¿Lo conoces? Jesús Valdés Cook, el maestro de Saltillo con exalumnos en todo el mundo
Originario de Piedras Negras, pero ciudadano en Saltillo desde finales de los setentas, Jesús Valdés Cook calculó haber tenido cerca de 17 mil alumnos en 40 años de carrera docente.
“Si me lanzo de diputado yo creo que sí gano”, mencionó entre risas al respecto el ingeniero Valdés Cook en entrevista para VANGUARDIA.
Si bien se jubiló este año, la pasión por la docencia no ha parado y aún atiende a grupos de estudiantes que buscan asesoría para pasar exámenes de admisión.
De entre todo el estudiantado que ha pasado por sus aulas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, la Facultad de Sistemas, la Facultad de Ciencias de la Administración, el Tec Saltillo, la UVM y la UANE, mencionó que tiene exalumnos por todo el mundo.
Entre los extranjeros de Hong Kong, Alemania, India y Japón que tuvo de alumnos en el ITESM, agregados a los que han logrado puestos directivos en empresas internacionales, ha escuchado innumerables historias de éxito.
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En 1983, a los 26 años, Valdés Cook narró que fue la FCA de la UAdeC donde comenzó a compartir los conocimientos que adquiría a su vez en Pepsico, trabajando para la planta de Sabritas.
Contó que en una ocasión, en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, mientras esperaba a su hija, respondió a una voz que le llamó por la espalda. “Maestro, lo reconocí y dije sí, sí es”, le dijo Javier, un exalumno de la PrepaTec, al ingeniero Cook, “está usted igualito”. Javier le contó que era gerente en una empresa en Brasil, pero en ese entonces regresó a Saltillo a visitar a sus padres.
Es ingeniero químico, hizo una maestría en Administración de Empresas y un doctorado en Alta Dirección, lo que le ha permitido tener alumnos desde secundaria hasta maestría.
Entre sus egresados más reconocidos están los empresarios Óscar López, Juan Carlos Guerra y César Benavides. Además de los servidores públicos José María Morales Padilla, actual alcalde de Ramos Arizpe y Sofía Franco Villalobos, secretaria del Medio Ambiente y Espacios Urbanos de Saltillo.
Añadió que muchos docentes que actualmente laboran en el ITESM, en el ITS o en la FCA, pasaron primero por sus aulas.
Agregó que cada vez que lo reconocen en espacios públicos, como restaurantes o el estadio Francisco I. Madero, le saludan con mucho afecto y cariño, además de decirle que “no envejece”.
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“A mí sobre todo me da gusto que son buenas personas. Yo siempre les digo, ya no hagan las cosas por Saltillo ni por Coahuila, háganlo por México. Olvídense de las grillas, con que tú seas buena persona ya la hiciste”, mencionó Cook.
“A mí me encanta enseñar, dar clases, pero sobre todo el aspecto humano. Si el alumno te lo permite, ir un poco más allá. Ahorita las autoridades y los maestros tienen que ponerse al nivel de los muchachos, entenderlos”, añadió el ingeniero.
“No nos podemos poner en un plan como cuando a mí me daban clases. Yo con los muchachos juego mucho, imagínate, ciencias exactas. Hay dinámicas dentro del mismo salón que ellos mismos recuerdan después de muchos años”, contó Cook.
“TUVE UN ALUMNO QUE ESTABA CON ‘LOS MALITOS’. LOGRÓ SALIR”
De entre las muchas anécdotas que tiene en su historial el profesor Valdés Cook, contó que en una ocasión se dio cuenta de que uno de sus alumnos se encontraba en las filas del crimen organizado “porque faltaba mucho a clases”.
Detalló que reportó su ausencia en clases y el estudiante, en ese entonces de 19 años, pidió hablar con él en las afueras del Tec Saltillo, donde le confesó que “andaba en un grupo con unos malos”.
“Me pidió una recomendación. ¿Qué le dices? Yo creo que Dios es muy grande y me puso en el lugar correcto. Le dije ‘pues aquí tienes de dos sopas, o te sales o te matan’. Hay una probabilidad de que platiques con ellos y te salves, y diles ‘si no me salgo, pues mátenme. ¿Qué vas a perder?”’, contó el ingeniero.
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Agregó que a los seis meses se encontró al joven que siguió su consejo y “se recibió, se casó y se fue a Estados Unidos. Hay forma de salvar a la gente”.
Jesús Valdés mencionó que la espiritualidad es fundamental para la “lucha de poder” que se vive constantemente en las aulas, pues aunque se tengan los conocimientos, es importante dar un mensaje de vida a los jóvenes.
Añadió en ese sentido que la escala de valores que él recomienda siempre a su alumnado es Dios, familia, amigos y desconocidos, “en ese orden, no se puede descuidar al prójimo”.
Además, declaró que en las nuevas generaciones ve un rezago académico y emocional importante debido a varios factores, entre ellos la pandemia y la falta de atención de los padres, “pero no es su culpa, a los muchachos hay que apoyarlos”.
Destacó que dentro de sus características como docentes, siempre le han reconocido su puntualidad, además de crearse una figura de autoridad a partir del cumplimiento de los reglamentos. No obstante, mencionó que sus clases siempre procuró hacerlas divertidas y entretenidas para los alumnos.
Es por ello que, según cuenta el profesor, en sus años de trayectoria ningún alumno se portó agresivo con él, aunque sí llegaron a poncharle las llantas de su coche alguna vez.
