Un joven le pregunta a Meade si le gustan los videojuegos y esto fue lo que respondió

Nacional
/ 5 febrero 2018

Meade se presentó en Jalisco ante militantes del partido Nueva Alianza y habló de diversos temas como el Bullying, la desigualdad y hasta de videojuegos

En un encuentro con militantes de Nueva Alianza en Guadalajara, Jalisco, Meade Kuribreña hizo memoria de la época cuando fue maestro en el ITAM, además resaltó la importancia de fomentar una cultura de respeto dentro del hogar, ya que es la base para construir una sociedad alejada de la delincuencia organizada, el bullying y los feminicidios.

El representante de la coalición Todos por México, integrada por el PRI, PVEM y Nueva Alianza, aseguró que la coyuntura violenta que se vive en algunas zonas de México está estrechamente ligada a la falta de una sólida educación dentro de casa, por lo que es importante gestar un cambio desde lo más profundo de la conciencia social.

En el evento también fue cuestionado por un joven sobre si le gustaban los videojuegos a lo que el candidato respondió que  si los jóvenes de esta generación viera uno los videojuegos con los que el se entretenía le daría vergüenza.


Esto fue lo que dijo Meade ante la militancia de Nueva Alianza:  José Antonio Meade Kuribreña: "Muchas gracias. Primero, muy buenos días, estoy muy contento de estar con ustedes, de estar en este ejercicio de conversatorio que ha resultado para mi grato, que ha resultado inusual".

"Casi siempre termina uno platicando de política pública, y para quienes hacemos vida de política pública luego es bien difícil platicar de temas que son, más bien, personales y familiares. Pero ha resultado refrescante y grato, y le agradezco yo mucho a Luis Castro y a Nueva Alianza el ejercicio y la oportunidad de haber venido a platicar como lo hemos venido haciendo".

"Estoy muy contento, además, de reunirme con la 1ra Circunscripción, la Circunscripción de la Liga del Pacífico, la Circunscripción que hoy está siendo representada aquí en Jalisco por Sinaloa, por los tomateros. Pero que podía haber estado representada por cualquiera de los grandes equipos de los estados de esta Circunscripción; por Baja California, por Baja California Sur, por Nayarit, por Durango, por Sinaloa, por Sonora y, naturalmente, por nuestro anfitrión, por Jalisco, nuevo, por cierto, en la Liga del Pacífico con los charros de Jalisco".

"Ayer nos tocó ver un gran juego, un juegazo que acabamos terminando por algunas carreras. Puerto Rico trae re buen equipo, pero vamos por la revancha en esta serie del Caribe y a México le va a acabar yendo, como siempre, muy bien".


Serie de Preguntas

Yo soy maestra, durante 23 años, en el nivel superior, actualmente laboro todavía en ello. Me gustaría saber, ¿qué relación estableció con sus alumnos en ese periodo? ¿Qué es lo que esperaba conseguir en ellos? Y, sin duda, si nos pudiera contar alguna anécdota, alguna experiencia valiosa que pudiera servir de marco en este momento, de ese tiempo que estuvo usted laborando en ese espacio.


Meade: Di clases, di clases algunos años en la universidad, di clases sobre todo en el ITAM, di clases en Economía Intermedia y un tiempo di clases de Análisis Económico del Derecho, habiendo estudiado las dos carreras.

La relación que se construye entre el alumno y el maestro es una relación especial. El alumno ve al maestro como mentor; y el maestro ve al alumno como una oportunidad de transformarle su horizonte de conocimiento.

Yo construí con mis maestros buena relación, varios de ellos fueron mis jefes, muchos de ellos o algunos de ellos fueron mis sinodales, alguno de ellos fue testigo, incluso, en mi boda. Y eso quiere decir que al maestro lo ve uno con aprecio, con afecto, le aprende, lo estimula, lo ilusiona, le ayuda a pensar muchas veces cómo querría uno ser de grande.

Yo estoy seguro que muchos de ustedes escogieron esta vocación porque tuvieron un maestro que los inspiró. Yo escogí la mía y mi profesión porque tuve muchos a los que les aprendí, en términos de su conocimiento pero, sobre todo, en términos de cómo veían la vida, de cómo veían al país y qué estaban dispuestos a hacer para transformarlo.

