Se dicen listas para combatir en Michoacán; autodefensas aún plantan cara al narco

Nacional
/ 29 octubre 2017

Afirman que el Estado aún no está libre de cárteles, y que hay más presencia que sólo pequeñas células

Morelia, mich.- Con la capacidad para reunir en cuestión de minutos a decenas de personas ante cualquier situación de riesgo en seguridad, los líderes de los primeros grupos de autodefensas de Michoacán mantienen la organización que les permitió desterrar a los grupos criminales de sus tierras.

El Universal buscó a los principales líderes y fundadores de dichas guardias comunitarias, que se organizaron y confrontaron a organizaciones como Los Caballeros Templarios.

A pesar de que limpiaron de criminales sus comunidades, los alrededores son acechados por los reductos de templarios y nuevas células del crimen organizado, por lo que advierten que, de ser necesario, volverían a levantarse en armas para rescatar a sus familias de la violencia.

El pasado 20 de octubre, el alcalde de Coalcomán y exintegrante de las autodefensas, José Misael González Fernández, sufrió un atentado en el que resultó lesionado con un tiro en el hombro y quedó malherido su escolta. Previamente, el presidente municipal de Paracho, Stalin Sánchez González, fue asesinado el 6 de octubre cuando salía de su casa.

Por estos hechos, el fin de semana pasado, la comunidad de Santa María Ostula, en el municipio de Aquila, volvió a levantar la voz y se movilizó para reforzar el blindaje en la zona junto con los sus pares de Chinicuila, Coahuayana y Tepalcatepec, en la región Sierra-Costa.

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Radiografía de la región El gráfico muestra los principales municipios
donde se organizaron las defensas comunitarias,
así como a quienes las encabezaron durante su última lucha armada.
 

Contradicen versión del procurador

El comandante de la Policía Comunitaria de Santa María Ostula y uno de los fundadores de las autodefensas de la localidad, Cemeí Verdía Zepeda, aseguró que Michoacán aún no se ha limpiado de criminales y negó que solamente queden pequeños grupos o reductos de los cárteles, como lo ha dicho el procurador de Michoacán, José Martín Godoy Castro.

Las armas

Oficialmente, el 14 de abril de 2014, Alfredo Castillo Cervantes, designado comisionado federal para la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán, anunció el desarme de las autodefensas, ante la oposición de los comunitarios. Sin embargo, llegaron a un acuerdo para “institucionalizarlos” como cuerpos de seguridad rurales y certificar sus armas ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El desarme inició el 28 de abril en el municipio de Coalcomán. Los comunitarios se comprometieron a resguardar en sus casas el armamento, ya que la intención, señalaron, era tener con qué defenderse en caso de un nuevo ataque criminal.

A pesar de que las armas fueron registradas, quedó en incógnita el paradero de éstas, por ejemplo, de los lanzagranadas que las autodefensas iban recuperando durante la lucha para después combatir con esos mismos artefactos a los templarios.

Sus orígenes

Aunque los principales fundadores -Hipólito Mora, Juan José Farías “El Abuelo” y Ángel Gutiérrez “El Quiro”- planearon el movimiento desde diciembre de 2012, fue hasta el 24 de febrero de 2013 cuando surgieron como grupos de civiles armados denominados autodefensas o guardias comunitarias, en la tenencia de La Ruana, municipio de Buenavista y Tepalcatepec.

Posteriormente, en Buenavista Tomatlán se levantó un grupo liderado por Luis Antonio Torres González, conocido como “Simón” o “El Americano”.

Tanto Tepalcatepec como Buenavista Tomatlán se encuentran asentados en el corazón de Tierra Caliente y fueron asediados varios años por Los Caballeros Templarios, encabezados por Nazario Moreno González “El Chayo” y Servando Gómez Martínez “La Tuta”.

Debido a la riqueza por la producción de diferentes productos agrícolas como mango, limón y aguacate, además de ser una zona ganadera y el territorio factible para la siembra de marihuana e instalación de narcolaboratorios, Tierra Caliente era un blanco perfecto para las acciones de los cárteles.

Por ello, los pobladores se organizaron para crear sus propios grupos. Durante 10 meses, la lucha civil armada se extendió a 32 comunidades de la entidad, donde la población se armaba para “limpiar” sus pueblos de criminales, con el apoyo de las primeras autodefensas. 

Con acuerdo de la iglesia, líderes de las comunidades y comandantes del movimiento lograron que al tronar de cohetones o sonar las campanas de las iglesias se les avisara a los habitantes que era el momento de reunirse en la plaza principal y sacar sus armas.

Debido a la magnitud numérica del movimiento civil armado, el Consejo General de Autodefensas y Guardias Comunitarias de Michoacán (CGAGCM) aseguró que era imposible tener un padrón o una cifra cercana de cuánta gente se integró a la lucha.

