‘Pactos’

El mundo funciona y se mueve a base de compromisos, pactos, contratos. Desde rudimentarios apretones de manos hasta documentos de decenas de páginas redactados por abogados de todo tipo. A veces se nos olvida lo relevante que son los acuerdos entre partes para que las cosas se muevan. Desde hace siglos, tribus, comunidades o países vecinos confiaban en que pactos de no agresión serían suficiente para mantener una paz frágil y tensa, pero paz al fin. O de la misma forma confiaban en que las leyes eran pactos entre estado y ciudadanos.

Vivimos en tiempos en que la información y la desinformación hacen que los acuerdos y pactos establecidos estén siempre bajo sospecha, duda o litigio. En el peor de los casos, se ignoran los compromisos hechos y se actúa como si nunca hubiera existido ese apretón de manos. Escribo estas líneas desde algún punto en Turquía, a donde he venido de vacaciones con mucha curiosidad y ánimos por aprender. Generalmente procuro absorber y entender qué es lo que hace a un país, y encuentro que son esos acuerdos, contratos o pactos que determinan el rumbo que un país tomará. En el caso de Turquía, por ejemplo, se encuentra en una posición geopolítica compleja (y tal vez envidiable). Turquía se ha encontrado en la disyuntiva de “jalar” para el lado de Europa, para el lado de Rusia o el del fundamentalismo islámico. Tan sólo en esta semana han logrado un cierto nivel de bendición (pacto) por parte de Trump para atacar a los Kurdos del norte de Siria, establecidos cerca de la frontera turca. Al mismo tiempo parecen tener pactado con Rusia el alcance de dichos ataques. Mientras me desplazo como si nada por lugares turísticos de Turquía en el norte, centro y oeste del país, las tensiones en el sureste se muestran en transmisiones en vivo a todas horas. Para fines prácticos, Turquía está en guerra porque hubo quienes decidieron unilateralmente deshacer pactos establecidos. Trump abandonó a los Kurdos, quienes lo habían ayudado a controlar a ISIS y pactó (parece que sin apoyo de su Congreso) con Turquía para que estos pudieran atacar a quienes consideran enemigos y terroristas (los kurdos). Para cuando estas líneas se publiquen habré visto si el nivel y calidad de los acuerdos entre países harán que tenga que ajustar planes de viaje o no.

Menciono el caso turco y kurdo solamente por el hecho de que nunca había estado físicamente tan cerca de una zona de conflicto (unos 400 kilómetros) y que son pactos establecidos que son rotos los que causan el conflicto. Pero lo relevante es que en los últimos días vemos ejemplos claros donde se establecen o rompen acuerdos o pactos para aparentemente acabar peor que antes. Así, tenemos que en México hay un ministro de la Suprema Corte (la palabra “suprema” parece ya quedarle grande a la Corte) que renuncia sin mayores explicaciones o investigación. Todo huele a un pacto. Sí, uno más como el que muchos quisiéramos que no fuera cierto entre el gobierno actual de AMLO y su 4T con el gobierno anterior de Peña Nieto. Es como si AMLO, alguien que parece sensato, no pudiera entender que para que México se transforme como él pretende es necesario dejar los pactos a un lado y aplicar toda la ley a quienes tengan algo que responder. No se puede pasar por alto que un ministro haya robado o lavado dinero y simplemente darle la vuelta a la hoja porque renunció. Tampoco hacer como que nada pasó con EPN y sus 40 ladrones. La gente clama justicia. La gente ya no quiere pactos y acuerdos turbios. Mantener al País operando a base de acuerdos de ese tipo solamente postergará las verdaderas transformaciones que se necesitan y aumentará el riesgo de que un día el pueblo, ese que AMLO dice tener muy en cuenta, se cansé y se levante como nunca antes. Tratar a los corruptos y enemigos con pactos a la medida, mientras se aplica la poca ley que hace al ciudadano indefenso, solamente logrará el hartazgo de la población y no habrá cheque o tarjeta de débito suficiente para calmar al monstruo de mil cabezas.

No perseguir y enjuiciar a Medina Mora (como a tantos otros que parecen, caminan y hacen como pato) será uno de los errores más graves que este gobierno que busca transformar a México puede cometer. El pueblo bueno exige #NoMásPactos, porque el único pacto que cuenta es con el pueblo.

@josedenigris

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