Nada tan importante como tener un buen maestro, y nada tan estimulante como tener buenos alumnos y sentir que uno les aportó, que les abrió un espacio en el aprendizaje de oportunidad.

Decía mi abuelo, y a mí me parecía siempre una muy buena frase, que uno tenía que tener vocaciones temporales y vocaciones definitivas. La de ustedes, la del magisterio, es una vocación definitiva. Ser maestro no es una profesión, ser maestro y transformar las vidas que tocan es, sin duda, una vocación.

Para mí fue más bien vocación temporal. Tuve oportunidad de hacerlo algún tiempo, me encantaba. Estoy seguro que dentro de siete años voy a volver a hacerlo y me va volver a encantar. Pero estoy cierto que los siguientes seis lo que podría hacer es ayudarlos a ustedes a que sigan transformando la vida de todos aquellos que tocan, por la vía de estimular una educación en México de excelencia.

Pregunta: ¡Qué tal! Buenos días, mi nombre es José Sebastián Berrera. Pues algunos ya sabemos que usted es jugador de dominó, gran lector y pues que es admirador del séptimo arte mexicano, sobre todo.

Mi pregunta como joven es, ¿le gustan los videojuegos?


Si uno se pone a pensar en los videojuegos, delata uno su edad. Y si vamos empezando casi por generación, yo nací en 1969 y si viera uno los videojuegos con los que nos entreteníamos, la verdad es que casi nos daría vergüenza.

¿Quiénes son más o menos de la década de los 70?

A ver, nos estrenamos con el Mesa Pong. Había dos palitos y una pelotita que iba de un lado al otro.
¿Cuántos acá jugaron Mesa Pong? Ya estamos grandes.

Luego, nos sentíamos súper sofisticados cuando jugábamos con la maquinitas de Mattel, fútbol americano y béisbol. Tres puntitos led que iban corriendo de un lado a otro, a los que estábamos dispuestos a dedicarle horas.

¿Quiénes jugaban con esas maquinitas de Mattel? Ya no son setentones, entrándole a los 80.

Luego nos llegó al Atari. ¿Quiénes son de la generación Atari? Ahí ya estamos más acompañados. Ahí ya le pegábamos al Atari Circus y ya le pegábamos a los decatlones. Y ya nos empezaban a llegar las computadoras y podíamos tener una mayor variedad de juegos.

Nos tocaba el Nintendo y discutíamos, cuando jugábamos con Nintendo, lo realista que nos parecía la pelotita que iba brincando de un lugar a otro para que la bateáramos, las bases que nos podíamos robar, y en ello encontramos gran espacio de entendimiento y de diversión.

Hoy los videojuegos son distintos, los videojuegos son espacio de entretenimiento, pero también son un espacio educativo.

¿Quién se acuerda de los primeros juegos que se jugaban en el iPad? Ese jueguito, ¿se acuerdan?, de los avioncitos que teníamos que aterrizar. Y que caía el avioncito y venía la pista, y venían más avioncitos y más avioncitos hasta que acabábamos chocando uno de ellos con otro.

Bueno, ahí ya empieza a haber impactos educativos. El que sabe jugar ese juego del avioncito para llevar cada uno a la pista, se acuerda que salía el helicóptero, luego la avioneta, luego el avión más rápido, y teníamos que administrar el tráfico aéreo.    

Quienes aprendían a jugar ese jueguito, ya saben por qué no se puede cerrar el Aeropuerto de la Ciudad de México o construirlo en otro lugar. Si tenemos la pista de Santa Lucía y tenemos otra pista abajo, muy rápidamente nos damos cuenta, con sólo bajar esa aplicación, que no podemos tener dos pistas, y que las pistas que en tierra se ven separadas, en el aire empieza a interrumpir el tráfico aéreo.

Y si tenemos muchos avioncitos que queremos llevar a la misma pista, la otra nos estorba, y acabamos generando un problema de tráfico aéreo, de ahí la importancia de los videojuegos.

Luego a los papás y a las mamás no nos gusta ver a los hijos clavados en el videojuego, pero hay algunos que son didácticos, hay algunos que fomentan la capacidad de resolver problemas, hay algunos que nos ayudan a entender por qué en la Ciudad de México sólo se podría construir aeropuerto donde lo estamos haciendo.

