Denuncia menor maltratos de su familia y policía en un video enviado a medio monclovense
COMPARTIR
En un conmovedor testimonio entregado de manera anónima a una estación de televisión en Monclova, Eduardo David “N”, un adolescente de 16 años, ha revelado una serie de abusos y maltratos que, según afirma, ha sufrido a manos de su familia y la policía.
TE PUEDE INTERESAR: Deportista comparte aterradora experiencia mientras se ejercitaba en calles de la Zona Centro de Saltillo
El joven, originario de una comunidad cercana a Torreón pero residente en Monclova desde hace varios años, se escapó recientemente de la Casa Hogar Galilea. Eduardo David había sido internado en este albergue bajo la acusación de robo, un cargo que él vehementemente niega. En su video, el adolescente describe un patrón de violencia y engaños perpetrados por sus propios abuelos, con quienes vivía antes de su internamiento.
Eduardo David narra cómo, tras refugiarse en la casa de una mujer que lo estaba ayudando, fue arrancado de ese lugar por la fuerza por agentes de la policía. Según su testimonio, los oficiales lo llevaron debajo de un puente donde lo sometieron a amenazas y torturas antes de entregarlo a la PRONNIF, actos que demandan una investigación exhaustiva y transparente.
En la Procuraduría, según el joven, se le exigió grabar un video confesando el robo del que se le acusa, con la promesa de ser devuelto al hogar que lo había acogido. Sin embargo, tras realizar la grabación, Eduardo David fue informado de que sería internado nuevamente en la Casa Hogar Galilea, incumpliendo así las promesas hechas y exacerbando su sensación de desamparo y traición, de acuerdo con información que publica el diario El Siglo de Torreón.
El adolescente incluyó en la memoria USB entregada a la televisora, fotografías de las lesiones que sufrió, lo que refuerza sus declaraciones de abuso físico, material gráfico es un testimonio del sufrimiento y las penurias que ha soportado.
Las autoridades de Monclova están actualmente en la búsqueda de Eduardo David, cuya localización es incierta. El joven expresó su temor a regresar tanto con sus abuelos como a la PRONNIF, lo que plantea serias preguntas sobre su seguridad y bienestar.
Este caso no solo destaca la vulnerabilidad de los menores en situaciones de conflicto familiar y social, sino también la necesidad urgente de revisar y mejorar los mecanismos de protección infantil.
La denuncia de Eduardo David debe ser tomada con la máxima seriedad, asegurando que se realice una investigación imparcial y exhaustiva para esclarecer los hechos y garantizar justicia para el menor.
Este es un llamado a la justicia y a la humanidad para que nunca más un niño tenga que recurrir a medidas tan desesperadas para ser escuchado.