4 lecciones de ejercicio que aprendimos de estos países
El movimiento es parte de una lista de tareas pendientes, aislado del resto de la vida cotidiana.
Por: Talya Minsberg
Para mucha gente en Estados Unidos, mantenerse en forma significa subirse al auto y conducir hasta el gimnasio. El movimiento es parte de una lista de tareas pendientes, aislado del resto de la vida cotidiana.
Esa mentalidad es típicamente estadounidense, según Natalia Mehlman Petrzela, profesora de Historia en la New School y autora de Fit Nation.
“Existe esta loca paradoja de que Estados Unidos es, en muchos sentidos, el centro de la industria comercial del fitness, pero también es un lugar en el que, según prácticamente todos los parámetros, la gente está extraordinariamente fuera de forma”, dijo.
Solo alrededor de una cuarta parte de los adultos estadounidenses realizan la cantidad recomendada de actividad física, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y la inactividad contribuye a 1 de cada 10 muertes prematuras.
Parte del problema, dijo Mehlman Petrzela, es la “experiencia de pagar para participar” arraigada en la cultura del fitness estadounidense. Hay un sinfín de gimnasios, clases y productos que prometen ponerte en forma, siempre y cuando pongas tu tarjeta de crédito.
Pero hay otras formas de abordar el ejercicio. En muchos países, el movimiento es parte de la vida cotidiana, es una forma de trasladarse de un lugar a otro, de crear comunidad o de conectar con la naturaleza. Aquí algunas lecciones que los estadounidenses podrían aprender de esas culturas, según los expertos en fitness.
Finlandia: camina siempre que puedas, aunque haga mucho frío
Cuando vives en un país como Finlandia, donde la luz del día solo dura unas seis horas en pleno invierno, aprendes a aceptar los extremos.
Así que no es de extrañar que los finlandeses tengan una mentalidad tipo “no hay mal tiempo, solo mala ropa”, dijo Mika Venojärvi, profesor de medicina del ejercicio en la Universidad de Finlandia Oriental. Siempre es popular explorar el aire libre, dijo Venojärvi, incluso con temperaturas gélidas.
Como en muchas ciudades europeas, caminar es un medio de transporte por defecto. “También estamos acostumbrados a usar las piernas, no el auto”, dijo Tiina Arrankoski, presidenta del Consejo Internacional de Marcha Nórdica.
La marcha nórdica, o caminar con bastones especiales, es una orgullosa tradición finlandesa. Es un deporte accesible que anima a la gente a salir al aire libre y disfrutar de los parques y bosques públicos. Fue fundada originalmente por esquiadores de fondo en la década de 1930, como forma de entrenamiento cruzado, también conocido como cross training o entrenamiento variado. Además, los bastones pueden convertir un paseo normal en un entrenamiento de cuerpo completo.
Si realmente hace demasiado frío para hacer ejercicio al aire libre, Finlandia también cuenta con una sólida infraestructura para la actividad física; casi el 80 por ciento de estas instalaciones están a cargo de las autoridades locales, según un estudio de 2021 de la Organización Mundial de la Salud.
Aun así, Venojärvi tiene una vara muy alta para quedarse en casa: tiene como límite los 22 grados bajo cero. Por lo demás, “es muy agradable cuando brilla el sol”, dijo.
Japón: practica ejercicios cortos
Todos los días se emite en YouTube y en la emisora de radio nacional de Japón una breve rutina de ejercicios conocida como radio-taiso. En parques, edificios de oficinas y patios de colegios, grupos de personas se unen a lo largo del día para realizar una rutina calisténica de tres minutos y 13 movimientos, que no requiere equipo. Los movimientos incluyen círculos con los brazos, flexiones hacia delante, flexiones hacia atrás y saltos en estrella, que son similares a los saltos de tijera.
Incluso un poco de ejercicio, sobre todo si aumentas la intensidad, puede mejorar tu salud. Aunque lo ideal es hacer ejercicio durante más de unos minutos seguidos, elevar rutinariamente la frecuencia cardiaca tiene claros beneficios, dijo Jeremy Swisher, médico especialista en medicina deportiva de UCLA Health.
La radio-taiso se fundó en EE. UU. en 1920, como iniciativa de salud pública patrocinada por la Metropolitan Life Insurance Company, pero no llegó a despegar. Se afianzó en Japón alrededor de 1928, según Satoru Kanamori, profesor asociado de la Escuela Superior de Salud Pública de la Universidad de Teikyo.
Gracias a su sencillez y adaptabilidad, el radio-taiso se ha convertido en una parte “profundamente arraigada” de la cultura japonesa, dijo Kanamori.
Recuerda con cariño los ejercicios que hacía de niño casi todas las mañanas. Ahora, ve a la gente practicar la misma rutina de forma comunitaria: trabajadores de la construcción por la mañana, empleados de oficina por la tarde y ancianos a lo largo del día.
Reino Unido: hacer ejercicio puede ser un evento comunitario
Hace 20 años, un corredor llamado Paul Sinton-Hewitt invitó a un pequeño grupo de amigos a lo que él llamaba la Contrarreloj de Bushy Park: una carrera de cinco kilómetros con la promesa de un café después. Se lo pasaban muy bien y Sinton-Hewitt decidió repetirlo el fin de semana siguiente, y el siguiente.
El evento se convirtió gradualmente en Parkrun, una organización que ahora organiza unas 2500 carreras gratuitas cada fin de semana en espacios públicos de 23 países, entre ellos Irlanda, Malasia y Namibia.
Algunos participantes corren rápido, mientras que otros caminan tranquilamente. La magia proviene de la simplicidad, la constancia y la comunidad, dijo Russ Jefferys, director ejecutivo de Parkrun. Y lo que es más importante, siempre es gratis. Tras llegar a la meta, muchos corredores y caminantes comparten un café o desayuno en las inmediaciones.
Es un mundo muy distinto a las carreras por carretera EE. UU., en la que una promedio de 5K cuesta alrededor de 30 dólares, según un informe de la industria del running de 2023.
“No necesariamente tienes que participar todas las semanas”, dijo Jefferys. “A veces la vida se interpone. Pero cuando estés listo, siempre está ahí”.
Brasil: haz que el fitness parezca una fiesta
Las playas de Brasil están por lo general repletas de gente saltando, corriendo, haciendo sentadillas y patinando. Los partidos de voleibol de playa y fútbol salpican la arena, intercalados entre caminantes en los malecones y surfistas en el Atlántico.
Hay tanta actividad que “si vas a Río de Janeiro y Copacabana a las 5:30 p. m., será difícil caminar en línea recta”, dijo Luiz Guilherme Grossi Porto, profesor de Educación física y Salud pública de la Universidad de Brasilia.
“Los brasileños son más propensos a hacer cosas juntos que solos”, dijo Victor Matsudo, presidente de Agita São Paulo, una iniciativa en el estado de São Paulo que creó nuevas áreas verdes, instalaciones deportivas y mejores senderos.
El programa, que se lanzó en 1996, también organiza “megaeventos” de fitness que recuerdan a festivales, con actividades como baile, voleibol y seminarios sobre la importancia de un estilo de vida activo. Desde entonces, la iniciativa se ha replicado en el resto de Brasil y América Latina.
Si estás tratando de crear un hábito, nunca está de más hacerlo divertido.