Ni las condenas a prisión y latigazos ni las cárceles de la República Islámica logran silenciar ala activista iraní Narges Mohammadi, premio Nobel de la Paz, que no ceja en sus críticas contra las injusticias del Irán de los ayatolás
Wright se grabó recorriendo Teherán, a pesar de que su trabajo en pornografía la exponía técnicamente a cargos penales que pueden incluir la pena de muerte
“Soy una mujer iraní que se siente orgullosa y honrada de contribuir a esta civilización, que hoy es víctima de la opresión de un régimen religioso tiránico y misógino”, añadió