado anterior, y que fueron el marco para que organizaciones privadas y autoridades locales evaluaran las condiciones del archipiélago, del país y del planeta frente a las alteraciones del clima.

En Galápagos, el martes habló de los riesgos en las islas por el incremento del turismo. "Es un patrimonio de la humanidad y no porque lo diga la Unesco, sino porque lo es", recalcó, al advertir que se trata de un lugar particularmente sensible en el que es necesario mantener equilibrada la relación entre el número de turistas y los servicios que se requieren para atenderlo, y que generan demanda de recursos y presión para los ecosistemas de las islas.

"Ustedes no pueden asumir que en los próximos 10, 15 o 20 años suministrarán o podrán suministrar los maravillosos servicios turísticos para todos los que quieran venir. Me parece que la cuestión de cuántos (turistas) es simplemente inevitable", dijo Stern.

Decisiones políticas que plantea tomar el experto en este espacio del planeta, al igual que lo ha hecho en otros lugares del mundo durante los últimos seis años. Desde entonces ha visto que las previsiones sobre los efectos del cambio climático han sido insuficientes.

"Nos hemos quedado cortos(...), las emisiones están subiendo más rápido de lo previsto", advierte y expresa su preocupación por los pronósticos: un incremento de dos grados centígrados en la temperatura del planeta. "Eso sería muy difícil de enfrentar", recalca en el tono firme pero diplomático que acompaña a su discurso, el de un miembro de la cámara de los lores de Gran Bretaña, a la que pertenece como reconocimiento a su labor.

"Encuentro que las enseñanzas científicas son cada vez más alarmantes(...) por la intensidad (de las lluvias) debemos pensar que cientos de miles de millones de personas se trasladarán a otras partes del planeta y, si la historia no nos ha enseñado algo, se presentarán severos conflictos mundiales mucho más difíciles de enfrentar".

Sin embargo, Stern cree que el problema del cambio climático hay que asumirlo más que como una amenaza, como una oportunidad para comenzar "una nueva revolución industrial energética".

Propone modificar los patrones de consumo y las formas de producción. En una crítica al consumismo, hizo un comentario en medio de su análisis: "Si los californianos hicieran más yoga y manejaran menos (autos) deportivos Maserati, vivirían mejor y aplicarían menos presión sobre el planeta", dice.

Lo importante es estar conscientes del papel de cada uno, recalca. "Soy optimista sobre lo que podamos hacer, pero es nuestro trabajo aumentar la posibilidad de que lo hagamos".

Su visita incluyó un recorrido por varias islas y un encuentro con el emblemático Solitario George, en el centro de crianzas de tortugas en el Parque Nacional Galápagos.

La visita también dejó su huella ecológica por la movilización hacia estas islas del personaje, sus anfitriones y un grupo de periodistas, advirtió una pobladora del archipiélago, quien, con su crítica, demuestra también su conciencia sobre los efectos ambientales y económicos de cada actividad que realizamos los seres humanos.

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