Juzgadores con ‘hábitos estúpidos’ minimizan los ultrajes a las mujeres, dice obispo emérito de Saltillo

Coahuila
/ 6 marzo 2025

El obispo emérito Raúl Vera exhortó a la feligresía a mostrar su cristianismo auxiliando, como buenos ciudadanos, a los desposeídos y a las mujeres maltratadas, incluso desde su niñez

El obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, conminó a celebrar la Cuaresma realizando actos de justicia social en favor de los desposeídos, particularmente de las mujeres abusadas desde su niñez, quienes, para colmo, también son víctimas de juzgadores con “hábitos estúpidos” como el de “minimizar” la violencia infantil y de género.

Como parte de su habitual homilía, la exhortación del prelado tuvo lugar casi al mismo tiempo en que la titular de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), María Teresa Araiza Llaguno, daba a conocer que en 2024 hubo en Coahuila unas 7 mil vulneraciones a niños, que incluyen 500 delitos sexuales.

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“La Cuaresma es una oportunidad que tenemos para cambiar las dimensiones de nuestra vida, no solamente nuestra vida cristiana dentro de la Iglesia, sino nuestra vida ciudadana dentro de la vida social”, expresó Vera López, luciendo durante su sermón una indumentaria morada con motivos violetas y un solideo rosa.

Insistentemente, invitó a los feligreses a que empiecen a vivir “con espiritualidad” el periodo cuaresmal, es decir, “de ver por las personas que están limitadas para obtener justicia, limitadas para acompañar sus derechos...”.

“Un ejemplo profundo es el de mujeres que desde su infancia fueron maltratadas y que sus familias, para no verse exhibidas, no hicieron nada, y hoy esas mujeres ya son adultas, incluso tienen familia”, destacó.

“Es muy doloroso encontrarse uno”, prosiguió, “con estos casos, pero tenemos que empezar a cambiar nuestros valores, no solo en la construcción de la familia, sino de la construcción de toda la sociedad”.

El clérigo dominico, narró: “Hace unos días, yo platiqué con una persona que tiene un interés especial por (defender a) las mujeres que están siendo maltratadas, por las mujeres que han sido violadas desde niñas, por mujeres que han sido violentadas por sus propios familiares, y que las familias, para no molestar al tío, para no molestar al abuelo, para no enfrentarse a una persona, no las atienden”.

“Lo más desdichado es que la misma familia solape al familiar, al varón que ha hecho eso con ellas, y pasan años... Conozco casos en que (los abusadores) se están defendiendo de la ley... Ahora resulta que hasta en los juzgadores existen hábitos estúpidos, en donde están viendo, con una visión minimizada, el daño que está sufriendo una persona”, denunció el Obispo.

“Y, miren”, expuso, “les estoy hablando desde mi situación de sacerdote; he tenido que tratar... llegan conmigo personas adultas a platicarme por lo que pasaron y que nunca se actuó”, en razón de sus derechos.

Así, entonces, “no tenemos que dejar caminar al mal, y menos tratándose de mujeres que son víctimas, solo por el hecho de ser mujeres”, expresó, y recalcó que es así “como nosotros tenemos que enfocar nuestro trabajo dentro de la sociedad”.

“Todas las personas tienen derecho a la alimentación completa, a la educación completa, a la defensa de sus derechos más íntimos, más profundos; esto es algo que debemos llevar en nuestro ser, si somos cristianos”, remarcó.

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