Con sólo manejar el transporte aéreo, con sólo manejar ese tráfico, nos damos cuenta de qué se puede hacer y de qué no se puede hacer.

Y hoy, los videojuegos implican muchas veces comunicación, nos ayudan a resolver conflictos, nos ayudan a desarrollar estrategia, nos ayudan, incluso, a estar comunicados. Por lo menos, eso es lo que me dicen mis hijos porque yo ya no le entiendo a ninguno de los videojuegos que juegan ellos.         
Y en el último planteamiento, el planteamiento que tiene que ver, no ya con el dominó sino con la familia. Déjenme decirles una de las razones por las que estoy absolutamente seguro de que vamos a ganar.

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Pregunta: ¡Hola, Pepe Meade! Buenos días, yo soy Hortensia García Martínez, aliancista de corazón y orgullosamente del estado de Nayarit. Me da mucho gusto verlo, ¡arriba Nayarit!

Pepe, a mí me gustaría saber más de todo lo que ha servido, me gustaría saber si proviene de una familia numerosa, me gustaría saber cómo fue la relación con sus hermanos y, por qué no, que nos cuentes una anécdota de un momento maravillosa que hayas tenido con ellos.


El abuelo de mi abuelo se casó y tuvo diez hijos, el papá de mi abuelo se casó y tuvo 13 hijos, de mi papá son ocho hermanos. Nosotros ya solamente somos cuatro pero, con que voten los primos, ya vamos bastante bien adelantados.

Y si eso no fuera suficiente, la mamá de Juana tiene nueve hermanas y con su mamá son diez, el papá de Juana tiene nueve hermanos y con él son diez. Si, además de votar mis primos, votan los de ella, vamos a ganar en olas.

Nosotros en casa somos cuatro hermanos, yo soy el hermano mayor, tengo tres hermanos menores. De hecho, Magdalena, mi hija, fue la primera mujer en la casa en dos generaciones, en una familia que había conocido solamente hombres y yo diría, pero no se lo voy a decir a ella, y no se lo digan ustedes, eso explica por qué Magdalena es la consentida de la familia.

Y en la relación entre los hermanos mayores y los hermanos menores hay temas muy interesantes. El hermano mayor lo único que tiene que hacer para llamar la atención de sus papás es nacer, a partir de entonces el hermano mayor no tiene pierde; si camina es súper emocionante, las primeras palabras son bien estimulantes, los primeros pasos se guardan en la memoria, los álbumes están llenos de fotografías del hermano mayor.

Para que al hermano menor le hagan caso, tiene que ser simpático, dicharachero, agradable, flexible y revolucionario.

Y si hacemos el ejercicio, ¿quiénes de aquí son hermanos mayores? Serios, responsables, buenos maestros.

Y ¿quiénes acá son hermanos menores? Talentosos, revolucionarios, estimulantes, creativos y simpáticos.

 

Pregunta: José Antonio, nosotros los maestros tenemos un problema muy fuerte en las escuelas que tiene que ver con el bullying, que es un tipo de discriminación, un tipo de violencia que se genera en las escuelas. Pero, de todas formas, en la sociedad estamos plagados de ello.

De manera personal, ¿tú has sufrido, en alguna ocasión, algún tipo de bullying? ¿Cómo lo has enfrentado? ¿Y qué propones para poder generar una sociedad libre de discriminación y libre de violencia?


José Antonio Meade Kuribreña: El bullying es uno de los temas más importantes que enfrentamos como sociedad, y el bullying tiene consecuencias reales, tiene consecuencias en la autoestima. Pero tiene, sobre todo, consecuencia en la construcción de una cultura de derecho.

A mí me dio vitíligo pero ya más grande, yo no fui objeto de bullying por el vitíligo porque me dio a partir de los 27 años. Es una enfermedad donde el pigmento, en donde la propia reacción inmunológica se va comiendo el pigmento y pues va uno perdiendo uno algo de coloración. O sea que muy en el fondo yo era blanco, pues.

Se exacerba con el estrés, entonces cada vez que yo iba cambiando de chamba, cada vez que me volvían a hacer secretario de Hacienda, le dábamos una escaladita ahí al tema del vitíligo.

