Alza en rentas obliga a profesionistas saltillenses a compartir vivienda
En los últimos cuatro años, según el Inegi, ha incrementado el costo promedio del alquiler de casas y departamentos en Saltillo
En los últimos años, Saltillo se ha sumado a la tendencia de ciudades como Monterrey, Guadalajara o Ciudad de México en el conflicto que tienen sus profesionistas jóvenes de encontrar una renta que les permita vivir en espacios amplios, por lo que ahora vivir con compañeros es una opción cada vez más común.
De acuerdo con el analista financiero Marcelo Lara, los costos de renta en Saltillo ya están por encima del poder adquisitivo de sus profesionistas, pues afirma que el salario promedio en la ciudad es de 12 mil pesos mensuales.
TE PUEDE INTERESAR: Experimenta Saltillo ‘boom’ de vivienda vertical; en puerta dos edificaciones al norte de la ciudad
Detalló que un porcentaje recomendado para la clase baja es destinar el 30 por ciento de su salario a una renta y 35 por ciento para la clase media, para dejar el resto de los ingresos a rubros como alimentos, vestido y esparcimiento.
Explicó que los citados porcentajes están sujetos a factores como el salario de la cabeza de familia, ingresos extra que se puedan tener y el segmento social al que se pertenezca.
En ese sentido, un profesionista residente en Saltillo, en promedio debe destinar alrededor de 4 mil 200 pesos mensuales para una renta.
Lara puntualizó que lo destinado a una renta debe ir evolucionando de un gasto a una inversión en vivienda con un crédito hipotecario, lo que no siempre es fácil para los profesionistas, quienes tienen incertidumbre laboral y por lo tanto, no se animan a pedir un préstamo a largo plazo.
Cabe señalar que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el costo mensual de una renta en la capital coahuilense ha ido en aumento en los últimos años, pasando de 3 mil 020.40 pesos mensuales en febrero de 2019 a 3 mil 354.30 en el mismo periodo de 2023.
De acuerdo con el agente de bienes raíces de G&G, Rogelio Ramírez, su empresa no maneja propiedades de menos de 5 mil 500 pesos de renta, pues a los propietarios de inmuebles menores a ese precio no les conviene contratar sus servicios.
Agrega que a través de G&G solo han tenido un cuarto de 4 mil 200 en la zona norte como su propiedad más barata.
Además, señala que si una persona tiene un presupuesto de 4 mil 200 pesos para rentar una casa, es probable que la encuentre en colonias como Saltillo 2000, Teresitas o Santa Elena, que se encuentran en las orillas de la ciudad.
Asegura que para la promoción de propiedades, la vía más utilizada es Marketplace de Facebook, pues “de cada 10 casas que vendemos o rentamos, nueve son a través de esa vía”.
Explica que lo anterior se debe a que su mercado principal se centra en adultos jóvenes entre los 25 y los 30 años “que ya están más familiarizados con esa tecnología”.
VIVIR CON ‘ROOMIES’
VANGUARDIA entrevistó a tres profesionistas que han encontrado distintas soluciones al obstáculo de pagar rentas que cada vez son más costosas.
Jorge Cabello tiene 26 años, es arquitecto y trabaja como empleado con un salario de 12 mil pesos mensuales. Vive con dos amigos suyos y cada quien paga alrededor de 3 mil 800 pesos mensuales para vivir en un departamento en la colonia Real de Peña, al norte de la ciudad, contando servicios y despensa. Declara que decidió vivir con “roomies” porque fue la única opción para independizarse. “No gano lo suficiente para vivir solo”.
A diferencia de lo que se cree, Jorge señala que ahora tiene más privacidad viviendo con sus amigos, pues aunque es un espacio más chico, hay más tranquilidad y le respetan mejor su propio cuarto.
TE PUEDE INTERESAR: El costo real de la peatonalización del Centro Histórico
VIVIR EN PAREJA
Noré Torres es diseñadora de modas, tiene 24 años y decidió vivir en el Centro Histórico de Saltillo con su novio cuando tenía un salario de 10 mil pesos mensuales.
“Antes de plantear la posibilidad con mi pareja yo ya estaba pensando independizarme, pero no conocía gente en la ciudad con quien pudiera ser roomie. Cuando se presentó la oportunidad con mi pareja me encantó porque soy bien romántica y me gustó mucho la idea de compartir mi vida en un modo más serio y aparte era más cómodo independizarnos juntando nuestros salarios. Ya no tenía que batallar en buscar roomies con los que me sintiera cómoda o andar batallando con los gastos porque acá los gastos nos los repartimos en porcentajes proporcionales a nuestros salarios”.
Agrega que el departamento en el que vive no habría podido pagarlo ella sola. “En general creo que es más fácil conseguir una vivienda más grande si te puedes repartir la renta con dos o tres personas”.
Ante la pregunta de por qué no compraron una casa, Noré sostiene que “cuando platicamos con mis papás de que nos íbamos a vivir juntos lo primero que nos dijeron fue que no compráramos casa. Que no había necesidad de endeudarnos y que rentar era la mejor opción. Personalmente, he visto cómo les va a mis papás con los créditos y sí me he mantenido un poco alejada de ellos. Me he hecho a la idea de que si no puedo pagar algo con el dinero que tengo ahorita no lo compro. Aparte que no teníamos necesidad de un espacio tan grande porque solamente somos nosotros dos y seguimos pensando si queremos tener o no tener hijos. Entonces hasta que yo no decida si quiero tener hijos o tengamos la mayoría del dinero para comprar una casa en el centro no va a estar en nuestros planes”.
VIVIR SOLA, PERO LEJOS DEL TRABAJO
Metzly Gómez tiene 30 años, trabaja como social media marketer y community manager en una aplicación, puesto por el que percibe 13 mil pesos al mes. Señala que paga dos mil 50 pesos al mes en una casa “cerca del Toreo, por los terrenos de la feria”. No obstante, su “plan original es tener roomies, pues la casa es de dos cuartos y quiero dividir mis gastos”.
Asegura que aunque vivir con roomies le daría la posibilidad de vivir más cerca de su trabajo, prioriza su independencia: “No quisiera estar viviendo en un lugar en donde no tenga algo de control, porque tengo 4 gatos y a la mayoría no les gustan, en todo caso, sólo viviría con una persona más. Si no pudiera elegir, pues no tendría problema en vivir con más personas, además, los gastos disminuirían bastante”.
Agrega que vivir tan lejos de su lugar de trabajo le causa hacer al menos una hora y media de viaje en transporte público.