A esconder huevos de Pascua
COMPARTIR
Aunque no es una tradición muy enraizada entre los saltillenses, pintar y esconder los huevos de Pascua es una costumbre que involucra a los niños al final de la Semana Santa. El origen de esta práctica viene de los egipcios, que acostumbraban regalarse huevos decorados por ellos mismos y luego los utilizaban de adornos en sus casas.
Anteriormente durante la Cuaresma, 40 días antes de la fiesta de Pascua, todos los cristianos debían hacer sacrificios para lavar sus pecados y uno de ellos era no consumir huevos, y el día de Pascua regalaban huevos a los demás. Posteriormente se llegó a decorar los huevos y surge la historia del "Conejo de Pascua".
El conejo es un símbolo asociado a la fertilidad y el huevo al origen de la vida, según las tradiciones anglosajonas, y se celebraba durante el mes de abril, como parte de los rituales por la entrada de la primavera.
Luego, como muchas de las costumbres no cristianas, se fueron transformando para incluirse en la Semana Santa.
También una leyenda alemana cuenta que cuando metieron a Jesús al sepulcro dentro de la cueva había un conejo escondido, mismo que fue testigo de la resurrección de Cristo y que para difundir la noticia regaló huevos símbolo de la vida y germinación.
Especialmente en Estados Unidos, durante estos días se venden huevos decorados y conejos de chocolate y durante el Domingo de Resurrección las familias participan en el ritual de esconder y buscar estas golosinas.