Ni llegando temprano se salvan: reportan largas filas y molestia en Aqua Ramos por alta demanda en Semana Santa

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A pesar del aumento del aforo autorizado, muchas familias no lograron ingresar, lo que evidenció la necesidad de mejorar la logística del lugar durante el periodo vacacional
Este jueves 17 de abril, la alta demanda de acceso al parque acuático Aqua Ramos generó inconformidad entre algunos visitantes, quienes señalaron que, a pesar de haberse aumentado el aforo de 150 a 200 personas, las filas continúan siendo largas y poco organizadas, según comentan, lo que impide el ingreso de muchas familias que llegan desde temprana hora con la intención de pasar el día en el lugar.
Desde antes del mediodía, se dijo, se observaron personas haciendo fila hasta con dos y tres horas de anticipación. La situación afecta especialmente a quienes viven en colonias alejadas y deben invertir en transporte para llegar. Algunas familias que no lograron ingresar optaron por refrescarse en la fuente pública ubicada frente al parque, pese a que los colaboradores del espacio les aconsejaron no hacerlo por los posibles químicos que pudiera contener.

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En entrevista, un padre de familia compartió que llegó con su hija y comentó que, el día de ayer, ya habían intentado ingresar; sin embargo, no tuvieron éxito. Para hoy, planearon su visita, pero tampoco lograron acceder. “Compramos agua, nos vinimos temprano, y aun así no alcanzamos lugar. Si me hubieran dicho que había que venir con más anticipación, lo hacía. Pero ni afuera había fila, entonces uno cree que hay espacio”, explicó.
Consideró que la principal falla ha sido la falta de información clara para los visitantes. “No hay comunicación. Si ya se llenó, que pongan un aviso para que ni llegues. Incluso podrían entregar boletos con anticipación, en presidencia o en alguna dependencia, y así saber si alcanzas o no”, sugirió. También señaló que ha visto cómo algunas personas logran entrar sin esperar su turno y otras más metiéndose a la fila mientras hay quienes esperan largo tiempo sin éxito.

Durante el recorrido, personal del parque explicó de manera informal que el acceso opera bajo un sistema de turnos, como ya se ha mencionado a través de este medio, y que, una vez alcanzado el límite permitido, solo se permite el ingreso conforme otras personas se retiran. Detallaron que el aforo es supervisado por Protección Civil y que ellos únicamente siguen los lineamientos. Admitieron que las molestias entre los visitantes son comunes y que ha habido intentos de soborno por parte de algunas personas, los cuales han sido rechazados.
Uno de los trabajadores comentó, en conversación extraoficial, que a pesar del esfuerzo por mantener orden, existen contradicciones internas que dificultan el control del acceso: “A veces alguien da una indicación, y luego viene otro y la revierte. Eso complica las cosas y nos mete en problemas”, explicó, y agregó que sería deseable que las y los visitantes consultaran horarios y llegaran con anticipación. “Nos falta mucha cultura, como cuando vas al cine o a la escuela. Uno no puede llegar a la hora exacta y esperar entrar sin problema”.
En las filas también se pudo observar a niñas y niños llorando al enterarse de que no podrían ingresar, lo que aumentó la tensión entre algunas familias. El colaborador del parque, aunque se mostró empático y sensible ante esta situación, reconoció que sus manos estaban atadas, pues no podía permitir el acceso una vez alcanzado el límite de personas dentro del parque, ya que, de hacerlo, existen riesgos de seguridad.

La situación también tiene un impacto emocional en quienes buscan ofrecer a sus hijos un día de esparcimiento. Algunos padres optaron por llevarlos a otros lugares con costo, mientras que otros intentaron compensar el momento en la fuente pública. “No la voy a dejar con ganas de nadar”, comentó el mismo padre de familia entrevistado. “Me la voy a llevar al balneario, aunque tengamos que pagar, pero sí hubiera estado padre que nos avisaran desde antes”.
Aunque la creación de este tipo de espacios representa un esfuerzo por las autoridades de ofrecer opciones recreativas accesibles para la ciudadanía, la experiencia en Aqua Ramos evidencia la necesidad de mejorar la logística de acceso, especialmente durante periodos vacacionales. Las y los visitantes coinciden en que las instalaciones y el servicio son de calidad, y ven con buenos ojos que el servicio sea gratuito; sin embargo, esperan se lleguen a establecer mecanismos de organización más claros y eficientes para evitar frustraciones tanto para el personal como para el público.