Mexicana devela misterios del cerebro adolescente

Vida
/ 25 enero 2016

La doctorante mexicana Lucía Magis Weinberg estudia en University College London (UCL) cómo se desarrolla el cerebro en la adolescencia

MÉXICO.- La doctorante mexicana Lucía Magis Weinberg estudia en University College London (UCL) cómo se desarrolla el cerebro en la adolescencia. Una de sus primeras conclusiones es que en esta etapa de la vida dicho órgano tiene un desarrollo importante y la maduración cerebral sucede a diferentes velocidades y en diversas áreas del mismo.

Esta maduración diferencial genera un estado un desequilibrio que impacta su comportamiento: “La parte del cerebro que podría compararse con el acelerador de un coche es la relacionada con emociones y recompensas, y madura antes que el freno, la corteza prefrontal, cuya tasa de maduración es mucho más lenta”.

La estudiante mexicana en Neurociencias Cognitivas explica que este desequilibrio en los adolescentes hace que sean más propensos a tomar riesgos y malas decisiones cuando se enfrentan a situaciones con muchas emociones y bastantes recompensas, como puede ser el consumo de drogas, el deseo de impresionar a sus pares o de estar en una fiesta.

Lucía, quien estudió en la Facultad de Medicina de la UNAM, siempre quiso hacer investigación en neurología y psiquiatría. “Me interesaba particularmente la investigación sobre neurodesarrollo en sujetos sanos; entonces busqué los laboratorios que hicieran este tipo de trabajo y encontré un laboratorio en UCL. Allí hice la maestría con apoyo de Conacyt, al igual que el doctorado”.

Magis Weinberg detalla que en su investigación compara adolescentes con adultos. Los invita a que vayan al laboratorio y practiquen juegos de computadora. Ahí miden su memoria, capacidad de atención y control de impulsos, a fin de observar su conducta.

Los participantes pueden hacer las pruebas sentados frente a la computadora o dentro de un aparato de resonancia magnética, una técnica de neuroimagen que al medir indirectamente consumo de oxígeno permite cuantificar la actividad cerebral. Lo anterior les permite a los investigadores contrastar cómo los patrones de la actividad cerebral asociados a la posibilidad de resolver estas tareas son diferentes en adolescentes y en adultos.

“En uno de los últimos experimentos los participantes realizaron pruebas de memoria y medimos cuántos errores tienen los adolescentes y adultos cuando hay recompensa económica y cuando no. Entonces comparamos cuánto les afecta la recompensa económica para realizar tan bien la tarea de memoria”.

Además de las pruebas de conducta, mediante la resonancia magnética, los investigadores pueden ver qué regiones del cerebro se activan más y cuáles no en determinados momentos de las pruebas, a fin de comparar los patrones de actividad en adolescentes y adultos.

Durante la adolescencia la capacidad de regular la conducta es mucho más susceptible al entorno, en particular si hay recompensas o emociones fuertes de por medio.

“Me gustaría entender cómo funciona el cerebro de los adolescentes en momentos particularmente vulnerables, si pensamos en las drogas y adicciones como el alcohol y el tabaco, con el fin de conocer la manera en que el cerebro podría controlar mejor el comportamiento. Esta perspectiva comparativa de grupos de edad nos ayudaría a entender mejor los procesos de adicción y su desarrollo en la adolescencia, ya que es una etapa de particular riesgo para desarrollar una adicción”.

Es importante mencionar que fue hasta la década de los 90 que se inventaron técnicas de neuroimagen no invasivas que permitieran estudiar niños y adolescentes. En las últimas dos décadas se ha encontrado que el sustrato cerebral tiene mucho que ver en sus cambios, porque antes los estudios se enfocaban sólo en las hormonas; sin embargo, la estructura y el funcionamiento del cerebro cambian mucho.

Fue con el desarrollo de las técnicas de resonancia magnética que los especialistas obtuvieron evidencia de que el cerebro de los adolescentes cambia mucho y esto explica en parte su comportamiento. Esto fue lo que le atrajo a Lucía Magis Weinberg para estudiar neurociencias y, una vez que concluya su doctorado, aspira a regresar a México y continuar con esta línea de investigación. Paralelamente realiza a las actividades de divulgación para el blogs Neuromexico.org.

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