‘Amor por Saltillo’ ayuda a más de 150 pequeños a celebrar el Día del Niño

Entre música, colores y juegos, más de 150 niñas y niños, algunos con parálisis, autismo o diferentes tipos de discapacidad, celebraron el Día del Niño en un festejo que duplicó la meta originalmente prevista.

La colecta, organizada por la agrupación “Amor por Saltillo” junto con otras asociaciones civiles, desbordó las expectativas: de un registro inicial de entre 50 y 70 pequeños, el evento terminó recibiendo a más de 150 asistentes, gracias al eco que tuvo en redes sociales y medios de comunicación.

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“Rebasamos la cantidad. Llegó mucha más gente de la que habíamos contemplado”, compartió Aracely Monjaraz, una de las organizadoras. Según explicó, la difusión en redes y en notas periodísticas permitió que más familias conocieran la iniciativa y decidieran sumarse. Incluso negocios de la ciudad, al enterarse, acudieron con donativos de último momento: juguetes, pasteles, piñatas, dulces, pelotas.

La pista de patinaje Roller Rock, donde se llevó a cabo el convivio, se llenó de niños sonrientes disfrutando de espectáculos de payasos, baile y patinaje sobre ruedas. Los dueños del centro recreativo también se sumaron a la celebración, prestando patines y apoyando con la logística para que todos los pequeños pudieran disfrutar.

“Muchos papás nos decían que pocas veces ven espacios donde sus hijos son incluidos de verdad”, señaló Monjaraz. “Aquí todos son bienvenidos, no hacemos distinciones por ninguna condición”, añadió.

Las edades de los asistentes oscilaron entre uno y 18 años. Varios de ellos reciben atención en centros como el CRIT o CAM de la región, mientras que otros forman parte de programas comunitarios o casas hogar.

Cada juguete, cada dulce, cada donativo tiene un destino: Aracely enfatizó que nada se queda sin ser entregado. Todo lo recibido seguirá llevándose a colonias vulnerables, casas hogar y, en los próximos días, a niñas y niños que visitan a sus madres en el reclusorio femenil, donde se realizará un festejo especial por el Día de las Madres.

“Todo lo que nos donan llega donde más hace falta”, afirmó Monjaraz, quien reiteró la invitación a seguir participando en las próximas colectas, preferentemente con peluches, muñecas, juegos de mesa o carritos, evitando juguetes bélicos.

El festejo fue más que una celebración: fue un recordatorio de que la verdadera inclusión se construye a partir de gestos genuinos, donde cada risa, cada abrazo y cada acto de solidaridad multiplican la esperanza.