Salen de Guatemala y llegan a 'Guatepeor'; refugiados centroamericanos en Saltillo
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Solo promesas de ayuda reciben de la Agencia de la ONU para los Refugiados
Los embates económicos causados por el coronavirus le han pegado también a las familias de refugiados que viven en Saltillo.
Es el caso de Rafael Linares y Amanda Iglesias, un matrimonio que hace cosa de tres años llegó a esta ciudad con sus cinco hijos en busca de un porvenir mejor.
Ellos viven ahora, porque no encontraron otro lugar, en una casa de renta en obra negra, junto a un arroyo, en la colonia Omega.
Rafael es chofer de un auto de alquiler y en los últimos meses se las ha visto duras por la falta de pasaje que ha provocado el “quédate en casa”.
Amanda es una ama de casa que día con día, desde hace dos meses ha visto cómo su alacena y refrigerador se van quedando vacíos.
Hasta ahora, la familia, que había salido de San Pedro Sula, Honduras, huyendo de las Maras y de la pobreza, no ha recibido apoyo alguno que pueda paliar sus carencias, ni por parte de la Agencia de la ONU para los Refugiados, (Acnur) ni muchos menos de autoridades o dependencias sociales.
Solo aguarda con paciencia que acabe la pesadilla de la contingencia para que las cosas en casa vuelvan a la normalidad.
Entrevistada al respecto, Ana Lorena Galindo Cepeda, jefa de la oficina de Acnur en Saltillo, informó que para hacer frente a la situación de crisis que ha provocado la pandemia, la Acnur ha implementado diferentes alternativas o vías de apoyo para las personas refugiadas o solicitantes de asilo.
“Una es la asistencia humanitaria que se entrega en efectivo a las personas refugiadas…”, explicó.
Subrayó que para la Acnur es de alta preocupación el hecho de que las personas que ya llevaban un proceso de integración a la comunidad, puedan caer en una situación de pobreza por la falta de empleo o ingreso económico,
“Porque, como tú sabes, las personas refugiadas carecen de una red de apoyo familiar, de amigos o conocidos…”, agrega.
Comentó que la Acnur ha tratado de fortalecer las capacidades del albergue para refugiados de la Casa del Migrante, con la dotación de insumos a fin de que la aldea pueda dar respuesta a la gente que tiene alojada.
Declaró que próximamente, en coordinación con las autoridades, la Acnur hará entrega de despensas a familias de refugiados y otros sectores vulnerables de la comunidad.
— ¿Y cómo para cuándo va a ser eso?, porque las familias ya están desesperadas…, se le preguntó.
— Estamos finalizando el proceso de licitación y compra con el proveedor. En cinco o seis días, cuando mucho, ya podamos estar entregando...
Y precisó que la aportación será de entre 400 y 500 paquetes alimentarios para igual número de familias.
“La verdad es que nosotros estamos tratando de hacer frente de la mejor manera posible a esta situación desconocida para todos. La Acnur tiene el compromiso de dar respuesta, con todas sus capacidades, a las personas que requieran protección internacional, y nuestro reto será garantizar que prevalezcan las condiciones para que se pueda asegurar esa protección a esas personas”.