Casas de reposo de Saltillo como el asilo Ropero del Pobre, la Casa del Buen Samaritano y ‘Sweet Home’ con lista de espera de hasta 200 adultos

Coahuila
/ 18 agosto 2022
Relajamiento de la pandemia a causa del COVID-19 dispara demanda

De un año a la fecha la solicitud de asistencia para pacientes geriátricos en casas de reposo se ha duplicado, de acuerdo con encargadas de establecimientos como el asilo Ropero del Pobre, la Casa del Buen Samaritano y “Sweet Home”.

Esta situación responde a que los familiares de adultos mayores tuvieron que regresar a sus lugares de trabajo de forma presencial, luego del relajamiento de los contagios por COVID-19.

“La pandemia facilitó en muchos casos la asistencia y cuidados de las personas de 60 y más, pues muchas familias se encontraban resguardadas en casa y era más fácil brindarles atención a los abuelitos, cuidarlos y alimentarlos”, comenta Johana Silva, directora de la Casa de Reposo Sweet Home.

En ese sitio, dijo, se tiene solamente un lugar desocupado de 17, sin embargo, la lista de espera rebasa las 30 solicitudes de internamiento.

“Sí hay saturación, desde el año pasado hasta hace un mes se desocupó un lugar y nosotros tenemos siempre lista de espera”, apunta.

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En el caso del asilo Ropero del Pobre, se cuenta con un cupo de 98 lugares, sin embargo, la directora Paulina Udave, indicó que en este momento se tiene una lista de espera de por lo menos 200 adultos mayores que requieren de internamiento en esa instancia de atención geriátrica.

Alondra Mata, directora de Cáritas de Saltillo, informó que en la Casa del Buen Samaritano se tiene un registro de más de 50 personas en lista de espera. En este momento el albergue solo cuenta con 54 lugares, todos ocupados.

“Es complicado, la demanda es enorme y nosotros tenemos capacidad solo para 54 personas; tenemos en resguardo a personas con distintas condiciones de salud, algunos en abandono, o también existen casos de familias que no pueden hacerse cargo económicamente de las personas adultas mayores, o no pueden asistirlas y por eso las traen aquí”, explicó Mata.

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

Cuando los adultos mayores presentan cambios notorios en su forma de ser, de expresarse y de vivir en su día a día, es cuando hay que preocuparse, señala la directora de la Casa de Reposo Sweet Home, Johana Silva.

“Si nosotros vemos que ya no son los mismos, que ya no comen igual, que duermen mal, sabemos que algo está pasando, entonces recurrimos a los familiares y al personal médico para ver si se trata de depresión”¿, explicó.

En esos casos, el personal médico suele prescribir algún medicamento, o bien, se les proporciona atención integral enfocada en la salud emocional social e individual.

Además recuerda que, durante la pandemia, los adultos mayores fueron aislados y solo se permitía la comunicación a través de videollamadas, sin embargo, con la reactivación de las visitas se ha logrado que los adultos mayores convivan personalmente con sus familiares, actividad que se realiza bajo medidas sanitarias y con el objetivo de birndarles calidad de vida.

“Lo que se hace es que realizan actividades motrices como jugar dominó, jenga, hacer sopa de letras, además de que siempre mantenemos un contacto con los familiares y les pedimos que vengan a verlos seguido, que los saquen a distraerse”, expone.

Por su parte, Paulina Udave, del Ropero del Pobre, informó que con el regreso a las actividades laborales cotidianas, los familiares de adultos mayores internos han optado por la asistencia geriátrica y por eso se ha notado un aumento en los casos de depresión y ansiedad;

“Ellos están padeciendo el regreso a la vida activa porque vuelven a estar solos, vuelven a sentirse vulnerables, porque incluso las personas requieren de asistencia o compañía por su situación física o mental;

“Todo esto ha generado un impacto en la salud mental de las personas y lo más difícil y triste es que las personas mayores están aisladas de la participación social, de la vida activa, en todos los espacios; en el transporte, en los espacios públicos, estas personas se van viendo recluidas y luego esto es el detonante del desánimo, la ansiedad y depresión”, explica.

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Reportera de Mi Ciudad con 5 años de experiencia en el periodismo. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Coahuila. Ponente en los encuentros de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación A.C. (AMIC) 2017 y 2018.

Ha trabajado como reportera de noticias locales en compañías de radio y televisión cubriendo fuentes legislativas, jurídicas y de anticorrupción. Actualmente se especializa en temas de salud, además de la información que se genere en el día a día.

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