Denuncian activistas ‘pandemia’ de parvovirus, moquillo y parásitos en Control Canino de Saltillo
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Grupos de animalistas denunciaron este fin de semana un brote epidémico de parvovirus, moquillo, pulgas y garrapatas en Control Canino Municipal de Saltillo. Las mascotas que son rescatadas de este lugar, egresan enfermos e infestados de los parásitos. También refirieron violencia obstétrica en las esterilizaciones.
“Una persona que extravió a su mascota la localizó en Control Canino, la recuperó, y estaba infestada de garrapatas. Una de estas le picó y comenzó a sentirse mal, el diagnóstico fue rickettsia”, dio a conocer una de las activistas, quien solicitó el anonimato por referir el caso sin consentimiento de la persona afectada.
“Pero no solamente salen de ahí con pulgas y garrapatas, salen con parvo (virus) y moquillo, porque no fumigan, porque no tienen el protocolo de desinfección que deben tener en jaulas, la camioneta. No tienen ni siquiera cuidado con su ropa, sabemos que si agarras un perro con estas enfermedades, el solo hecho de tocarlo genera contagio”.
El parvovirus ataca principalmente a los perros, es altamente contagioso y se trasmite por contacto directo o indirecto con sus heces. Las vacunas pueden ser preventivas, pero la mortalidad de esta enfermedad es del 91 por ciento. El moquillo también es una enfermedad viral con alta mortalidad.
Pulgas y garrapatas son parásitos que se alimentan de la sangre de las mascotas, ambas se fijan a la primera capa de piel para succionar sangre, mientras se alimentan trasmiten enfermedades y otros patógenos. De ahí la importancia de desparasitación, interna, externa y baños medicados.
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“En las jaulas tienen excremento entre ellos, el olor es insoportable”, refirieron las personas defensoras de animales.
De acuerdo con los grupos de rescatistas algunas clínicas veterinarias ya preguntan antes de recibir a las mascotas si estuvieron en Control Canino, esto para tener los cuidados necesarios en las instalaciones, y evitar la propagación de enfermedades y parásitos con otros pacientes.
“Nosotros tuvimos una perrita que se contagió en veterinaria porque era cachorra. Llegó al temporal y a los ocho días comenzó a convulsionar, la llevamos de inmediato a la atención, pero murió. Ella se llevó a cinco perritos más, y eso que comenzamos de inmediato a desinfectar y darles medicamentos”, relataron los rescatistas.
En las veterinarias no les es negada la atención a los pacientes, pero cuando van con los síntomas o han sido rescatados de Control Canino, la agenda de citas deja un espacio previo y después de la consulta para fumigar.
Respecto al caso de violencia obstétrica, una persona denunció: “Hace unas semanas adopté una perra en Control Canino y me la entregaron supermal, bien lastimada de la esterilización y con una fuerte infección”. La tutora de la mascota tuvo que atenderle con un médico particular.