4 claves para que tus hijos sean líderes
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Ser líder es influir en las personas que te rodean para lograr un objetivo común. Los líderes tienen confianza, carisma, valores e influencia. ¡Sería estupendo que tus hijos sean líderes todo el tiempo!
Sabías que todos nacemos con madera de líder. Para no ir más lejos, que tú eres una líder, pero muchas veces ni cuenta te das. Tal vez piensas que las personas que tienen mucho dinero, que son reconocidas, exitosas en su área o que tienen un gran número de seguidores son un tipo de líder que tú nunca podrás ser; pero esa afirmación te parece correcta hasta el momento en que empiezas a darte cuenta del liderazgo que hay en ti.
Déjame decirte, querida amiga lectora, que siempre en tu vida has sido una mujer líder: lo eres en la vida de tus hijos, porque ellos aprenden de ti con el ejemplo que das dentro y fuera de casa; lo eres en tu familia cuando tomas el control para que vivan mejor y en armonía.
Ser líder es influir en las personas que te rodean para lograr un objetivo común. Los líderes tienen confianza, carisma, valores e influencia. ¡Sería estupendo que tus hijos sean líderes todo el tiempo!, y para ello debes trabajar en fomentar su confianza, su seguridad y, sobre todo, reforzar los siguientes cuatro valores:
1. Responsabilidad
Un líder es una persona responsable que nunca deja un trabajo o actividad a medias o inconclusa, por tanto, este valor es fundamental para que tus hijos aprendan poco a poco a adquirir la noción del compromiso. Conocerán el significado del deber y de la obligación para obtener lo que desean, en este caso una carrera o meta en la vida: aprender a nadar, cursar una licenciatura, desarrollar el talento de pintar o hacer escultura, etcétera.
Comienza delegando funciones en el hogar, en el desarrollo de sus tareas escolares e incluso en su cuidado personal; deja que tomen sus propias decisiones y asuman sus propios procesos para cumplir con las tareas asignadas. Como dijo el Dalai Lama: “Respeto por ti mismo. Respeto por los demás. Responsabilidad por todas tus acciones” es lo que debemos inculcar a nuestros hijos.
2. Honestidad
A un líder lo siguen las personas porque creen y confían en su modo de ser y actuar, por ello es importante que les enseñes a tus hijos a siempre hablar con la verdad y a expresar lo que piensan. Quien actúa de una manera correcta y sincera se gana la confianza y el respeto de los demás. Como decía la madre Teresa de Calcuta: “La honestidad y la transparencia te hacen vulnerable. De cualquier forma sé honesto y transparente”. La honestidad siempre será la mejor política en nuestras vidas.
3. Respeto
Un líder es congruente, se respeta primero a sí mismo y después respeta a los demás, así como tú, en casa, al ser la madre que escucha y respeta las ideas, opiniones y acciones de los miembros de tu familia. Es vital, por consiguiente, que tus hijos comiencen por saber amarse y aceptarse como son, desarrollando su confianza, seguridad y autoestima.
La clave para aprender a respetar es saber dónde están los límites: deja que se expresen en la manera en que son los niños y jóvenes hoy, pero al mismo tiempo enséñales a controlar sus emociones y sentimientos, y a aceptar las opiniones diferentes.
4. Perseverancia
Aliéntalos a no aceptar el fracaso, más bien a que lo analicen –en dado caso de que se presente– para que al siguiente intento no se den por vencidos con facilidad, pues son actitudes clave para perseverar toda la vida. Todo líder no desespera y aunque aparezcan obstáculos en su camino, siempre logra sus metas y objetivos, porque tras un largo camino de esfuerzo llega la recompensa. Ya lo dijo Richard Branson: “No te avergüences por tus fracasos. Aprende de ellos y comienza de nuevo”.
El ejemplo es la mejor herramienta para que nuestros hijos aprendan sobre valores, pues como padres somos sus líderes y modelos a seguir.