Un estudio precisa que la desinformación se propaga por un proceso parecido al de la fisión nuclear
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A través de modelos matemáticos, investigadores descubren la desinformación se propaga por medio de un proceso similar al de la fisión nuclear, relativamente sencillo de detener si se detecta desde el principio, revela un nuevo estudio
CHINA- La fisión nuclear es el proceso habitual que se utiliza actualmente en todo el mundo con el propósito de producir electricidad a partir de energía atómica; misma que ocurre cuando el núcleo de un átomo pesado, al capturar (de manera activa) un neutrón incidente, se divide en dos o más núcleos de átomos más gráciles, emitiendo durante el proceso neutrones, rayos gamma y grandes cantidades de energía a través de esa reacción en cadena.
Teniendo esto en cuenta, los modelos matemáticos que fueron usados por investigadores de la universidad china de Normal de Shandong lograron detectar que la forma en que se propagan los rumores es muy parecida a la de la fisión nuclear; arrojada sobre una persona que después produce una reacción en cadena, de acuerdo una investigación publicada en la revista AIP Advances.
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Wenrong Zheng, Fengming Liu y Yingping Sun quienes son los autores del artículo “A rumor propagation model based on nuclear fission”, precisan que “los rumores en Internet son muy comunes en la vida de las personas. ¿Qué es un “rumor”? Según las estadísticas de la literatura de investigación, la mayoría de los investigadores los califican de falsos, inventados por personas con intenciones e información sin fundamento”.
No obstante, prosiguen los autores, algunos académicos consideran que los bulos no “son solo noticias falsas negativas”, sino que además son “noticias o interpretaciones sin fundamento”.
Basándose en los estudios anteriores, esta nueva investigación defiendo que “los rumores son mensajes superpuestos de noticias falsas y noticias verdaderas basadas en eventos”.
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Por lo que, detallan Zheng, Liu y Sun, una vez que se propagan, avivarán a “la opinión pública y traerán ciertos impactos sociales negativos”, mismos que, añaden, “pueden perturbar la armonía y la estabilidad social, el desarrollo económico e incluso la seguridad nacional”.
“Por lo tanto, es de gran importancia social positiva estudiar la propagación de rumores en Internet, descubrir sus leyes de propagación y brindar apoyo teórico y práctico para bloquear su proliferación”, afirman los autores.
¿SON LAS PERSONAS SUJETOS ACTIVOS EN LA DESINFORMACIÓN?
Actualmente, el modelo que es más utilizado por los científicos con el fin de poder explicar cómo es el proceso de la propagación de la desinformación era el de las enfermedades infecciosas; es decir, las noticias falsas serían como aquellos microbios contagiosos que se transfieren de unas personas a otras.
El modelo de enfermedades infecciosas aparenta “el proceso de propagación de rumores por medio de los cambios de estado de tres grupos: susceptible, transmisor e inmune, y se ha mejorado continuamente para acercarlo al proceso de propagación de rumores en la red real”, afirman los autores.
No obstante, prosiguen Zheng, Liu y Sun, este modelo de enfermedades infecciosas no es capaz de reflejar “verdaderamente la propagación de rumores en la red”; es es debido a que las enfermedades infecciosas no se dispersan “activamente”, en tanto que en lo que se refiere a los rumores, estos sí lo hacen, “y el modelo ignora la racionalidad y la subjetividad de los propagadores de rumores; en segundo lugar, el modelo de enfermedades infecciosas solo tiene en cuenta los cambios en el tamaño del grupo, pero no el impacto social resultante y los riesgos potenciales”, apuntan los autores.
“Este modelo considera a las personas agentes pasivos en la recepción de información falsa, ignorando las consideraciones personales, psicológicas y conductuales en el mundo real que hacen que muchas personas sean realmente activas a la hora de difundir bulos”, explica uno de los autores de esta investigación, Wenrong Zheng, en un comunicado de la revista.
Por el contrario, Zheng y sus colegas analizaron cómo cuando una persona se encuentra con una información considerada que es potencialmente falsa; esta es valorada de acuerdo a sus intereses personales, una vez hecho esto es que decide si la contrasta y la para, o la difunde.
