‘Latente riesgo de inundaciones en Saltillo’, advierte urbanista

Coahuila
/ 3 septiembre 2022

Enumera especialista una serie de factores que ponen en peligro a la población; detectan 435 puntos críticos

El mal diseño de la infraestructura urbana, desde obras viales a desarrollos inmobiliarios, y la acumulación de basura en los arroyos son factores que aumentan el riesgo de inundaciones en Saltillo, como ocurrió en años pasados con daños materiales y pérdidas millonarias.

Asimismo el Atlas de Riesgo de la ciudad se encuentra desfasado, pues data de 2014 y registra 150 puntos críticos en los arroyos, pero información del Gobierno Municipal de Saltillo señaló 435 puntos críticos en 2020, por lo que se necesita una actualización, explicó la arquitecta y urbanista Griselda Salas.

El Atlas de Riesgos es una herramienta que permite tener conocimiento e identificación de los diferentes riesgos, así como el grado de exposición y la vulnerabilidad con la que afectan a través de estudios específicos, con la finalidad de proponer y realizar acciones que mitiguen sus efectos hacia la población, la infraestructura y el entorno.

Son situaciones que se pueden ir agravando porque los puntos de riesgo han ido en aumento, donde podemos tener inundación precisamente por el grado de contaminación en el que se encuentran los arroyos”, apuntó la también catedrática de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).

Además, dijo, de los cauces tapados con basura, escombro y otros residuos de la actividad humana, así como vegetación que obstruye las entradas y salidas de las corrientes de agua, otro factor de riesgo es la presencia de asentamientos humanos en las riberas y dentro de los lechos.

Se calcula que en Saltillo viven aproximadamente 2 mil 636 familias en las márgenes de los arroyos de la ciudad, igual número de notificaciones que entregó en mayo Proteccón Civil advirtiendo del riesgo.

A lo anterior se suma la infraestructura mal diseñada, pues hay canales muy estrechos que se convierten en obstáculos para el paso del agua, explicó la arquitecta Griselda Salas.

El desarrollo inmobiliario es uno de los problemas más visibles cuando ocurren escurrimientos e inundaciones por las lluvias, pues pone en evidencia que se construyó sobre arroyos o cauces naturales del agua.

Las constructoras tapan arroyos mediante amparos y estrategias para modificar, en papel, los riesgos, y aseguran que solo hay escurrimientos mínimos, pero cuando llueve el agua busca su curso y provoca los desastres que ya se vieron en 2020 en El Campanario y otros fraccionamientos residenciales y colonias.

Eso sucede en nuevas colonias sobre todo en el sur de la ciudad”, apuntó la especialista y calificó como una irresponsabilidad que las autoridades otorguen permisos donde la topografía indica que por ahí va a correr el agua.

Destacó que tapar los arroyos para construir fraccionamientos y obras viales no solo elimina ecosistemas, sino que causa la pérdida de la capacidad de filtración del suelo y la recarga de los acuíferos.

“Provocamos nuestra propia destrucción con las inundaciones”, subrayó la urbanista y arquitecta.

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