En esos días, en las concentraciones y barricadas -filtros de seguridad- se apreciaban desde adultos, adultos mayores, hasta jóvenes, mujeres y hasta empresarios.

Fausto Vallejo, entonces el gobernador del estado, tildó a los guardias comunitarios de “delincuentes”, pero sin detener la ola de violencia desatada por los grupos criminales, lo que generó que el movimiento civil creciera más rápidamente. 

Entre los integrantes del gabinete detenidos por presuntos vínculos con la delincuencia organizada llamó la atención la de Jesús Reyna, secretario de Gobierno y gobernador interino.
Ante la situación de inseguridad en el estado, el 3 de enero de 2014, el gobierno federal designó a Alfredo Castillo Cervantes como comisionado federal para la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán.

En ese contexto, el gobierno federal advirtió que no permitiría más civiles armados en la entidad y puso en marcha la Fuerza Rural, como respuesta a los grupos de autodefensas. Le entregó a cada comunitario un rifle AR-15 calibre .223 y una pistola escuadra calibre 9 milímetros, armas permitidas para ese cuerpo policial, pues son los mismos calibres que portan las fuerzas de seguridad estatales. 

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Fechas relevantes

24 de febrero 2013: Surgen los grupos denominados autodefensas o guardias comunitarias.

3 de enero 2014: El gobierno federal designa a Alfredo Castillo como comisionado federal para la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán.

14 de abril 2014: Alfredo Castillo anuncia el desarme de las autodefensas, ante la oposición de los comunitarios.

28 de abril 2014: Inicia el desarme en el municipio de Coalcomán.

11 de mayo 2014: Anuncia Alfredo Castillo la creación oficial de la Fuerza Rural Michoacán, integrada por elementos de las autodefensas.

11 de marzo 2016: Se oficializa la extinción de la Fuerza Rural Michoacán, para conformar la nueva Policía Michoacán.

 


¿Qué ha pasado con los dirigentes?

Morelia, Mich.- Tras el desarme de los grupos de autodefensa en Michoacán en 2014, algunos de los principales líderes y fundadores del movimiento se regresaron a sus hogares, al campo y a sus huertas o negocios, otros más incursionaron en la política; dos fueron ejecutados a tiros y no faltaron quienes se convirtieron en prófugos de la justicia por imputaciones en su contra por delincuencia organizada, homicidio y otros delitos. 

En el caso de las dos mujeres que ejercieron liderazgo en las guardias comunitarias de Aquila, María de la Luz Sandoval, y de Tepalcaltepec, Juana Francisca Reyes “Comandante Juanita”, dejaron las armas por el cuidado de sus familias.

Otros incursionaron en la política, como el caso de Misael González, quien pasó de ser fundador de las autodefensas en Coalcomán a alcalde de ese Ayuntamiento, que lo convirtió en el primer presidente municipal emanado de una lucha armada civil. Sin embargo, recientemente fue víctima de un atentado que lo dejó con un hombro herido y uno de sus escoltas quedó grave.

Cemeí Verdía, fundador en Santa María Ostula (Aquila), regresó a la agricultura, pero continúa como comandante de la guardia comunitaria; al igual que Héctor Zepeda, en Cuahuayana, quien permanece como líder de autodefensas. 

Estanislao Beltrán “Papá Pitufo”, otrora fundador de las autodefensas de División del Norte (Buenavista), regresó a la producción de limón.

Dos de los dirigentes de grupos fueron ejecutados: Jesús Bucio, de Tancítaro, y Enrique Hernández, de Yurécuaro. 

Otros pioneros

Para el agricultor y ganadero Hipólito Mora, quien fundó el primer grupo de autodefensas en la tenencia de La Ruana, del municipio de Buenavista, la lucha armada terminó luego de que el 16 de diciembre de 2014 la Fuerza Rural fuera atacada por el grupo armado de Luis Antonio Torres González, “Simón” o “El Americano”, y donde murió su hijo.

Aunque en 2015 Mora buscó una diputación federal por Movimiento Ciudadano, hoy se dedica al activismo social y a sus huertas de limón.

Ángel Gutiérrez “El Quiro”, el otro iniciador de las autodefensas en el municipio de Tepalcatepec, regresó a sus actividades ganaderas.

Héctor Zepeda Navarrete encabezó un grupo de autodefensas en Coahuayana. A pesar de haber sido institucionalizados como Fuerza Rural, “Teto” Zepeda se mantiene al frente de la seguridad de esa región y asegura que “esta lucha no tiene fin”.

Luis Antonio Torres González “Simón” o “El Americano” y Nicolás Sierra Santana “El Gordo” también lideraron los grupos de autodefensas en la región de Tierra Caliente. Ambos son prófugos, acusados de delincuencia organizada, secuestro y homicidio. 

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