En dos años se incrementa en 100 millones de dólares venta de plaguicidas ilegales en México
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PIEDRAS NEGRAS, COAH.- La venta de plaguicidas ilegales que se usan en el campo nacional aumentó 100 millones de dólares al pasar de 200 millones en 2020 a 300 millones de divisa norteamericana en 2022, lo que refleja la falta de atención del gobierno federal en el control de productos fitosanitarios, aseguró en entrevista el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda.
Dijo que es preocupante observar cómo continúa la venta de productos ilegales sin restricciones, sin consignación de responsables ante la autoridad, ni vigilancia en la materia.
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“Estamos preocupados porque en el 2020 había 200 millones de dólares de productos ilegales, de esa fecha para acá, no ha habido ninguna mejora, ha empeorado y continúa el crecimiento de los productos ilegales”, mencionó.
Actualmente, aseveró, calculamos que sólo en el tema de plaguicidas, el valor de productos ilegales sobrepasa ya los 300 millones de dólares, todos aquellos que no tienen registro, están adulterados o proceden de robos.
A pesar del peligro que representan para la vida de los agricultores y sus familias, el medio ambiente y la producción de alimentos, la autoridad no ha hecho nada sobre este tema, por lo que la UMFFAAC hace un llamado a que se aplique la ley.
González Cepeda apuntó que el agricultor que compra un producto sin registro o adulterado puede perder su cosecha o hasta la vida, toda vez que la sustancia que contiene dentro del envase no necesariamente es la que dice en la etiqueta y eso puede causar intoxicaciones, tanto a agricultores como a los consumidores de vegetales, frutas y verduras donde se realizó la aplicación.
Añadió que la normatividad exige que los plaguicidas estén registrados específicamente para el cultivo y la plaga que tiene como objetivos controlar. Esta regulación es muy robusta, se rige por estándares y criterios internacionales de toxicidad, persistencia, y límites máximos de residuos.
“Dichos criterios son establecidos por organismos internacionales de seguridad alimentaria y están fundamentados en evidencia científica. El objetivo es asegurar que cualquier residuo que pueda permanecer en el alimento tras su aplicación sea seguro para el consumo humano, lo cual no sucede con los productos ilegales”, subrayó.