Jueces en México frenaron hasta 70 veces extradición de Z-40 y Z42

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Omar García Harfuch, secretario de Seguridad en el País, señala intereses del sistema judicial mexicano para frenar el envío de los capos a EU
El secretario de seguridad de México, Omar García Harfuch, reveló que una de las problemáticas que identificó durante la asunción a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, fue la retención que había para las extradiciones del País de grandes capos, entre ellos los líderes de los Zetas en la etapa de álgida violencia de Coahuila.
A nueve meses de que inició su encargo, el secretario García Harfuch rindió una entrevista para Radio Fórmula, donde dijo que aunque no existe sorpresa en el asunto, cuando asumió al frente de la SSPC, logró percatarse de una evidente intervención del sistema judicial para que capos como el Z-40 y el Z-42 no fueran trasladados ante la justicia de Estados Unidos.
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Los procesos de extradición son solicitados por las autoridades en consecuencia, pero es finalmente el Poder Judicial de la Federación, a través de un juez de distrito, quien analiza que se reúnan los elementos necesarios para extraditar a una persona, tomando en cuenta las condiciones de la recepción, detalles sobre acusaciones en el extranjero, y las pruebas con las que cuentan autoridades foráneas en contra de la persona.
Según el secretario, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como el Z-40 y el Z-42, habían sido objeto de al menos 70 y 49 intentos previos de extradición, respectivamente, por parte de las autoridades mexicanas a solicitud de la justicia estadounidense, antes de que finalmente se concretara el proceso.
“Sentimos que había mucha traba era en tantas extradiciones frenadas que no se lograban concretar por amparos”, indicó el Secretario.
Aseguró que finalmente, estas extradiciones se lograron junto con las de otras 29 personas a través de otra figura por delitos como homicidios dentro de la prisión, donde también tenían redes de extorsión y actos como el cobro de piso.
“Eran generadores de violencia, en pocas palabras”, indicó respecto a los 29 capos que fueron extraditados en marzo de este año, y que representaban un peligro para los centros penitenciarios del País.
Específicamente el Z-40 y el Z-42, estuvieron relacionados con sucesos de violencia en Coahuila, como “La Masacre de Allende”, la fuga de 132 personas del Penal de Piedras Negras y el señalamiento de éste como un centro de desapariciones y homicidios entre 2009 y 2012, y permanecieron al comando de los Zetas en Coahuila en una temporalidad en la que desaparecieron más de mil 380 personas de las que no se ha sabido rastro.
Otra de las masacres que se le atribuyen al grupo armado que integraban los hermanos Treviño Morañes, pero que no se registró en Coahuila, fue la “Masacre de San Fernando” en 2010, donde el grupo armado cobró la vida de 72 personas migrantes que transitaban por Tamaulipas con destino a los Estados Unidos.