Nostalgia por el Cine Palacio en Saltillo
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Al ver las fotografías de lo que será una nueva zapatería que ocupara el emblemático Cine Palacio en el Centro de Saltillo, algunos ciudadanos no pudieron evitar la nostalgia y expresar su molestia.
Ciudadanos mostraron su molestia al darse cuenta que el Cine Palacio ya va a ser remodelado y está a punto de perder su vocación, al estarse preparando la instalación de un centro comercial.
Rogelio Castañón expresó que pronto Saltillo ya no tendrá nada colonial y los niños no conocerán cómo era la ciudad en realidad.
“Se están perdiendo todos los valores que tienen nuestra ciudad, nuestro estado, están quitando todo lo colonial y están metiendo cosas modernas que viene a perjudicar porque la niñez ya va a tener otro tipo de aprendizaje, deberían de remodelar los edificios así de darles vida, de conservarlos para que los con niños los vean”, afirmó Castañón.
María Luisa Luna opinó que sólo está importando el dinero y no que la gente tenga lugares económicos a donde ir a divertirse.
INBA respalda conservación el Cine Teatro Palacio
El Cine Teatro Palacio si está protegido. El inmueble está catalogado como “Inmbeble de Valor Artístico” por el Instituto Nacional de Bellas Artes, ellos mediante una carta comunicaron al Alcalde Isidro López Villarreal que cualquier modificación que se pretenda hacer al inmbueble tiene que ser aprobada por ellos.
La situación llegó a manos de la arquitecto Dolores Martínez Orralde, directora de de arquitectura y conservación del patrimonio artístico inmueble del INBA, gracias a e Francisco Martínez, el especialista en gestión y patrimonio cultural que charló con VANGUARDIA el pasado 12 de noviembre. El expuso la venta y posible remodelación del recinto y el organismo reaccionó mediante el comunicado catalogado como “URGENTE”.
La misiva deja claro que el inmueble, por sus características físicas y la época de construcción, está incluido en la Relación del INBA de inmuebles con Valor Artístico.
El texto confirma que el recinto fue construido bajo la influencia del Art Decó y esto lo brindda de características estéticas únicas, lo que es suficiente motivo para proteger el recinto.
Además de su competencia federal, el INBA tiene la autoridad para velar por el patrimonio cultural del siglo 20.
Edward Hopper pinto el Cine Palacio en su paso por Saltillo.
Pasamos por el Cine Palacio, al que vemos con otros ojos, con los de Hopper. Y justo en la acera frente al Palacio, en Victoria, algunos pasos más adelante, Federico Jordán me señala la casa donde dice que a Hopper lo hospedó el señor Gabriel Ochoa Aguirre en aquellos años.
Timbramos y nos abre su nieto, un señor de avanzada edad, Alejandro Morelos Ochoa, quien dice que sí sabía que su abuelo era amigo de un pintor, y que le han platicado de la pintura de "El Palacio", sólo eso. Jordán me dice que conoció al padre de nuestro interlocutor, Gabriel Morelos -empresario, agricultor y dueño del Cine Palacio y el Cine Florida en Saltillo-, hoy fallecido. Y que hospedó a Hopper; asegura, en esta casa.
Pero lo que importa es la Casa Guarhado (Victoria 404), donde dice Gail Levin que Hopper pintó los otros tres cuadros. La casa hoy ya no existe. En su lugar está un alto edificio de oficinas, el cual hospeda abajo una sede del Instituto Estatal del Empleo y tiene su propio estacionamiento. Sólo alcanzamos a ver, a su lado izquierdo, parte del edificio que plasmó Hopper en "Saltillo Mansion" (1943, The Metropolitan Museum of Art, NY). Apenas se aprecia, pues el inmueble de oficinas deja poco espacio para echarle un vistazo en el nicho entre edificio y edificio. Hopper lo pintó de frente, donde hoy ventanas y varios pisos se imponen. Permanece esta "mansión", que es hoy un lugar donde venden pizzas, y donde se ven todavía los motivos de leones que tiene en sus balcones, capturados por el pintor.
Desde el techo de esta casa desaparecida, en donde Hopper primero se asentó en esta ciudad, en 1943, pintó también "Palms at Saltillo" (1943, colección del señor y la señora Bernstein, New Rochelle, NY), con casas de la acera de enfrente y unas palmas, pero hoy sólo hay locales de ropa y otros artículos; y el "Sierra Madre at Saltillo", que muestra las montañas de la ciudad a lo lejos, y techos que casi tapan al Cine Palacio y el templo metodista.
Lo cierto es que la aventura nos da una nueva perspectiva de Saltillo. Y una nostalgia imborrable, pintada por un genio. ¿Quién iba a decirlo? Saltillo fue la musa de Hopper por su clima, un clima que primero lo hizo instalarse a pintar, y que luego lo hizo retirarse: según Gail Levin, en su último viaje, en 1951, la condiciones antes benignas, ahora fueron lluviosas y ventosas, haciendo que desistiera de continuar su trabajo. Pasearse por estos lugares debería estar en una nueva guía turística. Y los paisajes, grabados en el ojo de cada saltillense.