Saltillo: tragedia de madre e hijo en Zapalinamé exhibe falta de reglamento; ‘no hay cultura de la señalética’

COMPARTIR
El fallecimiento de Silvia Torres Moctezuma y Rodolfo Compeán Torres, madre e hijo fallecidos el pasado fin de semana en la Sierra de Zapalinamé en Saltillo, exhibió un problema de normatividad en la zona.
Así lo consideró José Manuel Garza, integrante de Protur, promotora de Turismo de Naturaleza y Aventura de Montaña de Coahuila, quien señaló que en la capital del estado no existe un reglamento aprobado que indique restricciones o advertencias ante condiciones climáticas adversas para ejercer el senderismo.
TE PUEDE INTERESAR: Ampliación del bulevar Nazario Ortiz en Saltillo quedará lista en noviembre: Manolo Jiménez
“Es un problema de normatividad que no hay un reglamento que pueda de alguna manera regular o restringir cuando así sea necesario. No estamos inventando el hilo negro, en Nuevo León, si tú quieres entrar al parque Cumbres o quieres ir a la Huasteca o quieres ir a Chipinque, hay un reglamento y hay una normatividad”, expuso.
Señaló que este reglamento debe incluir aspectos como horario, capacidad, equipamientos y condiciones del clima para valorar cómo se debe hacer senderismo.
Detalló que un documento de esta índole tiene que aprobarse en el cabildo para que posteriormente sea aplicado por la Dirección de Protección Civil y Bomberos de la ciudad, lo que permitiría actuar con previsión y no reaccionar ante la tragedia.
“Esto hay que evitarlo porque los recursos dentro de un ayuntamiento son escasos y cada día vemos que este tipo de accidentes y acciones van en aumento, cuando de alguna manera se pueden prevenir con el simple hecho de tener un reglamento, una normatividad en donde te va a decir específicamente qué puedes hacer, qué no puedes hacer, a qué hora lo puedes hacer, con quién lo puedes hacer y con quién no lo puedes hacer”, detalló.
Garza también mencionó que en semanas recientes, Protur se ha reunido con los gobiernos de Coahuila, Saltillo y Arteaga para ver este tipo de regulaciones.
“Lamentablemente no es la primera muerte, pero tenemos que ponernos las pilas todo mundo para que esto de alguna manera no vuelva a suceder o tratar de que suceda lo menos posible”, expuso.
NO HAY CULTURA DE LA SEÑALÉTICA
Sobre la seguridad o las advertencias en la Sierra de Zapalinamé, Alfredo Aguilar Fernández, integrante de la Brigada y Guardia de Rescate del Instituto Tecnológico de Saltillo, expuso que no hay una cultura de la señalética en Coahuila en espacios de actividades al aire libre.
“Desgraciadamente no tenemos, en general, esa cultura de la señalética, es decir, las medidas preventivas, hay algunos puntos en toda la zona que ya son muy concurridos. Como los ven en las diferentes aplicaciones como Wikiloc nada más así, la va siguiendo, la va siguiendo, pero realmente no tenemos esa cultura aquí en Coahuila de tener el señalamiento de hacia dónde corre el cañón, qué distancia, profundidad, todo eso. Es uno de los problemas que se ven a nivel general”, explicó Aguilar Fernández, quien participó de las labores de rescate de Torres Moctezuma y Compeán Torres.
El rescatista agregó que en muchas ocasiones se hace senderismo conforme una persona le va enseñando a otra a hacer las distintas rutas, pero si una persona va sola, en realidad está yendo “a la buena de Dios”.
Aguilar también detalló que aunque se transiten rutas concurridas como es el caso del Cañón de los Pericos -donde fallecieron Silvia y Rodolfo- las lluvias complican prácticamente cualquier sendero al hacerlo resbaloso y propenso a deslaves.
A su vez mencionó que no todos los senderos están adaptados para llevar infantes, pues aunque los cañones cerrados son visiblemente atractivos, también son propensos a rocas grandes, maleza y deslaves, lo que dificulta el paseo.
CURIOSOS DIFICULTAN LABORES DE RESCATE
Aguilar Fernández hizo énfasis en que muchas de las personas ajenas al accidente del pasado fin de semana que se acercaron a mirar las labores de rescate, a su vez las dificultaron.
Explicó que los rescatistas tuvieron que pedir en reiteradas ocasiones a las personas que se retiraran del sitio, quienes incluso tomaron una actitud altanera al argumentar que podían estar en el lugar.
“Ayer (domingo) uno de los problemas que tuvimos fue primero bajar a toda la gente que andaba ahí observando y que se quería meter, dificultan mucho las labores de los que vamos a hacer la tarea de rescate. Yo tardé un poquito en llegar al punto, porque iba bajando gente, gente que estaba en otros lados o andaba cerca y quiso llegar, iba a ver ahí un morbo, a ver que había”, expuso.