¿Ramadán en Saltillo? En qué consiste y cómo se celebra el mes sagrado musulmán
Una ciudadana argelina, continúa con sus tradiciones religiosas y platica con VANGUARDIA sobre el significado de este mes sagrado para los musulmanes: ‘Ayuda a conocer el hambre del otro’
La religión musulmana está presente en Saltillo a través de Leila Adjeroud, quien vive en la ciudad desde hace nueve años y sigue practicando sus tradiciones a través del Ramadán.
La originaria de Argelia, al norte de África, abrió las puertas de su hogar y de su cocina para mostrar a VANGUARDIA cómo se practica el ayuno y, sobre todo, cómo se rompe al anochecer.
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Leila explicó que el Ramadán es un rito que se realiza cada año durante un mes lunar, es decir entre 29 y 30 días que varía por 10 días dependiendo del calendario lunar. Este año los musulmanes alrededor del mundo lo practican entre el 10 de marzo y el 9 de abril.
Se realiza en honor a la primera revelación del profeta Mahoma y es el rito más respetado como uno de los pilares del Islam.
ES UN MES DE CONEXIÓN CON DIOS Y CON EL SER HUMANO
“Es un mes donde si haces una buena práctica del Ramadán, se te borran las malas acciones que hiciste en el año. Es un mes donde te pones a prueba, porque debes concentrarte, no solamente dejar de comer y tomar agua, también decir malas palabras, de hablar mal de la gente, es de concentrarte con Dios, es una conexión espiritual con Dios y también con el ser humano”, explicó Adjeroud.
Agregó que en su país, el Ramadán es el tiempo donde se hace más vida social, se ayuda a la gente necesitada y es el único mes donde toda la gente come a la misma hora con los mismos ingredientes.
La práctica del Ramadán también ayuda a quienes lo practican a ser más pacientes y a controlar mejor el cuerpo, pues debe ser la mente la que lo controla y no viceversa.
Leila detalló que cuando se hace el Ramadán, las personas deben continuar haciendo su vida normal, no significa que se puede ir de vacaciones o dormir todo el día.
Para la ciudadana argelina ya adaptada a la vida en Saltillo, Mahoma o como ella lo nombra en árabe, “Mohammed sallallahu alaiha sallam”, es un ser humano común y corriente que no fue a la escuela y no sabe leer, pero escribió el Corán, libro sagrado y guía de los musulmanes.
“Entonces por eso hacemos el Ramadán, para festejar también el nacimiento del Corán y también para sentir qué siente una persona de verdad que no comió, que de verdad tiene hambre, para sentir esta compasión con la otra persona. Tú estás caminando en la calle y te dicen ‘oye señora, oye señora, tengo hambre, regálame algo de comer’. Tú no entiendes a qué grado esta persona tiene hambre”, agregó Leila.
SE HACE ENTRE AMANECER Y ANOCHECER
Leila agregó que el Ramadán se realiza entre la primera luz que es el amanecer y termina cuando la última luz del sol se va, por lo que la persona puede levantarse antes del amanecer a desayunar o tomar fuerzas.
Durante el día, no se puede tomar agua, ni masticar chicles ni tomar medicamentos, ni mantener relaciones sexuales ni decir malas palabras.
Al contrario, es un espacio donde se realizan hasta cinco oraciones a lo largo del día para mejorar la conexión con Dios y tratar de ser un mejor ser humano, para ser la mejor persona que puedes hacer.
Adjeroud mencionó que pueden no hacer el Ramadán las mujeres embarazadas o lactando, así como personas que tienen problemas de salud con el azúcar u otro tipo de enfermedades. También se permite saltar el ayuno a quienes se encuentran viajando aunque en tiempos actuales que se hacen más rápido, se practica aunque se esté viajando.
En ese sentido, Leila explicó que durante el Ramadán se practica el jihad, que tiene varios significados aunque principalmente significa ponerse a prueba y en guerra con uno mismo para resistir tentaciones de todo tipo.
También puede significar pasar el Ramadán lejos de la familia, evitar peleas o enseñar a los hijos a ser mejores personas.
EL AYUNO SE ROMPE CON DÁTILES Y LECHE
Leila agregó que el momento de romper el ayuno se hace bebiendo leche y comiendo dátiles en números nones, tal como hacía el profeta Mohammed sallallahu alaiha sallam.
“Él hacía eso, entonces todos los musulmanes seguimos sus pasos, es un momento de abrir la mesa con familia, con amigos que son más considerados como parte de la familia. En general son mesas grandes. Una vez que rompes el ayuno, todo lo que se ha dicho que no se podía hacer durante el día, sí se puede hacer de noche”, agregó.
Como entrada, Leila preparó y entregó una harira, que es básicamente una sopa de verduras, garbanzo y pollo pero que contiene una mezcla de especias llamada Ras Al Hanut, misma que no se distribuye en México, por lo que la tiene que traer de Argelia.
La harira se acompaña con boreks, que son triángulos de hojaldre rellenos con carne, pescado o pollo, platillos que a decir de Leila están presentes en otro tipo de celebraciones como las bodas.
Como platillo principal, Leila entregó carne de cordero cocinada al estilo meshui, que se hace “cuando se tiene un invitado muy especial”.
“Aprendí esto por mi casa, por forma de chantaje, porque si no ayudas a tu madre, pues no sales, así de fácil. Entonces si tú quieres ir de fiesta, pues te pones a cocinar y ayudar a tu madre”, mencionó Leila en tono de broma.
La saltillense por adopción, mencionó que ni en la ciudad ni en Monterrey ha podido conocer a otras personas musulmanas.
“Los únicos que conozco son la gente de la embajada argelina, son los únicos. Pero para tomar un avión, e ir a cenar con ellos, pues no. Y menos en Ramadán. La verdad no conozco una comunidad musulmana aquí en Saltillo, pero yo feliz de conocerlos”, puntualizó.
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