El protocolo que se atiende responde a que los estudiantes se mantengan aislados ‘tomando clases en línea, desde sus casas, ya que todas las clases se graban y se suben al sistema de trabajo’.
Los datos estadísticos se contaminan fácilmente de subjetividades, de técnicas no fiables, de “cuchareadas” interesadas que los exageran o los disminuyen.