Literatura y filosofía coexistieron en la obra de Albert Camus

Vida
/ 7 noviembre 2016

Política y filosofía se pueden encontrar en su obra literaria, como en uno de sus trabajos más conocidos, “El extranjero”, que toca la situación de Argel, y en “El mito de Sísifo”, por el que se le ubica dentro del movimiento existencialista.

El escritor, ensayista y filósofo francés Albert Camus, a quien se recuerda por haber ganado el Premio Nobel de Literatura 1957 gracias a títulos como “El hombre rebelde”, “El extranjero” y “El mito de Sísifo”, nació el 7 de noviembre de 1913.

Vio la primera luz en Mondovi, Argelia, en el seno de una familia francesa emigrada al país del norte de África, donde creció, por lo que también fue conocida su firme posición a favor de la independencia de ese país árabe.

De acuerdo con los sitios “nobelprize.org” y “biografiasyvidas.com”, su formación se desarrolló en círculos de gran discusión revolucionaria y desarrolló gran interés por la filosofía, profesión que decidió estudiar en la Universidad de Argel, aunque no finalizó la carrera porque enfermó de tuberculosis.

Dedicó su tiempo entonces como actor aficionado en una compañía de teatro que fundó en Argel, donde también laboró como periodista. Al mismo tiempo viajó con frecuencia por Europa y en 1939 publicó su libro “Bodas”, que reunió las reflexiones a que le llevaron esos viajes.

A los 25 años emigró a Francia y enseguida se incorporó a la política y, con ella, al periodismo, primero como reportero en el “París Soir” y luego como columnista en el periódico “Combat”.

Ambas actividades las dejó posteriormente para dedicarse a escribir y como productor teatral.

Sin embargo, política y filosofía se pueden encontrar en su obra literaria, como en uno de sus trabajos más conocidos, “El extranjero”, que toca la situación de Argel, y en “El mito de Sísifo”, por el que se le ubica dentro del movimiento existencialista.

Eran los años de la posguerra y lo absurdo de la situación, y en particular de la posición del hombre en el mundo (devastado), a lo que se debe sumar su experiencia juvenil en Argelia, todo lo cual da contexto a su posición.

Camus continuó con su interés por el teatro, ámbito en el que escribió las piezas “Calígula” y “El malentendido”, que siguen el pensamiento existencialista puesto en la mesa de la discusión filosófica por quien fuera su amigo: Jean Paul Sartre (1905-1980).

Sin embargo, a decir de los expertos, un cambio en su pensamiento y hasta cierto grado rompimiento con la filosofía existencialista se ven en “La peste”, la cual, según “biografiasyvidas.com”, muestra “la idea de la solidaridad y la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir”.

Otras publicaciones que muestran este cambio en su pensamiento son “El hombre rebelde” y “Cartas a un amigo alemán”, donde vio en la rebeldía el “ideal que salvara los más altos valores morales y espirituales, de acuerdo con la misma fuente.

También se deben a su pluma libros como “La caída”, “El exilio y el reino”, “Actuales” y “Cuadernos”. Por el conjunto de su producción se hizo merecedor al Premio Nobel de Literatura en 1957.

Albert Camus, quien vio regresar la tuberculosis a su vida, murió el 4 de enero de 1960, en un accidente automovilístico.

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