Pero el bullying en la escuela, el bullying entre los adolescentes, el bullying, incluso, entre la política, la violencia política, tiene una raíz en la cultura del respeto que empieza en el hogar, tiene una raíz en la cultura del respeto que tenemos que establecer en las escuelas.

Cuando vemos diferentes fenómenos de violencia, cada uno de ellos tiene una explicación distinta, y cada una de ellas tenemos que entenderla. Tenemos que entender, por ejemplo, la delincuencia organizada, tenemos que entender por qué se nos movió del norte hacia el pacífico, tenemos que entender las rivalidades entre bandas delincuenciales, el impacto de las armas, el impacto del dinero.

Pero atrás de muchos fenómenos de violencia, empezando por el feminicidio, lo que hay es una raíz que tiene que ver con la ausencia de cultura de respeto en el hogar.

Ese es uno de los elementos en donde la intervención y la solución nos van a tomar más tiempo, porque tenemos que empezar, primero, reconociendo que, como padres de familia, en el hogar, tiene que haber una cultura de valores y de respeto; que, como padres de familia y como maestros, tenemos que cuidar que hay una cultura de respeto absoluto en el salón de clases; que luego ya como jefes, como trabajadores, tenemos que cuidar que haya una cultura de absoluto respeto en el trabajo.

Y esa cultura de respeto que pasa por combatir el bullying, que pasa, ahora que hablamos de videojuegos, por combatirlo, incluso en su expresión electrónica, es especialmente relevante.

Si nosotros queremos construir un entorno seguro y libre de violencia, tenemos que empezar construyéndolo en la casa y en la escuela. Y eso quiere decir que tenemos que enfrentar el problema del bullying como un problema serio, como un tema que no es anecdótico, como un tema que lesiona, como un tema que genera y auspicia violencia.

Y tenemos que ser, en consecuencia, muy cuidadosos de que el bullying no esté presente ni en lo digital ni en las escuelas ni en las casas, porque explica un germen de violencia en la pérdida del valor fundamental del respeto. Es muy importante que lo intentemos y que lo tratemos de manera clara y contundente.

 


Pregunta: A Pepe Meade preguntarle, ahorita escuchamos sobre la familia, sobre los hermanos. Y hay una parte importante de la agenda económica, de desigualdad, que creo que le debemos mucho a las niñas y a los niños del país.

Me gustaría preguntar qué podemos hacer en ese punto muy importante, que es para todos nuestros hijos.

 


El tema de la niñez y la pobreza. Decíamos, en algunos de los espacios que hemos tenido oportunidad de diálogo, que México sí puede aspirar a tener una generación de niños que nazcan lejos de la pobreza extrema.

Y la intuición es la siguiente: en México quien tiene pobreza extrema, en México quien sufre la pobreza extrema, tiene dos características: la primera de ellas, tiene un ingreso por debajo de la línea de bienestar mínima. Eso quiere decir que no tiene suficiente dinero para comprar una canasta básica alimentaria, pero tiene una característica adicional, tiene tres carencias o más.

Se necesitan las dos cosas para estar considerado como pobre extremo en México, se necesita tener menos dinero de lo indispensable para comprar esta canasta básica, y se necesita que estén ausentes tres de los siguientes derechos: educación, vivienda, por vivienda tendríamos materiales firmes, piso, muro, techo y que no tengamos condiciones de hacinamiento, se entiende que tengamos servicios a la vivienda: agua, luz y drenaje, se entiende que tengamos educación, se entiende que tengamos salud y se entiende que tengamos seguridad social.

¿Cuál es el planteamiento que hago de la niñez? Es un planteamiento enteramente factible, es un planteamiento que podemos instrumentar con una política pública bien focalizada. Y aquí pongo de relieve “bien focalizada”. La política pública y la pobreza no es entregar dinero, no es una renta básica, no es de darles a todos algo de dinero, es de resolver los problemas estructurales, es voltear a ver la vivienda y sus servicios, la salud y la seguridad social, enfrentar el reto nutricional.

Es perfectamente factible que cada niño que nazca en México a partir de hoy, seamos capaces de hacer un trabajo con los estados, con los municipios, para que quede en un entorno distinto.

