El féretro con los restos mortales de Mugabe llegó al Estadio Nacional de Harare flanqueado por militares de alto rango y por sus familiares, entre ellos su mujer, Grace.
Mnangagwa, de 75 años, llegará hoy a Harare desde su exilio voluntario en Sudáfrica. Mugabe, de 93 años, lo destituyó a principios de noviembre y este huyó al extranjero temiendo por su seguridad.
Los diputados iniciaron ya las deliberaciones y podrían votar mañana martes. Todo podría quedar resuelto en un plazo de 48 horas, señaló Paul Mangwana, uno de los líderes del partido gobernante.
El presidente de Zimbabue, acompañado por mandos del ejército, pidió al país no "dejarse llevar por la amargura" y dijo que "tiene en cuenta" las quejas de la sociedad y la de por su propio partido.
Zimbabue permanece hoy en una calma tensa en medio de los rumores de que se está desarrollando una negociación para poner fin a 37 años de Mugabe en el poder.
Por ahora, algunos medios afirman que Mugabe y su familia se encuentran bajo arresto domiciliario, mientras que otras informaciones indican que habría huido del país.
Las Fuerzas Armadas aseguraron hoy en un discurso televisado que han asumido temporalmente el control de Zimbabue para "superar la cada vez peor crisis política, social y económica".
Los méritos de Mugabe en la caída del régimen de minoría blanco y la implantación de la democracia en 1980 son indiscutidos. Sin embargo, fue desarrollando una sed de poder cada vez más insaciable y perdió la percepción de los problemas de la gente.