El ciclo menstrual es uno de los procesos más naturales y esenciales en la vida de una mujer, pero muchas veces se nos olvida –o no conocemos– su importancia en la salud integral. Conocer nuestro ciclo, sus fases y cómo interactúa con nuestro cuerpo puede mejorar muchos aspectos de nuestra vida.
Empezar a sintonizarnos con nuestro ciclo no solo nos ayuda a prevenir complicaciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la endometriosis, sino que también nos permite conectarnos más profundamente con nuestro cuerpo y así vivir en armonía con él.
CADA CICLO ES ÚNICO
Es importante recordar que no todos los ciclos son iguales, y esto aplica tanto entre diferentes mujeres como para una misma mujer a lo largo del tiempo. Tu ciclo puede variar cada mes, lo que significa que no siempre será exactamente igual. Algunas mujeres tienen ciclos más cortos; otras, más largos, y es completamente normal. Compararse con otras mujeres no es útil, ya que cada cuerpo tiene su propio ritmo. La clave es conocerte a ti misma y observar tu propio patrón.
De hecho, aunque comúnmente se habla de ciclos de 28 días, esto no es una regla para todas. Algunas mujeres tienen ciclos más cortos o más largos, y esto puede cambiar a lo largo de la vida. Lo más importante es prestar atención al tuyo y, si detectas irregularidades o sientes que algo no está bien, consulta a un profesional de la salud.
COMPRENDIENDO EL CICLO MENSTRUAL
Dura entre 21 y 35 días (recuerda, esto no es general y cada cuerpo es diferente) y se divide en cuatro fases clave: menstrual, folicular, ovulación y lútea. Cada una tiene un papel importante en el cuerpo. Incluso si no estás buscando concebir, es crucial entender cómo estas fases influyen en tu día a día.
1.- Fase menstrual
Marca el inicio de tu ciclo, comenzando el primer día de tu periodo. Durante esta fase, el cuerpo está liberando el revestimiento del útero, que es lo que causa la menstruación. Los niveles de estrógenos y progesterona son más bajos y esto puede hacer que te sientas con poca energía, más cansada y emocionalmente más vulnerable. Aunque puede ser un tiempo incómodo, es también un momento de renovación para el cuerpo, como una “liberación” física y emocional.
Por todo esto, te recomendamos que aproveches este momento para descansar, cuidar de ti misma y escuchar a tu cuerpo. Regálate mucho cariño, come alimentos calientitos, haz movimiento físico suave y de bajo impacto (o, si prefieres, puedes descansar estos días) y duerme suficiente.
2.- Fase folicular
Comienza justo después de la menstruación (días 6 a 13 aproximadamente). Durante esta etapa, los niveles de estrógenos comienzan a aumentar, lo que te puede hacer sentir más energética y optimista.
Este es un momento en el que muchas mujeres se sienten más activas y con mayor capacidad para concentrarse y socializar. Es una fase ideal para comenzar proyectos nuevos, socializar, hacer ejercicio y/o enfocarte en actividades que requieran motivación y creatividad.
3.- Ovulación
Se da en el día 14 o 15, cuando el cuerpo libera un óvulo maduro. Este es el punto fértil del ciclo y, por lo tanto, muchas mujeres sienten un aumento en la confianza, el deseo sexual y la energía. Algunas pueden notar una ligera molestia en la parte baja del abdomen (dolor de ovulación) y un cambio en el flujo. Esta fase es ideal para relaciones sociales, actividades físicas o creativas y para tomar decisiones importantes. Si estás planeando un embarazo, este es el momento clave para intentarlo.
4.- Fase lútea
Es en los días 15 a 28. Después de la ovulación, el cuerpo se prepara para un posible embarazo, aumentando la producción de progesterona. Si este no se produce, los niveles hormonales empiezan a disminuir y es justo por eso que muchas mujeres experimentan el síndrome premenstrual (SPM), con síntomas como hinchazón, cambios de humor y fatiga.
La progesterona puede hacer que te sientas más tranquila y reflexiva al principio de la fase. Sin embargo, conforme pasen los días y se acerque la fecha de tu menstruación, esta disminuye y pueden aparecer molestias como cansancio, irritabilidad o sensibilidad emocional (tal vez también muchos antojos).
Te recomendamos que en esta fase -sobre todo una semana antes de que vuelva la menstruación- seas muy compasiva y amorosa contigo, pues estás más sensible y emocional. Es un gran momento para la introspección, para enfocarte en ti misma y en actividades más relajantes. Practica ejercicios suaves como el yoga o la meditación.
CONECTAR CON TU CICLO PARA MEJORAR TU BIENESTAR
Conocer las fases de tu ciclo es un paso fundamental, pero lo más poderoso es aprender a conectar con cada una de ellas. Al observar los cambios en tu cuerpo, emociones y niveles de energía a lo largo del mes, puedes ajustar tus actividades diarias, tu trabajo y tu autocuidado para que estén en armonía. Todo esto puede hacer una gran diferencia en tu vida.
CREA TU DIARIO MENSTRUAL
Te recomendamos tener tu diario menstrual, en donde anotes los días de tu ciclo, tus síntomas físicos y emocionales e incluso tu energía y estado de ánimo. Esto puede darte una imagen más clara de cómo funciona tu ciclo personal. Además, puede ser muy útil para compartir con tu médico, ayudándote a identificar patrones o posibles problemas de salud.
Finalmente, si notas cambios importantes en tu ciclo, como dolor, variaciones en la regularidad, duración o intensidad de la menstruación, lo mejor es consultar a un profesional. Condiciones como el síndrome de ovario poliquístico o la endometriosis pueden interferir con tu ciclo y causar molestias, por lo que es importante obtener una evaluación adecuada.
Un médico especializado puede ofrecerte el tratamiento que necesitas y responder a tus preguntas de manera precisa.