Moody’s podría cambiar calificación de México en abril
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La agencia Moody’s puede completar una acción de calificación sobre la nota de México, que es “A3”, “en cualquier momento a partir del 30 de marzo”, advirtió Jaime Reusche, analista soberano para México en la firma
La agencia Moody’s puede completar una acción de calificación sobre la nota de México, que es “A3”, “en cualquier momento a partir del 30 de marzo”, advirtió Jaime Reusche, analista soberano para México en la firma.
Esa es la fecha en la que se cumplen 12 meses de que la agencia cambió a Negativa la perspectiva de calificación soberana del país.
Entrevistado por El Economista, admitió que la cancelación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), será “muy probablemente” el origen de un nuevo recorte de calificación soberana para México, por las implicaciones que tendrá en la actividad económica y en la respuesta de las autoridades.
“Es difícil tratar de evaluar, a través del ruido que se está presentando antes del inicio de las negociaciones, el impacto que tendría en México un cambio en la política comercial de Estados Unidos, particularmente si se revisa el TLCAN. Pero estamos tratando de proyectar lo antes posible cuál sería el efecto en la economía y la reacción del gobierno mexicano, bajo una serie de escenarios”.
El peor de los contextos que está planteando Moody’s supone “un deterioro marcado en la postura fiscal de México para tratar de compensar el impacto que tendría la cancelación del NAFTA, sobre una economía muy golpeada”.
Bajo este escenario, que incluye altos aranceles para exportaciones mexicanas, reconoció que “se recortaría la calificación”.
El mejor de los escenarios, relató, contempla una renegociación del TLCAN en algunos capítulos, que impacta de manera leve en la economía y queda efectivo algún tipo de arancel leve, que puede ser compensado por la depreciación del peso mexicano.
Bajo este escenario, se aislaría el impacto en las finanzas públicas, que es lo que al final del día evalúa la agencia, planteó Reusche.
Por último, está el escenario más probable para México, que supone una mezcla de los dos anteriores que no demandaría una reacción mayúscula de la política fiscal.
Pemex y consolidación, impacto acotado
El analista recordó que cuando cambiaron a Negativa la perspectiva de calificación para México eran dos los mayores riesgos que veía la agencia como origen de un recorte de la nota, y tenían que ver con Pemex y las implicaciones de un rescate público, así como el avance de las autoridades para lograr una consolidación fiscal.
Ahora, a 51 días de que se cumpla un año del cambio de perspectiva, cambió la naturaleza del riesgo para la nota soberana de México, siendo la reordenación de la política comercial de Estados Unidos con México el nuevo foco de atención.
“La connotación del riesgo ha cambiado y ya no se enfoca tanto en Pemex y su impacto en las cuentas fiscales, porque ya vimos un progreso en el rescate articulado por el gobierno y ya vimos también que no tuvo un efecto negativo en las finanzas públicas”, argumentó.
Reconoció que se presentó un mayor endeudamiento por parte del gobierno mexicano en el 2016, a partir de un déficit fiscal de 2.9% que rebasó el objetivo de 2.5% del Producto Interno Bruto.
Pero enfatizó que les queda claro que en todo el año hubo un esfuerzo de consolidación que llevó a una reducción efectiva del gasto público hasta el mes de noviembre.
Entienden que en diciembre se presentó un repunte, como una acción de anticipación para fondeo de obligaciones y compromisos, en una estrategia oportuna que les permitió aprovechar, precisamente, la consolidación lograda hasta ese momento.
No ampliará reacción del mercado
El analista descartó un impacto mayor en las condiciones de fondeo para México, ante un eventual recorte de calificación en la nota.
Cabe aclarar que en ningún momento el analista se comprometió con acción alguna de calificación para México.
“El mercado reacciona ante noticias de corto plazo y, sobre todo, los vehículos como los Credit Default Swaps, son más volátiles. La idea de una calificación es un análisis mucho más estable, que tratamos de ver más allá del ciclo, del corto plazo y se va más a temas estructurales”, aseveró.
Admitió que “a veces pareciera que nos rezagamos con respecto al impacto del mercado”, pero es precisamente porque se toman tiempo en evaluar la situación.