Usain Bolt gana oro en los 100 metros planos y se consagra como el mejor velocista de la historia
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El jamaicano confirmó su estatus de leyenda al conseguir su tercer oro en los 100 metros planos en Juegos Olímpicos
RÍO DE JANEIRO.- El jamaicano Usain Bolt logró hoy la triple corona olímpica en los 100 metros lisos al imponerse con 9,81 segundos en la prueba reina de la velocidad en Río de Janeiro, con lo que suma otro oro a los logrados en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012.
La plata fue para el estadounidense Justin Gatlin (9,89), mientras que el bronce se lo llevó el canadiense André De Grasse (9,91).
Bolt, que asentó su victoria en sus prodigiosos 50 metros finales, suma así el primero de los tres oros que pretende ganar en Río de Janeiro, donde busca repetir el triplete en el sprint (100, 200 y 4x100 metros) que ya consiguió en los últimos dos Juegos Olímpicos.
Era uno de los grandes momentos de Río 2016. Las pantallas gigantes del estadio Engenhao llevaban desde la tarde anunciando el tiempo que quedaba para la carrera, así que cuando a las 22:25 de la noche carioca los ocho sprinters más rápidos del mundo se agacharon sobre la línea de salida el tiempo se detuvo unos instantes, lo justo para tomar impulso.
El disparo rompió el silencio y el estruendo de miles de gargantas tratando de empujar desde la grada debió escucharse en todo Río de Janeiro, donde la suave noche del invierno carioca se electrizó durante nueve segundos para la historia olímpica.
"Soy un sprinter, pero también un 'entertainer'", había asegurado el jamaicano antes de su "show" de hoy en Río de Janeiro. No hay duda de que sabe cómo divertir al público, pero sobre todo sabe cómo correr. En las semifinales, sin forzar la máquina, dejó ya un tiempo intimidante: 9,86 segundos, mejor mejor marca personal del año.
Una hora y media más tarde, nadie pudo con él. Igual que nadie pudo, cuando llegan las citas importantes, durante los últimos ocho años, desde que el talento del jamaicano explotó en el Nido de Pájaro de Pekín para lograr su primer oro olímpico con récord mundial.
Un año después lo dejaría en 9,58 segundos, una marca de otro tiempo que parece hoy muy lejos de cualquier ser humano. Pero el tiempo no le importaba hoy a Bolt, que sueña con culminar su obra con otros tres oros, al igual que hizo en 2008 y 2012.
A eso hay que añadir otros 11 títulos mundiales en los sprints. La única gran carrera que se le escapó en dos ciclos olímpicos fue la de los 100 metros del Mundial de Daegu 2011, pero fue por ser descalificado por salida nula.
Quizá sigan ahí. Pero hasta ahora no hubo ni rastro de los problemas en los isquiotibiales que le obligaron a parar durante varios días apenas un mes antes del comienzo de los Juegos.
A sus 34 años, Gatlin, que llegaba con mejor marca que su rival a Río, perdió quizá su última oportunidad de derrotar a Bolt. El estadounidense, a quien sus dos sanciones por doping perseguirán siempre y que fue abucheado cada vez que apareció en la pantalla, cayó al igual que hizo en Londres 2012 y en los Mundiales de 2013 y 2015. El influjo del campeón es demasiado fuerte para sus rivales.
Ni Yohan Blake, compañero de entrenamientos, ni el joven De Grasse consiguieron derribar el mito de Bolt, que el último día de los Juegos cumplirá 30 años y lleva camino de cumplir con lo que se propuso.
"Quiero ser para el atletismo lo que Mohamed Ali es para el boxeo", advirtió antes de debutar. "Quiero dejar como recuerdo algo extraordinario", agregó el jamaicano, que pretende cerrar sus últimos Juegos sumando nueve medallas olímpicas en el sprint, una gesta sin precedentes en el atletismo. "Las personas tendrán que hablar con veneración sobre mí".