Saltillo sigue escribiendo la historia taurina

Coahuila
/ 24 enero 2024

Víctor Marino González presentará el libro “Suerte Contraria” en Casa Purcell

Saltillo cuenta con una historia taurina única en el país, cuna del Maestro Fermín Espinosa “Armillita”, considerado el mejor torero del mundo; de Jorge de Jesús “El Glison”, el mejor novillero del país, y de Zenaido, el mejor subalterno y banderillero. Por ello, aunque las corridas de toros están prohibidas en Coahuila, los aficionados taurinos luchan por mantener vivo el arte de la fiesta brava.

Así, este jueves el maestro Víctor Marino González Ruiz presenta su libro “Suerte Contraria”, a las 19:00 horas en Casa Purcell, acompañado por Liliana Contreras, psicóloga y licenciada en Letras Españolas, una obra que contiene 11 cuentos, dentro de la Colección Letras del Desierto, del Instituto Municipal de Cultura.

“Todos los cuentos son con temática taurina. Inicia con un cuento alusivo a la presentación de un cartel, que considero así es como inician primero que nada las corridas de toros, antes de los festejos está el cartel. Posteriormente, el libro tiene una estructura de historias que tiene que ver con el primero, segundo y tercer tercio, como se compone una corrida de toros”.

A través del lenguaje de la tauromaquia podemos encontrar diversas analogías y metáforas, no se nos olvide que en el ruedo está la razón ejemplificada por el hombre y la fuerza bruta a través de un animal, de una bestia. Es un combate en el que siempre gana la razón, sin embargo, hay ocasiones en que la tragedia, llamada suerte, se hace presente, de ahí el título de Suerte Contraria, que a su vez es una suerte que se hace en la tauromaquia”, apuntó.

$!“La tauromaquia ha inspirado a todas las bellas artes y en esta ocasión contribuyo con mi granito de arena desde un punto de vista literario”, dijo el autor.

El libro está pensado para personas de 16 años en adelante, con historias cortas que se pueden entender; tal vez el taurino de cepa va a entender con mayor profundidad y sentimiento, no obstante, cualquier persona, aunque no tenga conocimiento de la fiesta brava, lo va a comprender. La intención es acercar a los no aficionados al ruedo, a los toros, a vivir y gozar algo que difícilmente se puede expresar en palabras y plasmarlo en papel.

“Es como esa botella que se arroja en el mar, con la intención de que alguien algún día encuentre ese mensaje. Busco simplemente dar a conocer a través del lenguaje, alguna metáfora de la tauromaquia y ojalá haya personas que se identifiquen con el libro y se adentren en el mundo de la tauromaquia, que para mí es una situación sublime. Lo vemos como si un hombre anduviera jugando con un animal, pero en realidad, cada pase, cada lugar en que se da, a una distancia, a una altura, tiene un por qué”, dijo González Ruiz.

El arte de torear se denomina así porque está rodeado de elementos artísticos. Se dice que es un arte, porque aquello que no se puede decir con palabras, aquello que nos hace sentir y que no sabemos cómo definir esa emoción es una situación bastante artística, cosa que tiene la tauromaquia, que no se puede definir con palabras”, expuso.

En la fiesta brava todo es arte: las plazas en sí mismas, la música de pasodobles creados para ambientar los ruedos, los carteles de las corridas, las esculturas y la misma vestimenta de los toreros. “La tauromaquia ha inspirado a todas las bellas artes y en esta ocasión contribuyo con mi granito de arena desde un punto de vista literario”, concluyó.

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