A seis meses de asumir el cargo, Hope Hicks renuncia como jefa de comunicaciones de Trump
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Hicks forma parte del círculo más estrecho de Trump, con quien comenzó a trabajar tres años antes de que anunciara su candidatura presidencial.
La jefa de comunicaciones de la Casa Blanca, Hope Hicks, nombrada hace seis meses, renunció a su cargo y se convirtió así en la cuarta persona que deja el puesto en el Gobierno de Donald Trump, anunció hoy la Casa Blanca.
Hicks, de 29 años, fue interrogada el martes durante nueve horas por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que investiga la interferencia rusa en la elección presidencial de 2016.
En su testimonio admitió que debió decir pequeñas mentiras mientras trabajaba para el presidente, pero insistió en que ella nunca mintió en cuestiones de relevancia, indicaron medios locales.
Hicks forma parte del círculo más estrecho de Trump, con quien comenzó a trabajar tres años antes de que anunciara su candidatura presidencial.
"Extrañaré tenerla a mi lado, pero cuando me habló de otras oportunidades laborales la entendí completamente", señaló el presidente en un comunicado, en el que confirmó la noticia de la partida de Hicks, que había sido adelantada por CNN y "The New York Times”.
"Estoy seguro de que en el futuro seguiremos trabajando juntos", añadió el mandatario, que la describió como una persona inteligente y amable y "verdaderamente genial".
Por el momento no se determinó cuándo dejará exactamente el cargo, pero será en las próximas semanas.
Hicks se convirtió en jefa de comunicaciones en agosto de 2017, tras la dimisión de Anthony Scaramucci, que duró sólo diez días en el cargo. Éste, a su vez, había provocado la renuncia de Sean Spicer, que actuó como portavoz y director de comunicaciones. Su antecesor en ese cargo, Mike Dubke, también había dimitido después de tres meses.
Además, Hicks es la novia del ex secretario de personal de la Casa Blanca Rob Porter, quien dimitió tras ser acusado de maltrato por dos de sus ex mujeres.
La joven es una de las pocas personas de confianza de Trump que no es parte de su familia, aunque el presidente la consideró "una hija más". La relación con la familia Trump se dio a través de su trabajo como modelo para la línea de moda de Ivanka, la hija del mandatario.
El papel de la directora de Comunicaciones es distinto al de una portavoz. Mientras que Sarah Sanders da conferencias de prensa diarias ante la prensa (televisadas o no), una jefa de Comunicaciones se ocupa de mantener un mensaje uniforme de la Casa Blanca.