Científicos y agencias espaciales ponen su mirada en la Luna: 5 puntos esenciales sobre las misiones lunares modernas
El año 2023 fue importante en cuanto a la intensión de colonizar la luna, en una especie de carrera espacial en la que compiten Estados Unidos, China, India, Emiratos Árabes Unidos y la UE
María Magnuson, editora científica adjunta en The Conversation, hace un análisis sobre las recientes misiones lunares en su artículo “Scientists and space agencies are shooting for the Moon, 5 essential reads on modern lunar missions”.
Magnuson, precisa que el 2023 es un año importante “para la ciencia lunar”. Marcado por varios hitos, entre ellos, el aterrizaje de la nave espacial india Chandrayaan-3 cerca del polo sur de la Luna, considerado un logro significativo para un país que “relativamente nuevo” en cuanto a la “escena espacial”, tomando en cuenta que su nave espacial Chandrayaan-2 se estrelló en 2019.
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Por otra parte, la NASA ha realizado hasta ahora dos ensayados de su nueva misión lunar, su programa Artemis. En 2023, la agencia espacial estadounidense consiguió nueve signatarios de los Acuerdos Artemis, mismo que es un acuerdo internacional para la exploración espacial pacífica, para 32 países que hasta ahora han estampado su firma.
El 16 de noviembre de 2022, la misión Artemis I de la Nasa despegó del Centro Espacial Kennedy, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) que transportaba la nave espacial Orion.
En su sitio web, la Agencia Espacial estadounidense, describe que durante 25.5 días, Orión realizó dos sobrevuelos lunares, logrando acercarse a 129 kilómetros de la superficie lunar; la nace viajó cerca de 270,000 millas. Fue el 11 de diciembre de 2022, la nave espacial de la NASA regresó a la Tierra.
La NASA tiene previsto lanzar en 2024 a la órbita lunar Artemis II, con tripulación, y se espera que para 2025 el despegue de Artemis III, siendo esta una misión en la que los astronautas, entre ellos una mujer, pisarían el suelo del satélite.
Mariel Borowitz, de Georgia Tech, precisó para The Conversation, actualmente Estados Unidos cuenta con un gran “apoyo político bipartidista en cuanto a los viajes espaciales, por primera vez desde la década de 1970, y en donde el regreso de las misiones a la Luna es el primer objetivo natural”.
¿POR QUÉ LOS PAÍSES PONEN SI MIRADA EN LLEGAR A LA LUNA?
En opinión de Magnuson, “las misiones a la Luna tienen beneficios potenciales para una variedad de sectores, incluidos el comercial, militar y geopolítico”.
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“Desde la última vez que los humanos abandonaron la Luna en 1972, muchos han soñado con los días en que la gente regresaría. Pero durante décadas, estos esfuerzos se han topado con obstáculos políticos”, explicó Borowitz y añade detallando que “esta vez, los planes de Estados Unidos de regresar a la Luna probablemente tengan éxito: tiene el apoyo intersectorial y la importancia estratégica para garantizar la continuidad, incluso en tiempos políticamente difíciles”.
No obstante, a que algunos de estos usos probables están aún lejanos, “desde extraer recursos de la Luna hasta enviar satélites militares a órbita alrededor de la Luna”, indica Magnuson, y considera en “el corto plazo las misiones a la Luna ayudarán a informar a los científicos y a las partes interesadas sobre las posibilidades futuras”.
CHANDRAYAAN-3
El módulo Chandrayaan-3 de la India alunizo a unos pocos kilómetros del polo sur lunar, a finales de agosto de 2023.
Su rover, nombrado Pragyan, descubrió que el suelo contiene una sorpresa: azufre.
Jeffrey Gillis-Davis, físico de la Universidad de Washington en St. Louis, considera que en las futuras misiones lunares, o bien una base lunar, podrán hacer del azufre lunar “como ingrediente en todo, desde combustible y fertilizante hasta hormigón”.
¿HAY AGUA EN LA LUNA?
Desde hace algunos años, los científicos conjeturan que el polo sur lunar podría haber agua en forma de hielo.
El descubrimiento de azufre de Chandrayaan-3 aporta a los científicos más datos “sobre cómo y cuán recientemente se pudo haber podría formado hielo en la superficie”, explica Magnuson.
Así mismo, Magnuson hace referencia a Paul Hayne, profesor asistente de ciencias astrofísicas y planetarias en la Universidad de Colorado Boulder, quien precisa que “los cometas o la actividad volcánica podrían haber llevado agua a la Luna hace años. Si la actividad volcánica es la culpable de la aparición de agua, los científicos también esperarían ver azufre en niveles más altos”.
Se prevé que misiones futuras a la Luna, incluyendo la misión VIPER de la NASA proyectada para 2024, va a continuar investigando en el lugar en donde se piensa hay hielo en la Luna.
BASURA ESPACIAL
Magnuson, señala en su artículo que debido a las misiones a la Luna, “tanto actuales como futuras”, varios expertos han manifestado su inquietud debido al incremento de la “basura espacial en el “espacio cislunar”, o el espacio entre la Tierra y la Luna y alrededor de la Luna”.
En este sentido, preocupación indica que “la NASA no rastrea la basura espacial que queda de sus misiones, y esta falta de supervisión tiene a mucha gente preocupada”.
En respuesta a esta situación, un equipo de la Universidad de Arizona comenzó a construir un “catálogo de escombros abandonados en este espacio”. Los miembros del equipo primero lograron identificar algunos objetos grandes y, conforme afinaban sus métodos, consiguieron observar objetos más pequeños. El equipo confía en que su investigación logre ayudar mejorar “la sostenibilidad de futuras misiones lunares”.
En opinión de Vishnu. Reddy, profesor de ciencia planetaria en la Universidad de Arizona, “si bien todavía queda un largo camino por recorrer, estos esfuerzos están diseñados para, en última instancia, formar la base de un catálogo que ayudará a lograr un uso más seguro y sostenible del espacio orbital cislunar a medida que la humanidad comience su expansión fuera de la Tierra”.
MISIONES FUTURAS A LA LUNA CON ASTRONAUTAS
A principios de 2023, la NASA informó quiénes conformarán la tripulación de su misión Artemis II, Reid Wiseman (comandante), Victor Glover (piloto), el miembro de la agencia canadiense espacial Jeremy Hansen y Christina Koch, que está programadaspara finales de 2024, además de volar cerca de la Luna, así como probar la tecnología y el equipo que se planea usar en futuras misiones; también será un hito debido a que va a ser la primera vez que personas vuelva a la superficie lunar en más de 50 años,
“A diferencia del programa Apolo de las décadas de 1960 y 1970, con Artemisa, la NASA ha puesto un gran énfasis en construir un programa lunar políticamente sostenible, fomentando la participación de un grupo diverso de personas y países”, explicó Wendy Whitman Cobb, profesora de estrategia y estudios de seguridad en Air University.
Con información de The Conversation.
