Ningún ser humano es ilegal: Arquidiócesis Primada de México sobre Caravana Migrante
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La Arquidiócesis pide a la comunidad católica del país acoger al forastero y proteger a estas personas en su paso por nuestras tierras
Ante un histórico éxodo de migrantes que persiguen el ‘sueño americano’ y que hoy transita por nuestro territorio, la Arquidiócesis Primada de México pide a la comunidad católica del país acoger al forastero y proteger a estas personas en su paso por nuestras tierras.
A través de su editorial en el semanario Desde la fe, que titula: “Nuestro deber con los migrantes”, la iglesia señaló que ningún ser humano es ilegal, y esta manifestación legítima de miles de personas que buscan su supervivencia o un mínimo de decoro en su estilo de vida, debe ir más allá de sospechas, indicios e implicaciones políticas o legales, pues constituye un grito de denuncia del “silencioso e inhumano desplazamiento”.
La Arquidiócesis que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes, refiere que no son pocas las voces que advierten detrás de este drama humano un intento por desestabilizar a México y a los Estados Unidos, o los que ven la mano estratega del propio presidente norteamericano Donald Trump en el sentido de impedir que la caravana centroamericana logre llegar a la ‘tierra prometida’. Los resultados, dice, se verán reflejados en las elecciones intermedias de noviembre.
El documento resalta que, si bien la Iglesia no puede dejar de señalar que la movilización humana, tanto en América Central como en México, “constituye sólo la punta del iceberg del sufrimiento de millones de personas a causa de la pobreza, la injusticia, la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades, no es momento de culpabilizar a nadie”.
Por último, el editorial mencionó que, en estos momentos, para los mexicanos el mayor reto consiste en “no ver en la Caravana Migrante una amenaza a nuestro bienestar, sino una oportunidad de servir cristianamente a quienes lo han dejado todo por alcanzar una vida más digna, sin olvidar que, en la migración, no son números los que están juego, sino vidas humanas, como nos lo recuerda constantemente el Papa Francisco”.