Sueños en punta

La maestra Anahí Serrano Quesada explicó que en la Escuela de Danza del Estado se hizo una selección para enviar la audición en un video de 5 minutos de algunos alumnos a los jurados en el que mostraron su técnica, resultando tres alumnas convocadas para continuar con la siguiente fase.

Se trata de Silvia Mariana Perales Contreras de 10 años, Ana Gabriela Aguilar Velázquez de 11 años y Mariana Martínez Segura de 12 quienes estarán en la Ciudad de México del 17 al 25 de julio para participar en las tres etapas del concurso.

“Las seleccionamos primero que nada por su edad, por su condición física y por la calidad de su técnica; cuando lleguemos allá habrá una clase donde se hará la primera selección y en la segunda parte presentarán una variación libre, una coreografía hecha por uno de los maestros de aquí, que se vuelve a presentar en la tercera”, explicó Serrano. 

Ana y Silvia participarán en la categoría de medias puntas, Mariana estará en la de punta con una coreografía contemporánea llamada Viento Nocturno “que muestra lo que yo mejor puedo hacer, que son giros y extensiones con las piernas”, dijo la bailarina. 

Para ella fue un reto porque le gustaban las piezas más difíciles y activas; cuando fue aprendiendo variaciones más lentas no le agradaban, pero poco a poco las fue  disfrutando  gracias a la precisión que exige cada movimiento.

Mariana se enamoró del ballet cuando vio por primera vez una de las obras que aún es de sus favoritas, por lo que comenzó a bailar a los tres años en otras academias; ya lleva seis en la EDEC, y aún le faltan tres años más para terminar su preparación.

En su momento, la primera bailarina de la Ópera de Berlín, Elisa Carrillo, ganó en este concurso una estancia en Londres, hecho que impulsó su carrera hasta donde se encuentra ahora.

Al acabar de estudiar a Mariana Martínez le gustaría encontrar trabajo en alguna academia pero asegura que su aspiración más grande es conseguir ser la primera bailarina en el Royal Ballet, como Marianela Núñez, su bailarina favorita, aunque por el momento se dedica a estudiar con ahínco.

“Es un poco difícil, por las mañanas estoy en el primer grado de la secundaria, salgo a la una de la escuela y entro a las tres y media aquí, entonces alcanzo a comer, peinarme y alistar mis cosas, después salgo de aquí a las ocho de la noche”, explicó Mariana. 

Para ella lo más complicado es realizar sus tareas, pues tiene que permanecer despierta hasta muy tarde, o despertarse muy temprano al día siguiente para terminarla, además de estar atenta a las clases de técnica, repertorio, música e historia de la danza que estudia en la EDEC.

“Pero es algo muy bonito, porque disfrutas mucho y desconectas la mente todo lo que pasa alrededor, ya no te preocupas ni siquiera si tú te sientes mal, no importa porque no sólo tú lo disfrutas, sino que a los demás también les agrada lo que a ti te gusta hacer”, añadió la joven bailarina. 

Por su parte la maestra asegura que cuando un evento de esta magnitud se acerca, todo se vuelve una locura, pues las actividades distan mucho de ser regulares. 

“Esto significa ensayos extras, movemos clases para practicar más lo que vamos a presentar en los concursos, implica trabajar sábados y domingos, preparar funciones extras para recolectar lo que se necesita para ir, pero vale la pena para que la gente sepa que ésta es una opción para estudiar danza en el norte del país”, añadió Serrano. 

Así, a partir de este fin de semana las tres bailarinas participarán en la primera etapa en el Teatro de la Danza, mientras que la final  se realizará en el Palacio de Bellas Artes.