Dispositivos con sensores aliados clave para el cuidado de nuestra salud, estado físico y bienestar
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Los dispositivos que detectan y monitorizan las signos vitales, niveles bioquímicos y actividades del cuerpo, han convertido a los celulares, tabletas, audífonos y sistemas que nos podemos poner, en aliados clave para el cuidado de nuestra salud, estado físico y bienestar
Los sensores que detectan distintos procesos biológicos, químicos o físicos específicos del cuerpo humano, generando una información que registran o trasmiten al instante, han saltado desde los grandes y complejos aparatos que se usan masivamente en los entornos sanitarios como hospitales y clínicas, a los pequeños dispositivos que utilizamos y llevamos diariamente.
Estos componentes electrónicos han convertido a los aparatos que los llevan incorporados, como ‘smartphones’, ‘tablets’ y ‘wearables’ o ponibles (dispositivos que llevamos puestos sobre el cuerpo), en objetos clave para el cuidado diario de nuestra salud, según Sergio Álvarez, responsable de Formación en España de Oticon, firma especializada en tecnología auditiva.
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Este especialista describe a continuación, explicando como funcionan y para qué sirven, algunos de los sensores más recientes, útiles y populares que están presentes en dispositivos de nuestro día a día, permitiendo llevar el control de distintos índices fisiológicos y aportando datos claves sobre nuestra salud.
Aclara que el uso de los dispositivos tecnológicos equipados con sensores, nunca debe sustituir a la realización periódica de pruebas médicas supervisadas por especialistas, y que “siempre debe primar la opinión de un profesional tanto para interpretar los resultados obtenidos por los sensores como para recomendar cambios en las rutinas de la persona, si fueran necesarios”.
SENSORES DE RITMO CARDIÁCO
Presentes sobre todo en pulseras y relojes inteligentes, estos mecanismos se basan en la tecnología óptica para medir en tiempo real (instantáneamente) las pulsaciones del usuario.
Para ello, “suelen utilizar luz LED que es emitida sobre la piel y que se refleja de vuelta. La cantidad de luz reflejada varía con cada latido, gracias a lo cual el sensor es capaz de calcular el ritmo cardíaco”, según Álvarez.
SENSORES DE OXIGENO EN LA SANGRE (SPO2)
Estos sensores trabajan también con la tecnología óptica, en este caso sobre la hemoglobina presente en los glóbulos rojos y que se encarga de transportar el oxígeno por todo el cuerpo.
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“Si la sangre está bien oxigenada, la hemoglobina absorberá menos cantidad de luz emitida”, señala Álvarez, en referencia a estos sensores, que también está presentes en numerosos dispositivos ‘wearables’ (ponibles).
SENSORES DE GLUCOSA
Destinados a las personas con diabetes, están presentes en dispositivos específicos que, dotados de una pequeña aguja que extrae fluido intersticial de debajo de la piel, miden los niveles de glucosa en sangre.
“Los datos captados son transmitidos a un dispositivo receptor que habitualmente es un monitor específico, aunque en los últimos tiempos se ha diversificado el tipo de aparatos capaces de realizar esta función, hasta incluir ‘smartphones’ con ‘apps’ especializadas”, entre otras opciones, informa Álvarez.
SENSORES DE ESFUERZO
Utilizan diferentes tecnologías para detectar y cuantificar la intensidad del ejercicio, la frecuencia cardíaca, la cantidad de calorías quemadas y otros parámetros relacionados con el ejercicio físico.
Estos sensores “pueden ser acelerómetros, giroscopios, sensores de frecuencia cardíaca o una combinación de varios sensores, y ayudan a los usuarios a establecer y alcanzar objetivos de entrenamiento, realizar un seguimiento de sus progresos y evitar lesiones”, según Álvarez.
SENSORES DE ELECTROCARDIOGRAMA
Suelen estar incorporados a dispositivos ‘wearables’ avanzados, que utilizan electrodos integrados en la parte posterior del dispositivo o en la correa para detectar las señales eléctricas del corazón a través de la piel.
La capacidad de efectuar un electrocardiograma dónde y cuándo lo requiera el usuario “es especialmente útil para la detección temprana de arritmias cardíacas y otros problemas del corazón”, según explica Álvarez.
SENSORES DE CALIDAD DEL SUEÑO
Registran los cambios en la posición del cuerpo, la frecuencia cardíaca, la respiración y otros parámetros para identificar cuándo el usuario está dormido, despierto o en diferentes etapas del sueño, como sueño ligero, profundo o REM.
“La información que proporcionan estos sensores puede ayudar a sus usuarios a entender mejor sus patrones de sueño, identificar problemas como el insomnio o los trastornos del sueño, y tomar medidas para mejorar la calidad de su descanso”, puntualiza.
SENSORES DE CALIDAD DE AIRE
Utilizan tecnologías como la detección de luz láser, electroquímica o de semiconductores, para detectar y registrar varios parámetros relacionados con la composición y la pureza del aire, como la concentración de partículas finas, la presencia de compuestos orgánicos volátiles, la temperatura y la humedad.
Entre los dispositivos que incorporan sensores de calidad del aire están los teléfonos móviles, distintos ‘wearable’s y los purificadores de aire inteligentes, de acuerdo a Álvarez.
SENSORES 4D
Esta tecnología innovadora, incorporada a audífonos de última generación, posibilita que estos dispositivos auditivos sean capaces de interpretar cuáles son las intenciones comunicativas del usuario, en base a la información que captan y transmiten sobre el movimiento de su cabeza, su cuerpo, y sobre la actividad conversacional y los sonidos de su entorno.
De esta manera, el audífono adapta su funcionamiento para responder mejor a las necesidades del usuario, aportando a su cerebro la información detallada que necesita para interpretar las señales sonoras que hay a su alrededor, permitiéndole escuchar conversaciones y comunicarse adecuadamente en entornos ruidosos, según explica Álvarez.
DESTACADOS:
- Los sensores de ritmo cardíaco; oxígeno en la sangre; glucosa; esfuerzo; electrocardiograma; calidad del sueño y pureza del aire, incorporados a dispositivos tecnológicos que llevamos y usamos a diario, aportan una valiosa información sobre nuestro estado y actividad física a cada instante.
- Los audífonos más avanzados llevan sensores 4D, que interpretan cuáles son las intenciones comunicativas del usuario en base a la información que captan sobre el movimiento de su cabeza y cuerpo, y la actividad conversacional y sonidos del entorno, según explica Sergio Álvarez, de Oticon España.
- Gracias al constante desarrollo tecnológico, los sensores ofrecen resultados cada vez más precisos, y el uso de dispositivos que los incorporan permite que cada vez más personas integren en sus rutinas diarias el control de parámetros clave de su salud, que pueden comunicar a su médico o especialista, según Álvarez.
Por Pablo Gutman, EFE-Reportajes.