Las redes sociales han cambiado el cerebro humano

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Según estudios, el uso de redes sociales tiene numerosos efectos positivos sobre el cerebro: desde el desarrollo de nuevas conexiones cerebrales hasta la creación de nuevos métodos de aprendizaje.
Sobre los efectos de las redes sociales sobre el cerebro, el doctor Pedro Bermejo, neurólogo y presidente de la Asociación Española de Neuroeconomía explica que ya se han comprobado sobre nativos digitales y se conoce que estos aprenden de un modo ligeramente diferente a los que no lo son.
Según las conclusiones, el uso de redes sociales tiene numerosos efectos positivos sobre el cerebro: desde el desarrollo de nuevas conexiones cerebrales hasta la creación de nuevos métodos de aprendizaje.
De hecho, el cerebro parece ser capaz de crear nuevas redes neuronales mientras se navega por Facebook, Twitter o Youtube entre otras. Para los profesionales sanitarios, esto significa que el cerebro tiene la suficiente plasticidad para adaptarse a este tipo de nuevos retos.
Sin embargo, los expertos también señalan que las redes sociales y las nuevas tecnologías pueden provocar adicción dado que parte del procesamiento cerebral de las redes sociales tiene lugar en los circuitos relacionados con las recompensas y su uso no controlado podría estar asociado a algunos trastornos psiquiátricos como las adicciones.
“Los nativos digitales son capaces de hacer varias tareas a la vez con mejor resultado y por otra son más rápidos buscando información para dar respuesta a preguntas concretas”, explica el neurólogo, añadiendo que “se ha comprobado que tienen mayor dificultad para discernir entre las fuentes de información fiables y la que no lo son, dándole más importancia a la información que captan de sus amigos y conocidos, y menos a las páginas web oficiales y más confiables”.
Desde una perspectiva biológica, se ha demostrado que las redes sociales provocan cambios en los neurotransmisores como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la testosterona y el cortisol.
Mayores niveles de oxitocina se relacionan con más compras e inversión, y con una mayor influencia de la familia y la pareja. La adrenalina, que se libera puntualmente en el uso de redes sociales estaría vinculada con la agresividad mientras que la dopamina se libera cuando se recibe un ‘like’. De esta manera se activan los centros de recompensa y se incrementa la sensación de felicidad.
El aumento de la serotonina podría modificar los comportamientos sociales hacia un carácter más introvertido y la prioridad de los intereses individuales frente a los de grupo.
Entre los cambios en las capacidades cerebrales, los expertos también señalan la influencia de las redes sociales en cuestiones como la pérdida de capacidad de concentración y de prestar atención, así como la de leer y escribir textos largos. Respecto a los beneficios sociales de las redes sociales existe consenso sobre el papel definitorio de las redes sociales en la búsqueda de pareja o relaciones sexuales, su impacto en la educación, búsqueda de trabajo o compra online.