“Las personas deciden activamente difundir un bulo en su círculo y vienen a actuar como los neutrones, las pequeñas partículas que desencadenan la fisión nuclear, dando lugar a una reacción en cadena”, afirman los autores.
PROPAGACIÓN DE RUMORES Y FUSIÓN NUCLEAR
Zheng, Liu y Sun precisan que por medio de un análisis del proceso tanto de la propagación de rumores, como el de una fisión nuclear, lograron descubrir que ambos tienen similitudes.
“Por lo tanto, los neutrones producidos en el proceso de fisión nuclear son análogos a la información del rumor que se propaga en la red, el núcleo de uranio se compara con la audiencia individual del rumor y el potencial de fisión nuclear se considera como el umbral de decisión de si el individuo propaga el rumor o no”, indican los investigadores.
Después, continúan los autores, “se construye el modelo de propagación de rumores basado en la fisión nuclear y, finalmente, se verifica la razonabilidad y la validez del modelo mediante experimentos de simulación”.
Siendo así, que el modelo muestra cuál es el proceso que sigue una persona para la toma de decisiones, y “cuantifica el impacto social de la propagación de rumores y proporciona una base teórica y un apoyo práctico para la gobernanza de los rumores en línea”, explican los autores.
Durante este proceso de propagación de rumores, señalan los investigadores, entendiendo que es “el reenvío de noticias”. Las personas que difunden estos bulos pueden dividirse en dos grupos; el primero, son aquellas personas que “reenvían el rumor inmediatamente después de recibirlo”; mientras que segundo son aquellos individuos que “piensa y elige racionalmente después de recibir el rumor, pero lo reenvían después de recibirlo varias veces en un corto período de tiempo y verse afectados por el rumor de forma continua y cada vez más profunda”.
De acuerdo con Zheng, Liu y Sun, estos dos tipos de personas se diferencian por sus características propias, es decir, “aquellos que reciben rumores y los reenvían inmediatamente se consideran ciegos e irracionales; aquellos que reciben rumores varias veces y finalmente se ven influenciados por ellos y los reenvían se consideran racionales”.
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE UN MODELO DE PROPAGACIÓN DE RUMORES SOBRE LA BASE DE UNA FUSIÓN NUCLEAR
En un microblog, la propagación de rumores online tiene su base esencialmente en que los individuos difundan el rumor directamente o lo reenvíen a la página de inicio.
En este proceso, detallan los autores, “los individuos pueden existir en tres estados: un estado en el que nunca han oído hablar de la información del rumor, definido como el estado estable; un estado en el que reciben el rumor y lo reenvían directamente a otras personas, definido como el estado excitado; y un estado en el que, después de reenviar el rumor, su interés en él disminuye y ya no está interesado en el rumor, definido como el estado fundamental”.
IMPACTO SOCIAL DE LA DIFUSIÓN DE LOS RUMORES O NOTICIAS FALSAS
“La razón por la que existe la necesidad de controlar los rumores es que pueden resultar extremadamente gravosos para la sociedad cuando se propagan a gran escala, y entonces, se vuelve particularmente importante medir el impacto de estos rumores en la sociedad”, precisan los investigadores.
Por lo que, el modelo propuesto en esta investigación, indican los autores, es “el proceso de fisión nuclear es análogo al proceso de propagación de rumores, y el impacto de cada propagación de rumores en la sociedad se considera como la energía liberada durante la fisión nuclear”.
“Hemos comprobado que las noticias falsas se propagan a pequeña escala en la fase inicial, por lo que en muchos casos se podrían detener haciendo un seguimiento en tiempo real y emitiendo correcciones en las plataformas donde se difunden”, afirmó Zheng.
Así mismo, el investigador apunta que si bien “nunca ha sido tan fácil difundir información falsa por naturaleza anónima e impersonal de internet, combinada con herramientas avanzadas como la inteligencia artificial”, el alcance de la propagación de un rumor, precisa Zheng, “está estrechamente relacionado con el nivel educativo de quien lo recibe”.
“La educación es fundamental para combatir la desinformación, está claro que cuanto mayor es el nivel educativo, más fácil es distinguir lo real de lo falso y cuestionar los bulos”, concluye el investigador.
Con información de la Agencia EFE y AIP Advances.