Deportista comparte aterradora experiencia mientras se ejercitaba en calles de la Zona Centro de Saltillo
La joven atleta saltillense Dulce Airam Cázares compartió a través de sus redes sociales una alarmante experiencia que ha dejado en evidencia la inseguridad que pueden enfrentar las jóvenes en las calles de Saltillo.
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En su cuenta de Facebook, Dulce narra cómo, durante una rutina matutina de ejercicios, se sintió amenazada por un hombre en un auto que la persiguió durante varias calles del Centro de Saltillo.
“Hola, solo quiero hacer esta publicación para advertirles que tengan mucho cuidado, está largo lo que diré pero léanlo por favor y tengan cuidado en especial porque hay universidades, gimnasios y lugares donde transitan muchas mujeres”, inició su publicación, enumerando varias calles como Hidalgo, Mariano Escobedo, Manuel Acuña, Cristóbal Colón, Xicoténcatl y Ramos Arizpe, áreas que normalemente usa para bajar a realizar sus ejercicios a la Alameda.
Dulce relató que todo comenzó cuando salió a correr, y “justo al llegar a la esquina donde se encuentra el Museo de las Aves y la iglesia en la calle Hidalgo, escuché cómo frenó un carro y el señor se iba a bajar”, detalló.
La atleta describió al conductor como un hombre de entre 30 y 40 años, con bigote y barba, tatuajes en los brazos y peinado hacia atrás. “Se dio cuenta de que lo vi y no se bajó, lo ignoré y di vuelta hacia la izquierda con rumbo a la calle Mariano Escobedo”, continuó.
La situación se tornó más preocupante cuando el conductor comenzó a seguirla lentamente, deteniéndose nuevamente cerca de ella. Afortunadamente, una joven en otro carro cortó el paso al vehículo, permitiendo que Dulce pudiera cruzar la calle y continuar su recorrido. Sin embargo, el hombre no desistió y volvió a aparecer más adelante en su camino, intentando abrir la puerta del coche cuando pasaba junto a ella mientras la seguía despacio.
“La reacción fue correr”, expresó Dulce. A medida que avanzaba, se percató de que otro vehículo venía detrás del que la perseguía, lo que le permitió esquivar al acosador y dirigirse a una tortillería cercana. Aunque pensó que el peligro había pasado, el hombre volvió a aparecer en la calle Manuel Acuña, cerca de un gimnasio, y nuevamente Dulce tuvo que correr para evitarlo.
FALTA DE EMPATÍA
La joven concluyó su publicación con una reflexión sobre la falta de empatía y apoyo de las personas que presenciaron el incidente. “Me sentí impotente, pues había gente viendo lo que estaba pasando, gente que lo vio querer bajarse del carro, y no reaccionaban”, lamentó. Agradeció haber podido escapar gracias a su capacidad para correr, y llamó a la comunidad a estar alerta y a cuidar de los demás, especialmente de las mujeres que transitan solas por la ciudad.
El relato de Dulce ha generado una ola de preocupación entre los habitantes de Saltillo, quienes demandan mayor seguridad y medidas efectivas para prevenir este tipo de situaciones.
Mientras tanto, la joven atleta espera que su experiencia sirva de advertencia y promueva una cultura de autocuidado, así como de mayor empatía y solidaridad entre los saltillenses.