Abundan en Saltillo tiraderos clandestinos de basura

La víspera del aniversario número 440 de Saltillo, la ciudad no luce como una feliz cumpleañera.

Su alegría es opacada por cientos de toneladas de basura que “adornan” calles, arroyos, baldíos y banquetas, principalmente en el primer cuadro.

Fue hace un año cuando el Ayuntamiento de Saltillo ganó el reconocimiento español “La Escoba de Oro”, por la creación de proyectos ambientales que nacieron con el objetivo de que la ciudad tuviera un mejor aspecto, o luciera más limpia. 

Después del reconocimiento, la limpieza de la ciudad sólo duró unos cuantos meses. Con la ayuda de los ciudadanos, los parques, colonias, arroyos, avenidas, y hasta la propia fachada de la Presidencia Municipal, han terminado hasta hoy con una cantidad considerable de residuos sólidos que nadie levanta. 

Según las cifras del INEGI y los datos de la oficina de Servicios Primarios del Ayuntamiento, en Saltillo la cantidad de basura recolectada al día ha aumentado. De las 450 toneladas que se producían al día hace 7 años, al día de hoy la cifra es de 800 toneladas diarias, considerando que la ciudad incrementó su índice poblacional una cuarta parte de lo que había en 2009. 

Uno de los proyectos con los que se ganó el concurso español, fue el de la propuesta de: "aprovechamiento de biogás generado en el relleno sanitario para la creación de energía eléctrica"; sin embargo, no toda la basura que se tira es llevada hasta este lugar para ser debidamente procesada. 

En el último año, VANGUARDIA ha publicado diversos artículos relacionados con la existencia de tiraderos de residuos tóxicos, arroyos con toneladas de basura que datan de años, y baldíos con basura doméstica inorgánica. 

Uno de los ejemplos más claros es el del terreno baldío que cubre la espalda de la colonia Saltillo 2000, donde a la llegada el panorama luce gris y desolador, un sillón viejo de vinipiel que ya está casi en la mitad de la última rotonda de la colonia, da la bienvenida, donde lleva más de dos meses entre envases de plástico, vidrio, zapatos, ropa, y una ligera zanja que conecta a un arroyo donde el lodo ha cubierto las bolsas negras y otras cuantas toneladas de basura que fueron a dar a otra colonia. 

Los problemas con la cultura de la basura en las casas llega hasta las tuberías. En numerosas ocasiones, la paramunicipal Aguas de Saltillo ha destacado la labor del área de drenajes de la empresa, pues cada vez que uno de sus elementos avanza en un reporte de arroyos tapados, o examina las alcantarillas de las colonias, donde han encontrado desde pantalones, portabebés, y artículos para el hogar. 

Otra de las constantes de la falta de cultura de limpieza, se encuentra en las plazas y parques de Saltillo, donde muchos de los visitantes que acuden a sentarse y tomar un tiempo de descanso, dejan al final de su estancia desechos de frituras, botellas de refresco o latas de aluminio.

También, los saltillenses tienen un conflicto con las autoridades, puesto que las constantes obras viales o de restauración, dejan residuos de basura y polvo que recorren la ciudad durante varios meses. Por ejemplo, la obra de la misma Presidencia Municipal, que después de meses no ha logrado el 100 por ciento de su remodelación, provocando que luzca sombría y lodosa sin sumar los desechos de frituras y refresco que dejan los transeúntes al esperar en la parada del transporte público, al igual que sucede en algunas de las calles del Centro Histórico que fueron sometidas a rehabilitación. 

Por su parte, la Secretaría del Medio Ambiente ha señalado que los tiraderos clandestinos de basura son un problema que está fuera de todas las cifras, y que mientras los ciudadanos, quienes producen por lo menos un kilogramo de desechos no tomen conciencia al respecto, ninguna acción podrá ser efectiva para mantener la limpieza.

En Saltillo, la falta de campañas promovidas por el Ayuntamiento de Saltillo, y la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, se reflejan en los lugares que alojan estaciones de reciclaje para la clasificación de desechos, como es el caso de las universidades, donde las señalizaciones tampoco son respetadas, aunque gracias a ello los pepenadores sacan por lo menos 200 toneladas de PET, 70 de periódico, y 30 de aluminio semanalmente.

DATO

800 toneladas de basura se recogen a diario en la ciudad.