Presunto ladrón recibe paliza de vecino tras robo en Saltillo; policía no detiene al acusado
COMPARTIR
Los colonos molestos manifestaron su inconformidad, pues aseguraron que no es la primera vez que lo dejan escapar, pues a cada rato lo golpean por sus supuestas fechorías
Un hombre de aproximadamente 30 años de edad terminó con golpes en el rostro después de que, presuntamente, un individuo lo golpeara tras haberlo robado.
Fue cerca de la medianoche que vecinos de la colonia Valle Escondido reportaron al sistema de emergencias 911 a un hombre que se encontraba tendido en la banqueta con lesiones en el rostro.
Hasta el sitio, ubicado entre las calles Sierra Paracaima y Sierra Picacho, se dirigieron elementos de la policía municipal de Saltillo, quienes tomaron conocimiento de lo ocurrido. Visualizaron a la persona, quien tras ser interrogada afirmó desconocer la razón por la que lo habían golpeado. Sin embargo, vecinos del sector indicaron que el lesionado, identificado como Alfredo Salas, era conocido por asaltar con violencia a vecinos de las colonias aledañas al sector.
TE PUEDE INTERESAR: Chocan automóvil de adulta mayor y lo proyectan contra una tienda, en Saltillo
Paramédicos de la Cruz Roja se dirigieron al lugar para la valoración del presunto ladrón, quien, aunque presentó golpes en todo el rostro, se negó a ser trasladado a un nosocomio.
Trascendió en el lugar que este individuo semanas antes habría amenazado con una navaja a un joven que se dirigía a su secundaria. De igual manera, se presentó un joven que indicó que Alfredo, hace unas horas, en compañía de otro individuo, habría robado una motocicleta.
Aunque vecinos indicaron a los oficiales que el lesionado ya contaba con denuncias en el Ministerio Público, y en el lugar se le confiscó una mochila con cosas robadas, no hicieron la detención del hombre. Por lo tanto, los padres lo llevaron presuntamente a un nosocomio en su vehículo para su atención médica.
Por último, los colonos manifestaron su inconformidad, pues aseguraron que no es la primera vez que lo dejan escapar, pues a cada rato lo golpean por ser recurrente en sus fechorías, colmando la paciencia de las víctimas que con esfuerzo compran sus bienes.