El Sistema Nacional Anticorrupción
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El peor ingrediente para que haya un México estancado, es la corrupción y la impunidad institucionalizada. El dictamen para crear el Sistema Nacional Anticorrupción nace viciado, adolece de omisiones graves y vaguedad equivalente a plan con maña.
Los servidores públicos estarán obligados a presentar su declaración patrimonial y de conflicto de interés. Faltó enunciar la segunda “D”: Declaración de impuestos de los últimos cinco años, cuando menos.
Se faculta al Congreso para expedir la ley general que establezca las bases de coordinación del Sistema Nacional Anticorrupción y el Legislativo tendrá un año, a partir de la entrada en vigor del decreto, para aprobar leyes generales, así como las reformas a la legislación.
Leyes, leyes y más leyes sin implementación cuidadosa, ni cabal ejecución, se convierten en trampas para que el Estado de Derecho deje de ser solo palabras en el discurso político y fosa común para la construcción de una Democracia donde los ciudadanos nos sintamos realmente representados y protegidos.
Así las cosas, sin intención de avance en rendición de cuentas y transparencia, pasarán el año 2016 y el electoral 2017. Como pasaron el 2013, 2014 y 2015.
Un Comité de Participación Ciudadana integrado por cinco ciudadanos destacado por su contribución a la transparencia, rendición de cuentas o combate a la corrupción, será nombrado para diseñar y promover políticas de fiscalización y control de los recursos públicos; prevenir, controlar y disuadir faltas administrativas y hechos de corrupción con especial atención a las causas que los generen.
Al desechar la posibilidad de que los legisladores puedan ser sometidos al escrutinio popular y con ello ganarse su permanencia en las Cámaras, seguiremos observando ausentismo, poca productividad o calidad legislativa, además de la estampida en vacaciones, dejando tirados asuntos importantes.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina