Un Fito Páez "pleno" muestra su "Diario de viaje" en la FIL de Guadalajara
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La música de Fito Paéz llega esta vez a la segunda mayor ciudad de México en el formato de un libro de 243 páginas.
Fito Páez, uno de los más importantes exponentes del rock argentino, asegura estar atravesando "un gran momento, de mucha vitalidad", mientras su más reciente obra, "Diario de viaje", lo conduce por estos días a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En entrevista con dpa, cuenta: "Estoy preparando un álbum nuevo para grabar en mayo, estoy de gira hasta abril, estoy criando a mis hijos, tengo que terminar el guión de una película que quiero filmar a final de 2017, estoy acá en Guadalajara presentando dos libros, estoy enamorado, ¿qué más podés pedir?"
"Me siento muy pleno, porque es un momento de la vida muy hermoso”, explica distendido desde los sillones de la sala de prensa de la FIL, que abrirá sus puertas desde hoy hasta el 4 de diciembre. "Tengo un espíritu joven adentro de un cuerpo que está envejeciendo, por supuesto", agrega.
La música de Fito Paéz llega esta vez a la segunda mayor ciudad de México en el formato de un libro de 243 páginas, que da cuenta de su vibrante 2015, en el que entre otros celebró con una gira los 30 años de su álbum "Giros" y grabó un álbum con el brasileño Paulinho Moska.
Fito Páez (Rosario, 1963) se sumergió por primera vez en la literatura en 2013 con "La puta diabla", que ahora se reedita. Después de esta primera novela, cuenta que dejó de escribir un tiempo, hasta que el año pasado se volcó en el diario. "Empecé a escribir, sacábamos fotos, guardábamos, sin ninguna intencionalidad de publicar".
A la pregunta de cuál es el Fito que pueden descubrir sus fans en el libro, comenta que uno "bastante descarnado, pero no en el sentido del dolor o del sufrimiento. Sino que es lo que pasa, es lo que hay. Si vos pensás que yo tenía otra vida, bueno, no, es ésta", dice entre risas el ganador de cinco Grammys latinos.
El diario comienza el 28 de enero, con un viaje a la provincia de Córdoba con sus hijos y su novia, y cierra el 31 de diciembre, cuando recibe con amigos el año nuevo en su departamento en la ciudad de Buenos Aires.
El músico se define como "un hombre viajero" a lo largo de su vida, y así lo testimonia también la obra que edita Planeta, con relatos y fotografías sobre múltiples viajes a destinos como Panamá, México, Estados Unidos y Puerto Rico, así como recitales en el Luna Park, en el Centro Cultural Kirchner y otros puntos de Argentina.
Páez, quien publicó su primer álbum como solista en 1984 y desarrolló desde entonces una carrera con creciente popularidad, no cree que haya diferencias entre la pulsión por escribir o por componer, ya que ambas generan una sensación muy particular: que "el tiempo desaparezca".
"La composición, el encierro, la escritura, el estudio, la lectura, hacen desaparecer el tiempo, incluso las filmaciones, la edición, la grabación, el tiempo desaparece. No importa si viene de la música, de la escritura, o de cuidar a tus hijos. El tiempo se borra. Pasó mucho tiempo y te diste cuenta que estuviste metido apasionadamente en algo".
Fito Páez escribe sobre "Giros" en el libro: "Fue un álbum fundacional para mí". Y en Guadalajara analiza: "Había una situación en la música popular centrada en la escena de Buenos Aires, influenciada un poco por la escena europea y la norteamericana, y donde yo traigo el folclore y el tango a esa escena, si bien (Charly) García lo había hecho en infinidad de momentos en toda su obra".
"Es una forma también de decir yo vengo de acá, vengo de un barrio que no es Buenos Aires, donde estos elementos están en juego, son elementos nobles y forman parte de nuestro ADN también. Y de hecho, así atravesaron el tiempo”, opina.
Por otra parte, Páez se muestra conmovido por el hecho que su tema "Yo vengo a ofrecer mi corazón" fuera cantado durante marchas por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. "Ahí te das cuenta incluso de las dimensiones ocultas en la música. La música también esconde secretos que después se revelan de alguna manera u otra", indica.
Resulta ineludible la alusión a su amigo Charly García, "el genio de titanio" de quien Páez fuera tecladista en los 80, y a quien hace numerosas referencias en el libro. "Charly es a la música popular americana lo que es Mozart a la música de 1700 en Europa. Es una figura que trae certezas por un lado y trae misterio también, y tiene humor y es grave, es perfecto".
El autor del exitoso álbum "El amor después del amor" manifiesta sentirse "cómodo" en Guadalajara, donde esta tarde presentará “Diario de viaje” junto al periodista Enrique Blanc en el Foro FIL, y como al pasar desliza que también habrá "un pianito ahí".
Páez celebra asimismo que la feria invite desde grandes luminarias de la literatura latinoamericana hasta autores jóvenes como por ejemplo la argentina Camila Fabbri. Los organizadores "están atentos a todas las áreas de verdad", destaca sobre la trigésima edición de la fiesta de las letras, que lo contará entre sus protagonistas.