Niega ayuda alcalde de General Cepeda a ancianos por ser militantes del PAN
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‘Apoyos son para puro guadalupano, pero tricolor’, dice alcalde de General Cepeda
Un mes antes de las elecciones en Coahuila, Juana Cruz fue a la Presidencia Municipal de General Cepeda a buscar al alcalde Rodolfo Zamora Rodríguez, quien le había ofrecido cambiar la fachada de su casa en el ejido Ojo de Agua, a unos 15 kilómetros de la cabecera municipal.
Estando allí una secretaria le dijo al Edil que Juana era panista, y preguntó si la iban a incluir en la lista de apoyo que darían a los ejidatarios, a lo que Zamora respondió:
“Los apoyos son para puro Guadalupano, pero tricolor, no para los demás”, y le negó la ayuda a Juana. La mujer de cabello blanco no se quedó callada: “Pero usté nos tiene que dar a todos, aunque sea del color que sea. Si yo siempre he sido panista y esa es mi tradición”, aunque la refutación no tuvo éxito.
Juana vive en una de las primeras casas del ejido Ojo de Agua. Es devota del Niño Jesús y sólo está esperando a que disminuya el frío para poner el árbol de Navidad. Dice que no lo ha puesto porque con las dos nevadas se le humedecieron 3 cuartos y el baño que tiene en la entrada, y para evitar que se le dañen sus “niños” esperará hasta el 6 de enero, día que hará la tradicional “levantada” junto a su familia.
“Mire, tengo cinco. No les he puesto su pinito porque con la nevada se nos humedeció y se me iban a dañar, nomás los puse de manera provisional en ese tejabancito”, dice la mujer acompañada de sus bisnietos Mariana, Yatziri y Alan.
A esta hora de la mañana el termómetro marca 11 grados por la llegada del frente frío número 19 y Juana calza huaraches, falda debajo de las rodillas y trae un empalme de blusas para cubrirse del frío. Adentro, en la cocina, tiene prendida una chimenea donde calienta el agua para bañarse y le ayuda a mantener más caliente la casa.
“Ahorita ni se siente frío porque tengo la chimenea prendida, allí calentamos el agua para bañarnos o ponemos el comal para echar unas tortillas o gordas, con eso nos mantenemos calientitos un rato”, dice resignada.
‘SE VA COMO EL AÑO VIEJO’
A unos metros de donde vive Juana, justo enfrente de la Biblioteca Municipal, vive Celestino García Sosa acompañado de su esposa Alejandra Otero Gómez.
En su casa también se humedecieron varios cuartos por el deshiele de la segunda nevada registrada el 15 de diciembre y para mitigar la humedad tuvieron que cubrirse con tres hules.
A esta pareja de ancianos el Gobierno Municipal tampoco los apoyó con ningún tipo de material durante las tormentas invernales.
“Yo veía que iban varias gentes a pedirle a Rodolfo que les diera cobijas para el frío, pero él nomás les decía que sí y nunca les daba nada. Entonces, ¿para qué iba yo? si nomás era dar vueltas y vueltas, mejor no”, refiere Celestino.
Afuera de la casa tienen un montón de arena y grava que les mandó el Alcalde antes de las elecciones, también les hizo llegar dos bultos de cemento y tres de cal.
“Mire, ahí está la arena, no la pudimos usar porque ya no tenemos cemento. Sí lo usamos para echar un techito pero nos faltó. Ahora que necesitamos que nos apoyen ni nos han dado nada”, dice Alejandra mientras remueve un montón de basura que acaba de quemar.
A unos días de que termine la gestión del dos veces alcalde, Celestino ya no tiene nada qué decirle al alcalde Rodolfo Zamora, porque “ya se va como el año viejo” pero confía que con el presidente municipal electo, Juan Salas Aguirre, el municipio sea diferente.