Aquí lo hicimos en Jalisco. Jalisco en 2012, y yo creo que es algo que hay que reconocerle al gobernador Sandoval, Jalisco en 2012 tenía 440 mil jaliscienses que vivían el dolor de la pobreza extrema. Jalisco, este año que terminó, en 2016 cuando se volvió a hacer la evaluación, tenía 100 mil.

Eso quiere decir que en cuatro años de trabajo focalizado, 300 mil jaliscienses abandonaron la condición de pobreza extrema. Es algo que se puede hacer, que implica focalizar, que implica una política pública que corrija esos elementos estructurales.

Si en México nos levantamos buscando leña, si en México nos levantamos yendo por agua a un pozo, si en México cuando nos enfermamos no tenemos quién nos atienda, ese mexicano está condenado a tener una vida en pobreza. En cambio, si resolvemos ese problema desde la niñez, vamos a ser capaces de cambiar el entorno hacia adelante.

Qué implica, implica que el Fondo de Aportación de Infraestructura Social priorice la condición del recién nacido, que se haga una revisión en cada casa de quien está naciendo para empezar a corregir el flujo y que veamos que en esa casa esté presente lo que aquí acabamos de comentar, que nos demos cuenta si en la casa faltan servicios, y si hacen falta servicios, que los llevemos.

Que nos demos cuenta si en esa casa falta un cuarto adicional para combatir el hacinamiento y así combatir la violencia. Que nos demos cuenta si en esa casa esa familia está dada de alta en el Seguro Popular.

Que nos demos cuenta si en esa casa y para esa familia está cerca un espacio de educación para que podamos atender desde el preescolar, desde los tres años, y si no está cerca el espacio preescolar, que esté cerca la estancia o que esté cerca la guardería.

Que desde el principio revisemos peso, medida y talla de los niños que están naciendo, para que tengamos las intervenciones nutricionales que hagan falta para resolver los problemas de fondo. Que nos demos cuenta, también, si hay esos elementos, y si no, qué es lo que tenemos que hacer para resolverlos.  

 

 

 Una pregunta, conociendo, o desde tu punto de vista, la pirámide poblacional se estrecha en la base, ¿cuál es tu papel ante los adultos mayores? ¿Y cómo le harías para que las personas mayores de 40 años pudieran conseguir un trabajo?

El último planteamiento, primero preocupa de manera sustancial, yo vi cómo Luis se agobió cuando definimos adulto mayor como alguien que tiene más de 40 años.

¿Cuántos adultos mayores habremos aquí que tengamos más de 40 años?

¿Cuántos jóvenes que tengas menos de 40 años?

Pues preocúpense si ya van a cumplir 40.

Exactamente la misma definición que hicimos para los niños tenemos que hacerla para los adultos. Cuando en México hablamos de acceso a los derechos, hablamos de que este acceso tiene que ser para todos, para los niños, para las mujeres, para los indígenas, para los hombres, para los adultos mayores.

Y eso implica una política pública mucho más agresiva de la que hemos seguido a la fecha, una política pública que reconozca que el adulto mayor tiene necesidades de salud diferentes, una política que reconozca que para el adulto mayor el piso, muro y el techo firme no son suficientes para ser compatible a los retos de discapacidad que acompañan el envejecimiento natural.

Una política pública que reconozca y que aproveche el talento del adulto mayor con un empleo bien remunerado y con la posibilidad de que esa experiencia de vida siga siendo, no solamente aprovechada sino que inspire a otros que no han tenido esa experiencia.

Eso es, en México lo que tenemos que lograr es plenitud en la inclusión, y plenitud en la inclusión implica que definamos la política pública en defensoría de cada grupo, que convirtamos al INAPAM en una instancia que pelee por los derechos de los adultos mayores, que pelee por definir, qué son los servicios que el adulto mayor requiere en su hogar.

Así como nos hemos preocupado por tener una generación de estancias y de guarderías, nos vamos a tener que preocupar por tener una generación de casas de día que le den esparcimiento y que le permitan aprovechar de manera puntual al adulto mayor las muchas capacidades que todavía tiene.

México no se puede dar el lujo de desperdiciar el talento de sus adultos mayores y la preocupación de inclusión tiene que estar al centro de la agenda que construyamos con ellos.

Muchas gracias.

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