Mientras en México hay quien tiene su propio partido político en familia, Mujica −al culminar su gestión presidencial− siguió viviendo en su modesta casa apoyando a su esposa Lucía
Nunca habló con odio de sus adversarios. Predicaba la austeridad, el gusto que le daba vivir ‘liviano de equipaje’, pero nunca se le escuchó criticar al que gustaba de ganar dinero
Esas filosofías de izquierda romántica (pero caduca e irreal) envenenan el ejercicio político, pues sirven de combustible para el populismo que hoy en día amenaza al mundo y tiene secuestrado al continente
Ni Fidel Castro, Lula da Silva, Daniel Ortega, Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Gustavo Petro, Evo Morales y Claudia Sheinbaum pueden aspirar, ni en sus sueños más guajiros, a ser como Mujica
A través de sus redes sociales, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, dio a conocer el pasado 24 de noviembre que estuvo en Uruguay, donde visitó en su casa al expresidente José Mujica.
“Se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica”, dijo en una conferencia