Algunas historias de las víctimas de la masacre del bar Pulse en Orlando

Internacional
/ 13 junio 2016

Un hombre entró con una arma larga al bar la madrugada del domingo. Al menos 49 personas han muerto y docenas más resultaron heridas. Estas son algunas de sus historias.

Este domingo, un hombre atacó el bar gay Pulse, en Orlando, Florida. El sospechoso, Omar Mateen interrumpió de forma brusca una noche de diversión.

Entró al recinto armado con un fusil AR-15 y disparó sin descanso— 20 rondas, 40, 50 y luego más, según las autoridades. En un espacio tan reducido, las balas difícilmente erraban. Disparó a la policía. Tomó rehenes.

Cuando cesaron los disparos en el Pulse Orlando, 49 personas habían perdido la vida y docenas más presentaban heridas graves en el peor tiroteo masivo en la historia reciente de Estados Unidos.

La ciudad de Orlando difundió el lunes los nombres y edades de las víctimas de la balacera en un popular club nocturno gay. La lista se actualizará periódicamente en www.cityoforlando.net/blog/victims/

Estas son algunas de las historias de los fallecidos este domingo.

Un empático y extrovertido joven Al principio, Luis Omar Ocasio-Capo le pareció rebelde y contestatario para Claudia Mason, una empleada de 70 años que trabajaba con “Omar” en una cafetería Starbucks dentro de la tienda Target en Kissimmee.

Sin embargo, al conocerlo mejor, Mason se dio cuenta que su joven colega “era muy extrovertido”, dijo la mujer. “Lo que definía su personalidad definitivamente era su sentido del humor”.

Ocasio-Capo, de 20 años, fue contratado como cajero hasta que pasó a ser un excelente barista en el Starbucks, dijo.

“Creo que encontró su lugar en el Starbucks”, recordó. “Se llevaba bien con todo el mundo, así fuera joven, viejo, hombre, mujer, gay, heterosexual, a Omar eso no le importaba”.

 

Peter, el joven que dejaba huella Peter O. González-Cruz, de 22 años y a quien todo el mundo llamaba “Ommy” era siempre el centro de la atención.

“Peter dejaba huella donde sea que iba. Era una persona feliz. Si Peter no iba a una fiesta, la gente no quería ir”, recordó su tía, Sonia Cruz.

González-Cruz fue a Pulse el sábado a la noche con su mejor amigo, Gilberto Ramón Silva Menéndez, de 25 años. Cuando salió la noticia de que hubo una balacera en el lugar, Cruz estuvo horas aferrada a la esperanza de que su sobrino estaba en un hospital.

Sin embargo, la tarde del domingo fue informada que él estaba entre las víctimas mortales.

Cruz dijo que tenía las llaves del auto de su sobrino y que iba a recoger el vehículo la mañana del domingo. Estaba estacionado en el Wendy’s al otro lado de la calle del club, uno de muchos vehículos de víctimas que la policía se reservó para sus investigaciones.

Cruz dijo que su sobrino trabajaba para UPS.

Edward el artista del sombrero Edward Sotomayor, de 34 años, era un hombre amable y enérgico conocido por vestir un sombrerito de copa en sus viajes de crucero, dijo David Sotomayor, quien reveló que ambos se enteraron de que eran primos al conocerse en un festival gay de Orlando como hace diez años.

David Sotomayor, quien vive en Chicago, dijo a The Associated Press el domingo que Edward trabajaba para una empresa que organizaba viajes de crucero para gente gay y que con frecuencia viajaba para promocionar a la compañía.

“Era siempre un tipo divertido”, relató David Sotomayor.

Los dos se enviaban mensajes de texto y la última vez que se vieron fue a comienzos de este año en la grabación del reality show “RuPaul’s Drag Race”, dijo David Sotomayor.

David Sotomayor es un artista que se disfraza de mujer y que apareció en una temporada del programa de RuPaul, con el seudónimo de “Jade”. Afirmó que Edward lo apoyaba y le solía enviar mensajes por Facebook. La última vez que intercambiaron mensajes fue la semana pasada.

“A uno nunca se le ocurre que esta será la última vez que se van a hablar”, expresó David Sotomayor. “Es desgarrador saber que estas son cosas que pueden pasar en cualquier momento”.

 

A Juan no le gustaba salir de fiesta Juan Ramón Guerrero, de 22 años, le dijo a su primo Robert Guerrero que era gay hace aproximadamente dos años, pero estaba preocupado sobre cómo reaccionaría su familia. No dijo nada sino hasta comienzos de este año y cuando lo hizo “fueron muy comprensivos”, relató Guerrero, de 19 años. “Mientras él estaba feliz, ellos no tenían problema”.

El domingo por la mañana, tras enterarse de que mucha gente murió en el club nocturno Pulse que su primo solía frecuentar, Robert empezó a preocuparse. Horas más tarde sus temores se volvieron realidad, cuando se le informó a la familia que Juan Ramón estaba entre las víctimas.

Robert dijo que su primo trabajaba como telemarketer y que en meses recientes empezó clases en la University of Central Florida. Dijo que su primo no sabía muy bien qué es lo que deseaba estudiar, pero que estaba contento de estar en la universidad. Y estaba contento en una relación con alguien que sus familiares consideraban como miembro de la familia.

“Era una persona asombrosa, para mí era como un hermano mayor”, dijo Robert. “Nunca le gustaba salir de fiesta, prefería quedarse en casa y cuidar sus sobrinos”.

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Stanley, el sonriente La madre de Stanley Almodóvar III le había preparado una salsa especial, con queso y tomate, para que viniera a comer luego de haber salido durante la noche.

En lugar de ello, Rosalie Ramos fue despertada por una llamada telefónica a las 2 de la mañana informándole que algo malo había ocurrido.

Ramos dijo al Orlando Sentinel que su hijo, un técnico de farmacia de 23 años de edad, colocó una foto suya en Snapchat de él mismo cantando y riendo camino al club nocturno.

“Ojalá yo tuviera ese video para poder recordarlo para siempre”, dijo la madre al diario.

Una amiga, Hazel Ramírez, le dijo al Washington Post que también vio un video de Almodóvar en Snapchat y que se enteró el domingo de lo sucedido.

Ramírez describió a Almodóvar como “buena gente, pero astuto”. Era alguien que no tenía complejos por su homosexualidad.

“Estaba muy orgulloso de lo que era”, dijo la amiga al Post. “Se ponía maquillaje y lo hacía mejor que cualquiera. Para mí, era muy fácil estar con él”.

Con información de AP

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