Criando ‘hijes’; socióloga estadounidense propone crianza de género creativa
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Kyl Myers, madre del pequeño Zoomer, reconocida por implementar la crianza de “género creativa”, describe los beneficios de haberle otorgado a su hijo la oportunidad de experimentar con su identidad de género.
Hace un año, la Dra. en Sociología y madre de Zoomer, Kyl Myers, decidió publicar su libro Raising Them: Our Adventure in Gender Creative Parenting (Criándoles: Nuestra Aventura en Crianza Creativa de Género), donde narraba el crecimiento de su hijo, mostrando, más que nada, una perspectiva donde el género lo iría descubriendo él mismo, aprendiendo de sus conductas y creando sus propias conclusiones.
En el proceso de presentar a Zoomer como una persona cuya identidad de género no sería definida por sus genitales, Myers recuerda que esto sería un tema que no discutiría con nadie, y que utilizaría pronombres neutros con él: en inglés, los pronombres they/them, que fungen como plurales, también han sido vitales para la inclusión, en español serían elle/le.
“Quería que Zoomer me dijera cuál género le quedaba mejor. También necesitaba proteger a mi hijo de experimentar y aprender conductos sexistas. No quería que los demás le dijeran a Z que ‘algo no es para él’ sólo por su anatomía”, afirma. “En la infancia de Z, no hubo cosas que fuera de ‘niño’ o de ‘niña’— todo sería de todos”, agrega la socióloga que, gracias a sus diversos estudios sobre género e identidad, acuñó esta idea.
Aunque Kyl estaba decidida en su plan de crianza, el miedo y la duda llegaron en abundancia, preguntándose si es correcto, si “dañará” a su hijo o si sería un completo desastre. Tampoco estaba segura si funcionaría como ella esperaba, o de la forma en que más beneficie al pequeño. No obstante, también sabía que se arrepentiría si no lo intentaba.
La crianza fue balanceándose poco a poco y ocurrió todo de forma serena, llena de aprendizaje para ella, su esposo y, por su puesto, para Zoomer, quien logró establecer una identidad como un niño cuyos pronombres serían los masculinos.
A pesar de ello, Zoomer comprende que estos pueden llegar a modificarse si con el paso del tiempo conoce algo nuevo sobre su identidad de género, y gracias a esta crianza, no arraigará características sexistas que puedan perturbar su desarrollo.
“Z tiene un comprendimiento del cuerpo y el género mejor establecida que la mayoría de adultos que conozco, y prefiere no basarse en estereotipos de género. Él es un niño muy entusiasta, lleno de positividad; es amoroso y curioso, inteligente, empático. Sus intereses y su estilo son increíbles; hace que el mundo sea un mejor lugar. ¡Puedo confirmar que la crianza de género creativa funciona!”
A un año de la publicación de su libro, el recorrido de Zoomer sigue siendo extenso, pues apenas cumplió 5 años y, todos los días, la Dra. Kyl Myers descubre algo nuevo de ‘Z’; una idea nueva, un concepto o una actitud diferente son muy importantes para ella, no porque se trate de su “experimento”, sino, porque desea prestarle atención a las necesidades de su hijo, dejarlo que lidere el camino por un momento y aprenda a comprender la vida sin estereotipos, sin rasgos que podrían hacerle mucho daño.
Científicos, sociólogos y psicólogos, recomiendan ofrecer educación sexual temprana a los niños; enseñarles sobre identidad, orientación, consentimiento, entre otros. Estos parámetros pueden ayudar a los más pequeños a conceptualizar el mundo de otra manera: una más sana y llena de opciones que nunca van a juzgarlo.