Cuestión de tasas
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El asunto aquí a destacar -y que debe de llevarnos a un análisis cauteloso del tema-, tiene que ver con la cuestión de las tasas
Continúa el tema en el debate público con relación a si ya nos encontramos en el inicio de una recuperación o si sólo estamos presenciando el final de la caída.
De acuerdo a diversos indicadores económicos que han fluido en semanas recientes, pudiera pensarse que ya hemos dejado atrás las caídas en diversas variables y nos enfilamos a
la recuperación.
El asunto aquí a destacar -y que debe de llevarnos a un análisis cauteloso del tema-, tiene que ver con la cuestión de las tasas. Más específicamente, respecto a qué momento se están realizando esas comparaciones.
Por citar el ejemplo más relevante, el dato del PIB correspondiente al tercer trimestre, muestra una caída del 8.6% a tasa anual (es decir en relación con el periodo julio-septiembre del año pasado). No obstante, en su comparación contra el trimestre inmediato anterior se registró un crecimiento del 12%. Ya se imaginará usted cuál de las dos cifras fue la que presumió el Presidente en su conferencia mañanera.
Esta misma realidad la podemos observar en otros frentes. El pasado viernes el Inegi divulgó los datos correspondientes al consumo privado y a la inversión fija bruta para el mes de agosto.
Empecemos por el Indicador Mensual de la Inversión Fija Bruta.
Durante agosto se observó un crecimiento mensual de 5.7%. La buena noticia es que ello representó su tercer mes al hilo con incrementos en este indicador a tasa mensual, después de haber experimentado caídas durante cuatro meses consecutivos a raíz de la pandemia. Lo malo es que si tomamos la tasa respecto a agosto del año pasado, tuvimos una caída del 16.6%, acumulando ya diecinueve meses ininterrumpidos con retrocesos.
Algo similar sucede con el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), que a tasa mensual tuvo un incremento del 1.8%, sumando una racha de tres meses consecutivos al alza después de haber registrado cuatro registros continuos de caídas durante el confinamiento. No obstante, en su comparación anual el IMCPMI se contrajo 13.1%, contabilizando ocho meses consecutivos de caídas.
Así podremos seguirle con otros indicadores y nos dará una radiografía similar a estos casos. Las tasas anuales siempre nos darán una visión mucho más real, toda vez que comparamos los mismos períodos de diferentes años.
No obstante, en esta época que nos toca vivir de contracción económica las tasas mensuales o trimestrales -según sea el caso del indicador que nos ocupe-, nos son de utilidad para señalarnos si hay un cambio de tendencia o no. Aunque no debe confundirse un cambio de tendencia con una recuperación. No nos dejemos engañar.
Economista y Catedrático de la Facultad de Economía de la UAdeC
@guillermo_garza
Guillermo E. Garza De La Fuente