Diana y el sueño americano detenido: Migración en incertidumbre ante la llegada de Trump
La frontera entre México y Estados Unidos, especialmente en el estado de Coahuila, vive momentos de tensión tras la reciente elección de Donald Trump como Presidente. El magnate ha prometido implementar políticas migratorias más estrictas, como deportaciones masivas y el cierre de la frontera sur, lo que ha generado preocupación tanto entre los migrantes como en las comunidades fronterizas.
En respuesta, el gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha tomado medidas para anticiparse a estas acciones. Se han reforzado las aduanas para garantizar el cumplimiento legal, fortalecido los consulados mexicanos en Estados Unidos para asistir a los migrantes y redoblado los esfuerzos contra el tráfico de fentanilo, un problema prioritario en la relación bilateral.
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Por otro lado, se ha registrado un aumento en el flujo migratorio hacia la frontera norte. Las caravanas, que incluyen a menores de edad, se han multiplicado, lo que ejerce una presión adicional sobre los estados fronterizos como Coahuila.
‘NO SÉ SI SEGUIR O REGRESAR’: LA INCERTIDUMBRE DE DIANA
Diana, una joven de 28 años de Guatemala, representa las difíciles decisiones que enfrentan miles de migrantes en esta crisis. “Llevo dos meses viajando, me he caído del tren dos veces y me lastimé los pies. Con lo que viene, no sé si intentar entrar a Estados Unidos o regresar a mi país”, dice desilusionada.
Como ella, muchos migrantes intentan avanzar antes del 20 de enero, fecha en que Donald Trump asumirá la Presidencia del vecino país del norte. Sin embargo, el camino está lleno de obstáculos, incertidumbre y peligros que hacen que el sueño americano se vea más lejano que nunca.
CARAVANAS QUE SE DISUELVEN A CAUSA DEL MIEDO
A medida que más migrantes intentan llegar a la frontera, las caravanas han comenzado a desintegrarse. Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante en Saltillo, señala que esto no es nuevo. “Las caravanas llevan años desarticulándose, muchas veces por la fuerza, con operativos de la Guardia Nacional y el INM. La gente corre para esconderse, y algunos son detenidos y deportados”, explica.
Aunque en ocasiones se otorgan documentos temporales para facilitar su tránsito, su utilidad real es cuestionable. “Algunos migrantes cuentan que estos documentos les permitirían llegar a la frontera, pero en realidad solo les autorizan llegar a Ciudad de México, dejándolos vulnerables a detenciones posteriores”, añade.
En Coahuila, esta situación se combina con un crudo invierno y refugios saturados que luchan por atender a quienes arriban. Las organizaciones humanitarias enfrentan cada vez más desafíos ante un panorama que promete ser aún más complejo con las nuevas políticas migratorias de Trump.
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