Llaman a ‘revivir’ gas shale para lograr autonomía energética
El momento de hablar de nuevo del fracking y la explotación de gas shale o gas de lutitas en Coahuila ha llegado. A un año y 5 meses de que termine la administración federal de Andrés Manuel López Obrador, el Clúster de Energía de Coahuila pone sobre la mesa la extracción del energético para lograr la autonomía energética, atraer más industria y evitar la vulnerabilidad existente en la dependencia de gas que mueve la industria, el comercio y los hogares.
En 2013, el ex gobernador Rubén Moreira, con base en datos a nivel nacional, estimaba que en Coahuila se invertirían 48 mil millones de dólares tan sólo para la explotación del gas shale a partir del 2014.
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El ritmo de inversión sería de 3 mil 200 pozos proyectados en la Cuenca de Burgos, en la región Norte del estado; se estimaba además que alrededor de mil millones de dólares se invertirían anualmente a partir del 2014, lo que equivaldría que a la entidad llegará algo similar a la inversión de una armadora de vehículos, algo que resultaba impactante, porque además generaría miles de empleos.
Sin embargo, desde campaña, Andrés Manuel López Obrador se opuso a la técnica del fracking o fractura hidráulica para poder extraer el gas de lutitas de las entrañas de la tierra en Coahuila, bajo el argumento de que se dañaría el medio ambiente, mantos acuíferos y se ocasionaría daño irreversible a flora y fauna.
A su llegada al Gobierno de la República en el 2018, López Obrador dio un rotundo no a la continuación del fracking y la explotación del gas shale. No obstante que Pemex estaba explorando y extrayendo gas de la Cuenca de Burgos con dinero público, pero no se dieron más concesiones para la iniciativa privada.
CAMBIO EN LA POLÍTICA ENERGÉTICA
“Consideramos que es probable que exista un cambio en la política energética con una nueva administración. Más que nada porque es una necesidad que no se puede interrumpir, por la vulnerabilidad del gas y la tendencia mundial es a favor de las energías limpias y en contra de los combustibles fósiles. No podemos ir en contra de las tendencias, porque México tiene compromisos en el cambio climático”, dijo Víctor Manuel Maldonado.
El director Ejecutivo del Clúster de Energía de Coahuila dio una serie de razones por las cuales debe darse un cambio en la política energética, principalmente porque el país es vulnerable debido a la dependencia de la compra de gas en Texas, el cual se extrae de la misma cuenca en donde se encuentran los yacimientos de este estado y vecinos como Nuevo León y Tamaulipas.
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La energía que se suministra en el noreste de México para la industria se genera básicamente con gas, ya sea ciclo combinado o no. No hay un problema en el suministro de gas, pero sí hay un problema de vulnerabilidad.
“México contra lo que mucha gente cree, tiene más gas que petróleo, de sus reservas de hidrocarburos, poco más de la mitad, como 53 por ciento son de gas, y el 47 por ciento es de petróleo”, explicó Maldonado.
De ese 53 por ciento de reservas de gas, aproximadamente dos terceras partes son de gas shale o gas de lutitas, y de todo el gas de lutitas que existe en México, en Coahuila está el 30 por ciento. Hay un potencial muy grande en términos de reservas o yacimientos.
IMPORTANDO GAS DE TEXAS
El problema está en que ese gas no se está aprovechando. El suministro de gas no es un problema porque México lo está importando de Texas. Pero sí hay una situación de vulnerabilidad porque lo que el país necesita para generar electricidad o para consumo de los hogares y empresa, lo que se importa equivale al 90 por ciento del consumo.
Maldonado señaló que “Si contamos todos los requerimientos del país, incluidos los procesos de Pemex que demandan mucho gas, entre el 70 y 80 por ciento se importa y si la situación sigue igual, se prevé que para la década de los 30’s aumente entre el 80 y 90 por ciento”.
Aparte el gas se importa de Estados Unidos porque los mercados del gas son regionales, porque transportar el gas por ductos es relativamente barato y hacerlo a lugares lejanos por medio de barco, por ejemplo, es significativamente caro.
México importa casi todo el gas que consumimos de los Estados Unidos y la mayor parte pasa por dos principales puntos de internación o ductos, y de presentarse una contingencia climática, política o humana nos puede poner una situación difícil y vulnerable.
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“Es paradójico”, de acuerdo con el Clúster de Energía, “que estemos en esa situación teniendo tanto gas. México podría ser autosuficiente en energía en la década de los 30’s si se aprovechan las reservas, que además son para muchos años”.
FRACKING NO ES UN RIESGO
“Pero por alguna razón la política del Gobierno Federal no ha querido aprovechar los yacimientos no convencionales, el argumento es que el fracking es un riesgo para el medio ambiente, no obstante que se ha comprobado que no hay riesgo, y sobre todo con regulaciones como las que existen en México, la cosa es que esas regulaciones se observen, y eso está en manos del mismo gobierno”.
México tiene capacidad para almacenar gas sólo para dos días de consumo. Si algo pasa tenemos gas para dos días solamente, hay que pensar que algunos países europeos tienen reservas almacenadas para dos meses, otros para más de un mes, y dos días no es nada y nos pone en una situación crítica.
La política del Gobierno Federal ha sido no aprovechar el gas, sino tener la llamada autosuficiencia en gasolina, siendo que la dependencia del gas es mucho más riesgosa por ser un mercado regional, si algo pasa en Texas nos puede paralizar toda la economía y los hogares, y esto no es el caso de la gasolina, porque si algún país deja de vendernos gasolina hay otros proveedores a recurrir sin problemas de logística y costos mayores.